¿Qué ha cambiado desde que cambiaste de dirección hacia la nueva ciencia? ¿Qué
es la nueva ciencia?
Bruce Lipton:
Fui muy científico muy afortunado
porque en 1968 estaba aprendiendo a clonar células madre, de modo que estaba en
el lugar correcto en el momento oportuno para hacer algunos descubrimientos
interesantes. En ese entonces, solo un puñado de personas en todo el mundo
sabía qué era una célula madre. Son células embrionarias. Las tenemos en el
cuerpo siendo adultos porque cada día perdemos por desgaste normal cientos de
billones de células de piel, de cabello. Cada tres días reemplazamos el
recubrimiento completo del aparato digestivo. Si pierdo esa cantidad de células
por día necesito reemplazarlas para mantenerme vivo y ese es el trabajo de las
células madre. Una vez que naces dejas de ser un embrión, ya no puedes seguir
tomando las células embrionarias, así que entonces las llamamos células madre,
aunque sean células embrionarias.
Una de las cosas más importantes
que descubrí al clonar células madre fue que si pongo una célula madre aislada
en un cultivo, esta se divide cada diez o doce horas. Al principio hay una,
dos, luego cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos. Se duplican, así que en una
semana hay cincuenta mil células genéticamente idénticas en la placa de Petri.
Pero el hecho más importante es que todas son genéticamente idénticas porque
provienen de una única célula madre. El experimento que hice fue el siguiente:
Dividí las células en tres placas de Petri diferentes y cambié la composición
química del medio de cultivo en cada una de las tres placas para que hubiera
una leve diferencia en el medio de cultivo, que es el equivalente de la sangre.
Si estoy cultivando células de ratones, lo que hago es buscar sangre de ratón,
veo de qué está hecha y después hago una versión sintética de ese medio de
cultivo; si estoy cultivando células humanas, observo la composición de la
sangre humana y creo un medio de cultivo basado en eso. Esa es la clave.
Células genéticamente idénticas en tres placas con una ligera diferencia de
entorno debido a la química. En la primera placa, las células forman músculo,
en la segunda forman hueso y en la tercera forman grasa. ¿Qué significa? ¿Qué
controla el destino de las células? Todas las células eran genéticamente
idénticas, ¡el entorno seleccionaba la actividad genética de las células! Y eso
es completamente diferente a lo que estaba enseñando en ese momento a los
estudiantes de Medicina, el concepto del determinismo genético, que dice que
tus características, tus rasgos, comportamientos y emociones, todo eso está
relacionado con la presencia de tus genes. Pero resulta que esto no es cierto.
En realidad, está relacionado con el entorno.
¿Cuál es el significado profundo de
la investigación? Simple. Si los genes controlan tu vida – y hasta donde
sabemos no escogimos los genes con los que vinimos, y si no nos gustan los
rasgos que tenemos, no podemos cambiarlos -estás atrapado con tus genes y ellos
controlan tu vida. Eres víctima de tu herencia. Si hay antecedentes de cáncer,
o Alzheimer, o diabetes en tu familia y heredas los genes, puedes anticipar que
tú también tendrás los mismos resultados. Entonces, vamos a ser víctimas cuando
decimos que los genes controlan nuestras vidas. ¿Qué descubrí al estudiar las
células madre? Descubrí que cambiando el entorno cambio la expresión de las
células. Yo soy el que puede cambiar el entorno, yo soy el maestro de mi
genética. No soy víctima de mis genes. Soy el que puede cambiar el entorno, y
lo más importante, mi percepción del entorno. Y eso es lo que controla el
destino de las células.
La naturaleza de la biología es
sencilla. Los organismos biológicos adaptan su biología para encajar en un
ambiente. Una célula lee un entorno y luego ajusta su genética y su actividad
al medio ambiente. Ahora bien, tenemos un problema y es este. Digamos que
estamos observando la actividad de las células hepáticas en el cuerpo, las que
deberían estar ajustándose a lo que está sucediendo en el entorno, pero ¿Cómo
saben lo que está sucediendo en el entorno si no están en contacto directo con
él? Las células hepáticas no están tocando el entorno, depende del sistema
nervioso enviar la información dentro del cuerpo para que las células ajusten
su biología y coincidan con lo que está sucediendo en el mundo.
