LA LEY DEL EQUILIBRIO
ENCONTRANDO EL CAMINO INTERMEDIO
Si la gravedad es la cola que cimienta el Universo, el equilibrio es la llave que abre Sus secretos. El equilibrio es aplicable a nuestro cuerpo, mente y emociones, a todos los niveles de nuestro ser. Nos recuerda que todo lo que hacemos, lo podemos rehacer y deshacer, y que, si el péndulo en nuestras vidas o hábitos oscila demasiado hacia un lado, inevitablemente va a oscilar al otro. Sé humilde puesto que estás hecho de tierra sé noble puesto que estás hecho de estrellas
Proverbio Servio
"Vamos a favor del viento, y
por eso él todavía no ha percibido nuestra presencia," dijo la santa
suavemente, dirigiendo mi mirada hacia el final del lago, donde un pájaro
blanco estaba en perfecto equilibrio sobre una pierna. "¿Puedes tú mantener
el equilibrio como ese pelícano?" me preguntó.
"¿Qué..., te refieres a
sostenerme sobre una pierna?"
"Me refiero a sentir lo que
ese pelícano está sintiendo dentro. ¿Puedes permanecer tan calmado a lo largo
de tu vida cotidiana?"
"Sí ... Quizá ... No sé.
Todavía estoy intentando descubrir cómo hemos llegado hasta aquí."
Ella repitió su pregunta: "Tú
no sientes frecuentemente esta serenidad, ¿verdad?"
"Bien, no, supongo que
no."
"Una respuesta honesta y un
buen punto de partida," dijo la santa mientras se sentaba a la luz en la
soleada montaña y contemplaba el lago. "Considera, por un momento, la
importancia del equilibrio en el orden natural de la vida humana. Somos
criaturas de moderación: No podemos nadar igual que un pez, correr tan rápido
como los leopardos, o levantar tanto peso como los gorilas, pero tenemos todas
estas habilidades con cierta moderación, en equilibrio."
La santa volvió a señalar al
blanquecino pájaro, todavía parado al final del lago. "Cada cuerpo humano
suspira en busca de un estado de equilibrio interior, de paz interior”. ¿Puedes
sentir tú esto dentro de ti ahora?
En el instante que ella puso su
palma de la mano sobre mi pecho, sentí invadir mi cuerpo una gran paz y
tranquilizó mi mente. "Lo sientes," susurró.
"Sí." Miré con placer.
"Este sentimiento de serenidad
te proporcionará un punto de referencia; aumentará tu consciencia real, y
disminuirá tu tolerancia al desequilibrio, a los desequilibrios que normalmente
experimentas."
"¿En qué sentido?"
"Bueno, supongo que entenderás
que sirve de bien poco aconsejar a las personas tensas que se relajen si no
conocen lo que se siente cuando se está relajado. Pero una vez que experimentan
un estado de profunda relajación, tienen un punto de referencia; pueden notar
la tensión con mayor facilidad y pueden seguir unos pasos para desprenderse de
ella. Y ahora que conoces lo que se siente cuando estás en verdadero
equilibrio, comenzarás a notar lo que es estar fuera de equilibrio en cualquier
faceta de tu vida; funciona como una señal automática para que puedas volver a
ese lugar de equilibrio en tu interior. La Ley del equilibrio se puede aplicar
a partir de notar tus faltas de equilibrio."
"¿Tan simple como eso?"
Ella rio. " Muy simple, pero
no siempre fácil, porque cualquiera que sea el estado físico o emocional al que
estés acostumbrado – incluso si es un estado de tensión o desequilibrio extremo
– parecerá normal para ti. Lo que mucha gente llama neurosis es de hecho un
desequilibrio o exageración de un pensamiento, impulso, o emoción que todos
sentimos de vez en cuando. Por ello cambiar a un estado de equilibrio verdadero
puede causar una sensación extraña al principio."
"Entonces, ¿Cómo puedo hacer
este cambio hacia el verdadero equilibrio?"
Un pez saltó sobre la superficie
del lago, provocando un pequeño oleaje que radiaba alrededor de su superficie
cristalina mientras la santa se disponía a responder: "Ve a ese lugar
tranquilo, a ese lago dentro de ti. Mira. Escucha. Presta atención a cualquier
oleaje dentro de tu cuerpo o de tu vida provocado por hacer demasiado o
demasiado poco en las áreas de la alimentación, la bebida, el ejercicio, el
trabajo o la comunicación."
Mientras lo consideraba, otro
pensamiento surgió. "Con todo lo que está ocurriendo en el mundo hoy,
emplear toda esta energía en mirar en el interior y encontrar equilibrio y
serenidad parece bastante egocéntrico."
Sonriendo, la santa me invitó a que
caminara con ella alrededor del lago. "Mucha gente confunde egocentrista
con egoísta. Pero una vez tú encuentras tu propio equilibrio, también
encuentras paz interior y poder interior para realmente marcar una diferencia
en el mundo."
Se agachó y cogió una rama fina y
delgada, de algunos pies de longitud, y se preparó para ponerla en equilibrio
sobre un dedo. La rama se mantuvo perfectamente recta al principio; entonces
comenzó a balancearse para delante y para detrás. "Los deseos y las
ataduras te empujan hacia delante. El miedo, la resistencia y el esquivo te
detienen. En muchas ocasiones los extremos de cualquier tipo, incluso tomar una
postura rígida en cualquier cosa, te puede conducir fuera de ese punto de
equilibrio que valora todas las partes. ¿Lo entiendes?"
"Eso creo, pero no estoy
seguro," respondí.
"¡Estupendo! Eso quiere decir
que estás preparado para aprender."
