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lunes, 2 de abril de 2012

NOAM CHOMSKY Y LAS 10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA










Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación Mediática . 
El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios:



1.LA ESTRATEGIA DE LA DISTRACCIÓN.

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2.CREAR PROBLEMAS Y DESPUÉS OFRECER SOLUCIONES..

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. LA ESTRATEGIA DE LA GRADUALIDAD.

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. LA ESTRATEGIA DE DIFERIR.

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. DIRIGIRSE AL PÚBLICO COMO CRIATURAS DE POCA EDAD.

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. UTILIZAR EL ASPECTO EMOCIONAL MUCHO MÁS QUE LA REFLEXIÓN.

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. MANTENER AL PÚBLICO EN LA IGNORANCIA Y LA MEDIOCRIDAD.

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. ESTIMULAR AL PÚBLICO A SER COMPLACIENTE CON LA MEDIOCRIDAD. PROMOVER AL PÚBLICO A CREER QUE ES MODA EL HECHO DE SER ESTÚPIDO VULGAR E INCULTO.…

9. REFORZAR LA AUTOCULPABILIDAD.

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. CONOCER A LOS INDIVIDUOS MEJOR DE LO QUE ELLOS MISMOS SE CONOCEN.


En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información”.
Rodolfo Walsh


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martes, 6 de marzo de 2012

Emoción y Sentimiento



Sin excepción, hombres y mujeres de todas las épocas y culturas, de diversos niveles de educación y diferentes estratos económicos, experimentan emociones, perciben emociones ajenas, cultivan pasatiempos que manipulan sus emociones, y gobiernan sus vidas en gran medida buscando una emoción, la dicha, y evitando emociones desagradables. A primera vista, nada hay distintivamente humano en las emociones pues es notorio que abundan en criaturas no humanas. Lo peculiar es cómo se conectaron con ideas complejas, valores, principios y juicios privativos de la familia humana, y en esta conexión reposa nuestra legítima idea de que la emoción humana es especial. La emoción humana no sólo implica placeres sexuales o temor a las víboras. También incluye el horror de ver sufrir y la satisfacción ante la justicia, el gozo por la sonrisa sensual de una mujer hermosa, o la densa belleza de las palabras e ideas en los versos de Shakespeare; la voz cansina de Dietrich Fischer-Dieskau cuando canta Ich habe genug de Bach; los fraseos simultáneamente terrestres y celestiales cuando se interpreta a Mozart o Schubert, y la armonía que Einstein buscó en la estructura de una ecuación. De hecho, la música comercial y los filmes de poco valor también estimulan emociones, cuya potencia nunca debe ser subestimada.

El impacto humano de estos motivos de emoción, refinados o no, y de los matices emocionales que inducen, sutiles o no, depende de los sentimientos que esas emociones generan. Las emociones, que son públicas y dirigidas hacia el exterior, empiezan a tener impacto en la mente a través de los sentimientos, que son íntimos y dirigidos hacia el interior; pero el impacto entero y duradero de las emociones precisa de la consciencia, porque el individuo solo logra conocer sus propios sentimientos con la llegada de la sensación del self.

Algunos lectores se extrañarán ante la distinción entre sentimiento y saber que tenemos un sentimiento. Acaso el estado de sentir no implica, por necesidad, que el organismo sensible está consciente de la emoción y el sentimiento que se están sintiendo? Sugiero que no es así, que cualquier organismo puede representar, en patrones neurales y mentales, el estado que nosotros criaturas conscientes – denominamos sentimiento, sin llegar a saber que lo está experimentando. Esta separación es difícil de imaginar, no sólo porque el significado tradicional de las palabras ocluye nuestra percepción, sino porque propendemos a tener consciencia de nuestros sentimientos. No existe, empero, evidencia alguna de que tengamos consciencia de todos nuestros sentimientos, y mucho tiende a sugerir que no la tenemos. Por ejemplo, en una situación dada suele ocurrir que nos percatemos súbitamente de que nos sentimos ansiosos o incómodos, complacidos o relajados, y es innegable que el singular estado de sentimiento que experimentamos empezó antes del momento en que conocimos su existencia. Ni el estado de sentimiento ni la emoción que llevó a él estuvieron en la consciencia, y sin embargo se desplegaron como procesos biológicos.

Aunque a primera vista estas distinciones pueden parecer artificiales, mi intención no es complicar algo sencillo sino escindir algo bastante complicado en partes capaces de ser enfocadas separadamente. Con el propósito de investigar estos fenómenos distingo tres partes del procesamiento a lo largo de un continuo: estado de emoción, que puede ser desencadenado y ejecutado de un modo no consciente; estado de sentimiento, capaz de ser representado no conscientemente, y estado de sentimiento hecho consciente, esto es, conocido por el organismo que experimenta emoción y sentimiento. Creo que estas distinciones ayudan cuando intentamos imaginar los soportes neurales de esta serie de sucesos en el ser humano. Además, sospecho que algunas criaturas no humanas que muestran emociones, pero en apariencia no cuentan con la calidad de consciencia que nosotros poseemos, pueden dar forma a las representaciones que denominamos sentimientos sin percatarse de ello. Alguien puede sugerir que tal vez debiéramos tener otra palabra para sentimientos no conscientes, pero no existe. La alternativa más cercana es explicar lo que queremos decir.

En pocas palabras, para que los sentimientos influyan en el individuo más allá del aquí y ahora tiene que estar presente la consciencia. Las consecuencias fundamentales de la emoción y el sentimiento humanos dependen de la consciencia, hecho cuya importancia no fue bien calibrada en su momento. Es probable que en el proceso evolutivo la emoción apareciera antes que la consciencia, y se situara en la superficie en cada uno de nosotros debido a inductores que solemos no reconocer conscientemente. Pero los sentimientos desempeñan sus efectos más fundamentales y perdurables en el teatro de la mente consciente.

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