Bueno, solo hay un problema. La
conciencia es una interpretación, así que mi mente está interpretando el
entorno y no envía la información real del entorno, sino mi interpretación.
Tiene relevancia porque yo podría vivir en un entorno perfecto, saludable y
feliz que me va a sostener, pero si percibo que es un entorno negativo,
entonces las células de mi cuerpo no saben que es un entorno saludable. Ellas
solo ven la percepción que les envío y por eso la percepción se convierte en
algo tan importante. Si cambio mi percepción, si cambio mi mente, cambio las
señales que entran, ajustando la función de la célula. Esto es muy, pero muy
significativo: No soy víctima de mis genes porque yo –gracias a mi habilidad de
cambiar mi entorno y mi percepción del mismo- puedo controlar mi actividad
genética. No soy una víctima de mi herencia. Soy el maestro de mi actividad
genética.
¿Cómo podemos cambiar nuestra
percepción del entorno?
Entendiendo cómo lidiamos con el
entorno y la percepción. El hecho más importante que tenemos que mencionar en
este punto es que hay una mente entre el entorno y mis células. Y cuando digo
“mente”, todos piensan en una única entidad: la mente. Y esto no es enteramente
cierto por esta razón: La mente está compuesta por dos elementos independientes
que funcionan juntos y tienen funciones diferentes y aprenden de formas
distintas. Es nuestra inconsciencia de ello la que crea el problema, porque
cuando hablamos de la mente pensamos que hay una sola y hay dos mentes con
diferentes percepciones y diferentes actitudes ante la vida. Existen la mente
consciente y la mente subconsciente. La diferencia es profunda. La mente
consciente –la última evolución del cerebro- es la mente creativa. ¿Qué quieres
para tu vida? Creatividad. La creatividad es la respuesta de la mente
consciente, es la que puede ver el futuro, es lo que hace que los seres humanos
sean mucho más poderosos que los organismos inferiores, porque la mente
creativa consciente nos permite no solo tener una respuesta de estímulo como
animales inferiores sino que entre los estímulos y la respuesta tengo
creatividad, puedo cambiar la forma en que respondo a la vida, soy el maestro
de eso. La mente creativa es la que nos ayudó a crear el mundo que tenemos hoy
en día.
La otra es la mente subconsciente
que reproduce discos; básicamente es una mente de hábitos. Aprendo un
comportamiento y una vez que está allí presiono el botón y cada vez que lo
presiono, se reproduce el comportamiento. Es irrelevante que sea un buen o mal
comportamiento, siempre reproducirá el mismo. Entonces, cuando veo al mundo,
puedo mirarlo a través de mi mente consciente, deseos y propósitos, para decir:
Esto es lo que quiero para mi vida. O, como la mayoría de nosotros hacemos sin
saberlo, vemos el mundo operando a través de la mente subconsciente de los
programas de cómo interpretar la vida y cómo responder a ella. Es relevante,
porque los programas en la mente subconsciente básicamente descargan
comportamientos de otras personas: tu madre, tu padre, tus hermanos, tu
comunidad. En los primeros siete años de vida estuviste descargando
comportamientos al observar a otras personas, y por lo tanto, las respuestas
conductuales fundamentales en tu mente subconsciente no son tus deseos y
propósitos, en realidad son copias del comportamiento de otras personas. El
problema es que si estoy operando desde mi mente consciente, estoy controlando
mi vida de la manera que quiero. Pero cuando estoy operando desde la mente
subconsciente, estoy en un comportamiento automático, reproduciendo programas
que he adquirido de otra personas y que no necesariamente me benefician.
El último aspecto importante es
este. Podrías decir: Entonces ¿por qué debería ejecutar mi mente subconsciente?
Podría usar mi mente consciente. Y esa es una muy buena idea, excepto por este
problema: Cuando pensamos, la mente consciente se compromete. Yo digo: ¿Qué
harás el lunes a las dos? Si en realidad contemplas eso, simplemente piensas en
ello. ¿Dónde está la respuesta? No está ahí afuera, está aquí adentro.