Mientras continuábamos a través del
camino, me di cuenta que la santa pisaba con tanta suavidad las ramas caídas
que prácticamente no podía oírla; su propio estado de equilibrio era exquisito.
"Como todas las Leyes que intento compartir contigo," continuó,
"la Ley del Equilibrio no es sólo una filosofía sino una forma de vida,
con aplicaciones muy prácticas." Viendo mi mirada confusa, recogió una
piedra, me la dio, y señaló un pino a unos diez metros. "¿Ves el tronco
del árbol de allá? A ver si lo puedes tocar con la piedra."
Cogí aire, me concentré, y lancé.
Fallé por unos centímetros a la izquierda. Ella me pasó otra piedra. Volví a
lanzar y me acerqué más, pero todavía a la izquierda del centro. Entonces me
dio cuatro piedras más, me miró a los ojos, y habló despacio. "Es
importante que toques el tronco con una de estas piedras." No entendí por
qué era tan importante, pero sabía que lo decía en serio; noté mi corazón
acelerarse.
"¡Aplica la Ley del
equilibrio!" me recordó.
"¿Cómo?"
"Ya te he dicho que cuando
estás en desequilibrio, parece normal para ti. Por esta razón, sigues
inclinándote hacia el lado más familiar. Por tanto, la manera más fácil de
encontrar el centro es sobre corregirte – practicar deliberadamente lo opuesto
de lo que estás acostumbrado a hacer. Por ejemplo, si hablas demasiado rápido o
demasiado flojo, para que la gente te entienda, entonces deberías
deliberadamente hablar de una manera que a ti te parezca demasiado lenta o
demasiado alta."
"Y ya que he lanzado demasiado
hacia la izquierda," dije, "debería intentar lanzar muy a la derecha.
¿Verdad?"
"Correcto," dijo ella.
"El problema es que sólo me
quedan cuatro intentos; no quiero errar el centro ni por la izquierda ni por la
derecha. Quiero darle."
"Estoy segura de ello. Pero
una vez hayas trabajado con los dos lados, es mucho más fácil encontrar el
centro, sea el de un árbol o cualquier otra cosa."
"Entiendo," dije.
"Hacer es entender," contestó,
señalando el árbol.
Dubitativamente, pero con ganas de
probar la Ley, deliberadamente lancé hacia la derecha; para mi sorpresa, volví
a errar hacia la izquierda de nuevo.
"Lo ves," dijo la santa.
"Acostumbrado a lo que haces normalmente – a lo que sientes como normal –
no has corregido lo suficiente. Esta es la razón por la que modificar cualquier
hábito es difícil, y es por eso que la gente aprende tan despacio. ¡Esta vez sé
audaz! ¡Asegúrate que los dos próximos lanzamientos son a la derecha del
árbol!"
Me aseguré del todo: La primera
piedra fue dos metros a la derecha; y lo mismo con la segunda. "Mi último
intento," dije nervioso.
"La ley del equilibrio te
ayudará," dijo ella, "y yo también." Me dirigió hasta el árbol
hasta que me encontré a sólo dos metros. "Nadie dijo que tenías que
complicarte tanto la vida," añadió con una sonrisa. "Si te fijas,
estás demasiado lejos, ¡acércate más!"
Riendo, toqué el árbol de pleno.
Mientras continuábamos el camino
alrededor del lago, la santa habló sobre otro aspecto de esta ley: "El
equilibrio comienza con la respiración," dijo. "Inspirar y
expirar son los ritmos primitivos de la vida misma. Inspirando encuentras
inspiración; expirando encuentras desahogo. Inspirar y expirar – nacimiento y
muerte con cada respiración.
"Siente tu respiración
ahora," dijo ella. "Date cuenta de qué manera los ritmos de tu
respiración están desequilibrados, al igual que tus emociones. Cuando sientas
furia, acéptala completamente, y lleva tu respiración al punto de equilibrio.
Cuando sientas lástima, abrázala con cariño, y lleva tu respiración al punto de
equilibrio. Cuando sientas miedo, hónralo, respira profundamente y encuentra tu
equilibrio.
"Cuando exhalas, das; cuando
inhalas, recibes. Si recibes más de lo que das, sientes ese desequilibrio como
una necesidad de reciprocar y completar el círculo de relaciones. Si das más de
lo que recibes, sientes cansancio, y eventualmente te quedas sin nada más para
dar."
"He leído sobre santos que
dieron mucho y recibieron muy poco."
"Eso es lo que puede parecer,
pero tales seres viven en un estado de abundante felicidad, y gratitud,"
contestó. "La ley del Equilibrio nos asegura que aquellos que dan
libremente, en nombre de Dios y con generosidad, reciben en abundancia."
Mientras escalábamos camino a la
cima a través de un sendero repleto de ciervos, me acordé de algo que me había
dicho cuando nos conocimos. "Anteriormente me has dicho que necesitabas mi
ayuda," dije, "para algún tipo de misión."
"Esto es tu preparación,"
me recordó. "Primero aprende la lección del pelícano. Encuentra equilibrio
en tu vida y en todas las cosas. Honra la Ley y sigue los pasos a la sabiduría.
Explora el abanico de la experiencia humana, pero, ya que los extremos
habituales crean estrés, siempre vuelve a la base, al camino del medio. Deja
que tus acciones y palabras salgan con suavidad, como el cambio de las
estaciones. A partir del estado de equilibrio en tu interior, encontrarás la
claridad y la paz en el mundo exterior."
Mientras las palabras de la santa
se convertían en silencio, y continuábamos hacia los picos, me giré por última
vez hacia el pelícano. Todavía yacía tranquilamente en el borde del lago.
Muy bueno, súper interesante,. Gracias Gracias 💞
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