Entonces, en el momento en que me pregunto qué voy a hacer el lunes a las dos,
mi consciencia se dirige al interior, a la pequeña agenda. ¿Qué está pasando?
En el momento en que estoy pensando, significa que no estoy prestando atención.
Y eso es cierto. ¿Significa que dejo de hacer algo hasta que mi pensamiento
termina? Camino por la calle, tengo un pensamiento, me paro, oh, el pensamiento
finalizó, ¿ahora puedo caminar de nuevo? No. Esta es la parte crítica. Cuando
la mente consciente está comprometida en el pensamiento, el subconsciente es el
programa predeterminado, el piloto automático. Mi mente consciente podrá estar
ocupada, pero mi mente subconsciente llevará a cabo cualquier tarea que esté
haciendo: caminar, manejar el auto, comunicarme con otra persona. No necesito
mi mente consciente para eso, ya tengo programas sobre cómo hacer esas cosas.
Cuando estamos pensando, no estamos
usando la mente consciente para controlar nuestras vidas. Es el potencial
control personal. Cuando pensamos, predeterminamos programas subconscientes. Y
ahí es donde surge el problema. A) Los programas del subconsciente que están
reproduciéndose vinieron de otras personas; B) La mayoría de los programas, el
70% de ellos, son negativos, desempoderantes y autosaboteadores, C) Cuando
reproduzco estos programas, la razón por la que lo estoy haciendo es porque mi
mente consciente está ocupada en el pensamiento un 95% del día.
¿Cuál es su relevancia? Si la mente
consciente se dedica al pensamiento y estoy reproduciendo un programa del
subconsciente, entonces el que no observo mi propio comportamiento soy yo,
porque mi observación está dentro de mi cabeza, pensando. Entonces, no estoy
observando el comportamiento automático que se está reproduciendo. Eso
significa que el 95% del día no estamos operando desde los deseos y propósitos
de la mente consciente o desde lo que queremos porque el pensamiento está
funcionando por defecto desde el subconsciente.
¿Es relevante? Bueno, la mayoría de
esos programas son negativos y desempoderantes o autosaboteadores y son
invisibles. Cada día me levanto y digo: Hoy voy a salir por mis deseos y mis
propósitos, voy a encontrar amor y el mejor trabajo que pueda, voy a encontrar
salud; esa es mi intención, mi deseo y mi propósito. Y salimos a la mañana a
todo vapor y volvemos a casa a la noche con el rabo entre las piernas. No
sucedió hoy. Luego miramos alrededor y decimos: Bueno, no soy yo, porque yo
salí con la visión para el éxito, entonces soy una víctima, mi vida no está
bajo mi control y no tengo éxito porque el Universo no me está ayudando. Esa es
la percepción. Y resulta que esto está completamente errado. El 95% del día
estuviste disparándote a ti mismo en el pie con programas subconscientes malos
y al final del día miras tu pie ensangrentado y te preguntas quién lo hizo. Y
te lo hiciste tú mismo.
Entonces, ¿Cuál es la nueva
biología? La nueva biología dice que estamos ejecutando programas el 95% del
tiempo. La mayoría de los programas son negativos, desempoderantes,
autosaboteadores. Cuando efectivamente operamos desde la consciencia, cuando
nos ponemos al volante y manejamos el vehículo con deseos y propósitos, ¿Qué
piensas que manifestamos? La respuesta es hermosa porque la ciencia descubrió
que la única vez que las personas hacen esto sin siquiera saber lo que están
haciendo, es cuando se enamoran, porque cuando se enamoran se mantienen
conscientes. La razón es simple. Lo que has estado buscando durante toda tu
vida se aparece frente a tu rostro. ¿Vas a permitir que tu mente se vaya a
divagar? Esto es lo que quiero, por esto estoy así. Y es interesante, porque
cuando te enamoras, ese primer período, el excitante período que llamo luna de
miel, piénsalo, la vida era hermosa sin importar cuán alocada fuera tu vida
hasta que conociste a esa persona y te enamoraste. Al día siguiente, sientes
que la Tierra es el Cielo, todo es hermoso, la vida es grandiosa, maravillosa,
¡estás tan enamorado! Y luego, durante ese período de amor, si te pregunto cómo
es tu vida, respondes: ¡Amo mi vida, es genial, maravillosa! Ya sabes, el día
antes de conocer a esa persona no parecía ser así y luego la conoces y la vida
cambia. ¿Qué sucedió? La respuesta es simple. La ciencia ha reconocido que en
el instante en que nos enamoramos así, nos mantenemos atentos, conscientes,
porque es relevante. Mantenemos nuestras manos en el volante con la mente
consciente, operando para los deseos y propósitos. La luna de miel es la
manifestación de los deseos y propósitos. Porque para esto estoy operando. Y
digo: Sí, pero desafortunadamente la luna de miel no dura, luego vuelve la vida
normal. Y sí, hay un entendimiento simple y es este: ¿Cómo creaste la luna de
miel? Te mantuviste atento, dejaste de pensar. Cuando pensabas, operabas sobre
los programas malos. Cuando te mantuviste atento, operaste desde los deseos y
propósitos. Es grandioso, pero adivina qué. Incluso si estás enamorado, la vida
continúa. Hay un punto donde tienes que manejar las cosas. Tienes un trabajo,
tienes deberes, tienes cosas de qué ocuparte, tienes que arreglar el auto.
Entonces ¿Qué pasa cuando esto sucede durante la luna de miel? Comienzo a
pensar: Oh, tengo que hacer esto para el trabajo, me tengo que ocupar de esta
tarea. Como consecuencia de pensar, dejo ir el control y luego vuelvo al
subconsciente predeterminado con los comportamientos negativos. ¿Y cuál es la consecuencia
de eso? Dejo de crear vida desde los deseos y propósitos y vuelvo a los
programas que tenía antes de enamorarme.
Esto es relevante para la luna de
miel porque tu pareja nunca ha visto ninguno de esos comportamientos negativos
desde que te enamoraste, porque nunca usaste los programas subconscientes que
adquiriste de otras personas. Esto se llama la luna de miel. Los dos están
creando deseos y propósitos.
Luego comienzo a pensar en qué pasa
cuando pienso eso y automáticamente vuelvo al piloto automático, al control
subconsciente. Me digo que esos comportamientos no son míos. De repente
comienzo a vomitar esos comportamientos negativos. Si mi pareja me ve y me
dice: ¿Quién eres tú? ¿De dónde salió eso?, aquí hay un problema. Yo soy el que
ni siquiera se dio cuenta de lo que acabé de decir porque estaba pensando por
defecto en el programa automático. Mi mente consciente en el pensamiento de
negación ni siquiera vio el comportamiento que acabo de ejecutar, que
básicamente es negativo. Mi pareja lo ve y me acusa, me pregunta quién soy. Y
yo solo atino a pensar: ¿De qué habla? ¿Por qué? Porque yo ni siquiera noté lo
que acabo de decir y por consiguiente me pongo muy a la defensiva. ¿De qué está
hablando? ¿Quién? ¡Yo no soy ese!
Entonces ¿Cuál es la consecuencia?
Te enamoras, te vuelves atento, creas desde los deseos y propósitos,
manifiestas el Cielo en la Tierra. Luego la vida se entromete y cuando eso
pasa, comienzas a pensar. En cuanto piensas, comienzas a descargar programas
-piloto automático, subconsciente- y esos programas surgen sin que veas
siquiera lo que acabas de decir y aparentemente, porque son negativos, ofendes
a las personas de tu entorno, a tu pareja. Y la luna de miel se convierte en
compromisos. Aparecen nuevos comportamientos que no eran parte de la luna de
miel y no son muy buenos. ¿Qué va a hacer tu pareja en respuesta a que de
pronto comienzas a interpretar a tu madre o tu padre y no lo ves, y ella sí?
¿Qué va a pasar? Tu pareja es quien tiene que decir: Acepto este comportamiento
en mi relación. Entonces, ya sabes, la mayoría del tiempo tenemos esta luna de
miel, esto es genial. Luego sale esa cosa fea y piensas: Está bien, él es así,
de modo que me comprometeré. Sí, pero este es solo un comportamiento. A medida
que surgen más comportamientos subconscientes, hay más compromisos. Y mientras
más compromisos, más alejado estás de la luna de miel. Y de repente la vida es
como solía ser antes.
Grandioso. ¿Cómo se puede
relacionar con sanar?
La observación más interesante de
la historia de la clonación de células de cultivo es que la composición química
del medio de cultivo determina el destino de las células. Y digo bien. Pero
esas son solo células madre en una placa plástica de Petri en un medio
sintético, ¿Qué tiene que ver eso con la vida real? La respuesta es simple.
Cuando te miras a ti mismo en el espejo y te ves como una sola entidad, esa es
una percepción errónea. La simple verdad es que tú estás hecho de cincuenta
billones de células. Las células son la entidad viviente. Tú, por definición
absoluta, eres una comunidad. Entonces, cuando digo “Bruce”, no estoy hablando
de una sola entidad, estoy hablando de una sola comunidad de cincuenta billones
de ciudadanos.
Un humano es una placa de Petri
recubierta de piel y el medio de cultivo interior es la sangre. No hace
diferencia para el destino de una célula que esté en una placa plástica o en
una placa de piel, el destino de la célula será determinado por el medio de
cultivo y su composición química. Puedes pensar: Bueno, en mi cuerpo el medio
de cultivo original es la sangre. ¿Y quién controla la química de la sangre?
Bueno, el cerebro es el químico. ¿Cuáles sustancias químicas debería liberar el
cerebro? Ahí es donde entra la mente. La mente lee el entorno, hace una
interpretación del mismo y el cerebro traduce esa interpretación en la química
de la sangre. Tu interpretación de la vida determina la composición química de
tu medio de cultivo: tu sangre. Y eso es lo que determina tu genética. Al
cambiar tus pensamientos, cambias la química.
Doy un ejemplo simple: Me siento
aquí con los ojos cerrados, los abro, veo a alguien que amo. La química del
amor, la interpretación del amor, es traducida en una química muy interesante.
La dopamina es el resultado del amor que es placer, la oxitocina surge del amor
y se une a la fuente de placer. La vasopresina, cuando estás enamorado, es la
sustancia química que se libera en la sangre y te hace más atractivo a tu
pareja. Y lo más importante, la hormona del crecimiento. Cuando estás
enamorado, el cerebro libera hormonas de crecimiento. Esto es relevante porque
la persona enamorada brilla, se la ve saludable, y el hecho es que no es un
accidente o una coincidencia, está directamente vinculado a la química de la
sangre. Al estar enamorado, estoy realzando la salud y el crecimiento de mis
células.
Solo para comparar la diferencia.
Estoy sentado aquí y cuando abro los ojos, esta vez veo algo que me asusta. Mi
cerebro traduce la imagen o interpretación de esa amenaza en una química
totalmente diferente. Cuando veo algo que me asusta, libero hormonas de estrés
y agentes inflamatorios. Las sustancias químicas que libero son la percepción
del estrés, detienen el crecimiento de las células y realmente inhiben el
sistema inmunológico. Puedes preguntarte por qué le haría eso a mi cuerpo, por
qué detendría el crecimiento y atacaría al sistema inmunológico. La respuesta
es simple: Cuando percibes una amenaza - en los viejos días en la escuela nos
referíamos a eso como activar el sistema suprarrenal: defensa o huida- si te
persigue un tigre dientes de sable, ¿Cuánta energía vas a poner a disposición
para escapar?
Te doy un ejemplo. Tengo una
infección bacteriana y mi sistema inmunológico está demandando energía para
combatir la infección. Demanda mucha energía y si piensas al respecto, cuando
estás enfermo, ¿Cuánto te cansas? La respuesta es que el sistema inmunológico
está usando tanta energía que incluso te agota. Imagina esta historia. Tienes
una infección bacteriana y el tigre dientes de sable te persigue. Estás a cargo
de distribuir la energía. Entonces ¿Cuánta de la energía quieres que luche
contra la bacteria y cuánta para escapar del tigre? Espero que tengas la
respuesta. La respuesta es que quiero el 100% de la energía para escapar del
tigre porque si no puedo escapar del tigre, la infección bacteriana ni siquiera
va a ser un problema para mí a esta altura.
La idea es esta. Cuando tienes
miedo, tomas toda la energía disponible de tu cuerpo y la usas para defenderte
o huir. Detienes el crecimiento e inhibes tu sistema inmunológico. Luego la
química de la sangre reorienta la genética de la actividad del crecimiento a la
protección. Se excluyen mutuamente. No puedes estar en ambas al mismo tiempo.
¿Qué determina la diferencia?
Primero tu percepción, después cómo tu percepción traduce la química que
produce el cerebro. La química va al medio de crecimiento que llamamos sangre,
que nutre y dirige la actividad de cincuenta billones de células en tu placa
cubierta de piel. Esta es la razón por la que un pensamiento cambia la genética
de tu actividad, porque el cerebro convierte tus pensamientos en sustancias
químicas.
Grandioso. Dices que el 90% de las
enfermedades y visitas al médico son a causa del estrés. Obviamente, ya no hay
tigres corriendo alrededor. Las personas perciben la vida de forma estresante y
eso provoca que se sientan enfermas.
Si pudiéramos engendrar el concepto
de miedo en alguien -tu trabajo no es seguro, pueden aparecer enemigos, tu
comida no es saludable, la contaminación te amenaza- la percepción del miedo
libera sustancias químicas que detendrán el crecimiento y deprimirán el sistema
inmunológico. Si piensas detener el crecimiento porque eres adulto y no
necesitas crecer, recuerda que cada día tienes que reemplazar cientos de miles
de millones de células que mueren a diario, así que no importa qué edad tengas,
tienes que crecer todos los días. Entonces dices: Sí, pero si el miedo detiene
el crecimiento, interfiere con mi vida. Y sí, pero cuando evolucionábamos como
seres humanos, la respuesta al miedo era intermitente y esporádica. Si el tigre
aparece, voy a tener miedo y voy a correr. Defensa o huída. Pero una vez que me
alejo del tigre, vuelvo a la salud normal y al crecimiento. En los viejos
tiempos, el miedo duraba un período de tiempo muy corto. Entonces, si vas a
detener el crecimiento y el sistema inmunológico por poco tiempo, no tiene
demasiada importancia. Actualmente, sentimos estrés las veinticuatro horas de
los siete días de la semana, los trescientos sesenta y cinco días del año.
Nunca se acaba. Y eso significa que cada día estás comprometiendo tu
crecimiento y la acción del sistema inmunológico por el estrés de las hormonas.
El resultado es el malestar y la enfermedad. Esa es la única consecuencia de la
química del miedo. Aun así, observa al mundo actual. Lo único que nos mueve es
el miedo todo el día, cada día.
Por ejemplo, si recibes un
diagnóstico de cáncer, inmediatamente sientes miedo a la muerte, a perder a tus
seres amados, ya sabes, es el peor lugar al que puedes ir.
Para entender la manera en que la
mente controla la biología, vamos a hablar de algo con lo que todo el mundo
está familiarizado: el efecto placebo. Tengo una enfermedad y el médico me dice
que tiene una nueva droga, la mejor para mi enfermedad, Incluso es de color
morado, así que es mucho más poderosa y me va a sanar. Me convence de que la
percepción de la droga va a sanarme. Tomo la droga, mejoro y luego me doy
cuenta de que esa droga era una pastilla de azúcar, un placebo. ¿Me curó la
pastilla de azúcar? No, la pastilla de azúcar no hizo nada, fue la creencia en
la pastilla de azúcar la que me sanó, no la pastilla. Fue mi creencia. El
efecto placebo es el equivalente de lo que podrías llamar un pensamiento
positivo. Un placebo es un pensamiento positivo: Esto me va a sanar. Y lo hace.
Grandioso.
Aquí está el mayor problema. Todos
están conscientes del efecto placebo, del resultado del pensamiento positivo. Y
la pregunta importante es esta: ¿Cuál es la consecuencia del pensamiento
negativo? Adivina qué. Es igualmente poderoso para influenciar tu vida, en la
misma medida que el pensamiento positivo, pero trabaja en la dirección opuesta.
Mientras que el placebo, el pensamiento positivo, puede sanarte de lo que sea,
el nocebo o creencia negativa puede de hecho generar cualquier enfermedad y
causar la muerte solo porque lo creíste. Y esto es importante, porque si dejas
de lado el rol de las creencias negativas has omitido al personaje más
influyente de nuestras vidas. Un psicólogo te dirá que la mayoría de nuestras
creencias son negativas y desempoderantes y, por consiguiente, cada día nuestro
pensamiento negativo nos está quitando la salud porque libera hormonas de
estrés que detienen el crecimiento y el sistema inmunológico, abriendo paso a
la enfermedad. Entonces, creencias positivas o negativas son igual de poderosas
a la hora de moldear tu vida, solo que trabajan en direcciones opuestas.
Entonces, el peligro de un
diagnóstico...
La desafortunada situación que
tratamos día a día es que la mayor parte de nuestra vida –un 95%- vivimos a
través de programas. El aspecto significativo de la salud es que la mayoría de
las personas que crecen adquieren un comportamiento asociado al hecho de que
cuando alguien está enfermo, tiene que ir al médico. ¿Qué se programa con esto
en un niño con menos de siete años? La respuesta es esta: No soy responsable de
mi salud, de mi cuidado, el responsable es el médico. Y después compramos la
opinión del médico como la verdad y como la función de la mente es tomar
nuestras creencias, nuestra verdad como la vemos y convertirla en biología,
entonces una verdad negativa puede convertirse en una biología negativa. La
mayoría de los diagnósticos son muy negativos, en el sentido que son el
equivalente al efecto nocebo, una creencia negativa que ocupa nuestra mente. El
doctor le dice a un paciente que le quedan unos tres meses de vida. Entonces el
paciente tiene realmente tres meses de vida o la sentencia de muerte prescrita
por el doctor se cumple en tres meses y podríamos decir que el médico lo sabía
no es así. El médico le prescribió la muerte en tres meses porque la mente
estaba programada con un nocebo, una creencia negativa: Solo me quedan tres
meses. Ese es un reloj que ahora va en cuenta regresiva y dice que el tiempo se
despliega. El destino va a traducir la creencia, una enfermedad terminal en una
realidad.
Una persona puede obtener un
diagnóstico errado, el médico toma la carpeta equivocada, se sienta, le dice al
paciente: Lo siento, tienes tres meses de vida, tienes este cáncer, está por
todo el cuerpo, bla, bla, bla. El paciente realmente no tiene cáncer, pero
adivina qué. El diagnóstico pondrá en su mente un programa de cáncer y la
función de la mente es tomar la imagen y traducirla en una química que después
controla las células. La mayoría de los diagnósticos son muy negativos, no son:
Te vas a poner bien, estás sanando, maravilloso, la vida es grandiosa. Casi
todos tienen un resultado negativo. Placebo. Nocebo. ¿Qué es esto? Consciencia
que controla la biología.
Si le das el poder a alguien más y
compras su verdad, se convertirá en tu biología. Si quieres simplificarlo en la
forma más sencilla, más fundamental posible, es que la mayoría de nosotros,
cuando éramos jóvenes, jugábamos con algo llamado Colorear por números. Tienes
una imagen dividida en pequeñas piezas con números en cada una de ellas. El
número refleja un color en el set de pintura. Luego tomas el color del número y
lo rellenas en ese lugar. Luego lo observas y te convertiste en Picasso,
creaste esta pintura gigante. Aquí hay una conclusión simple. La función de la
consciencia cerebral en la salud es colorear por números en reversa. Significa
que comienza con una imagen en tu mente y el cerebro descompondrá la imagen en
números, pero los números no reflejan pigmentos, color, reflejan neurohormonas,
neurosecreciones. La mente toma una foto, el cerebro convierte la imagen en
química que luego ajusta al cuerpo para hacer una imagen tridimensional de la
foto. Comenzamos con una foto en nuestra mente y creamos un cuerpo que haga
juego con la foto. Si comienzas con un diagnóstico negativo, la mente usará esa
imagen y el cerebro la traducirá en la química que manifestará el diagnóstico.
Los médicos dicen que vas a morir en tres meses, morirás aproximadamente en
tres meses, no porque era necesario sino porque la imagen, el nocebo, la
creencia negativa se convertirá en biología.
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