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sábado, 30 de octubre de 2021

SANA TUS GENES HEAL Summit Bruce Lipton Primera parte





¿Qué ha cambiado desde que cambiaste de dirección hacia la nueva ciencia? ¿Qué es la nueva ciencia?

Bruce Lipton:

Fui muy científico muy afortunado porque en 1968 estaba aprendiendo a clonar células madre, de modo que estaba en el lugar correcto en el momento oportuno para hacer algunos descubrimientos interesantes. En ese entonces, solo un puñado de personas en todo el mundo sabía qué era una célula madre. Son células embrionarias. Las tenemos en el cuerpo siendo adultos porque cada día perdemos por desgaste normal cientos de billones de células de piel, de cabello. Cada tres días reemplazamos el recubrimiento completo del aparato digestivo. Si pierdo esa cantidad de células por día necesito reemplazarlas para mantenerme vivo y ese es el trabajo de las células madre. Una vez que naces dejas de ser un embrión, ya no puedes seguir tomando las células embrionarias, así que entonces las llamamos células madre, aunque sean células embrionarias.

Una de las cosas más importantes que descubrí al clonar células madre fue que si pongo una célula madre aislada en un cultivo, esta se divide cada diez o doce horas. Al principio hay una, dos, luego cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos. Se duplican, así que en una semana hay cincuenta mil células genéticamente idénticas en la placa de Petri. Pero el hecho más importante es que todas son genéticamente idénticas porque provienen de una única célula madre. El experimento que hice fue el siguiente: Dividí las células en tres placas de Petri diferentes y cambié la composición química del medio de cultivo en cada una de las tres placas para que hubiera una leve diferencia en el medio de cultivo, que es el equivalente de la sangre. Si estoy cultivando células de ratones, lo que hago es buscar sangre de ratón, veo de qué está hecha y después hago una versión sintética de ese medio de cultivo; si estoy cultivando células humanas, observo la composición de la sangre humana y creo un medio de cultivo basado en eso. Esa es la clave. Células genéticamente idénticas en tres placas con una ligera diferencia de entorno debido a la química. En la primera placa, las células forman músculo, en la segunda forman hueso y en la tercera forman grasa. ¿Qué significa? ¿Qué controla el destino de las células? Todas las células eran genéticamente idénticas, ¡el entorno seleccionaba la actividad genética de las células! Y eso es completamente diferente a lo que estaba enseñando en ese momento a los estudiantes de Medicina, el concepto del determinismo genético, que dice que tus características, tus rasgos, comportamientos y emociones, todo eso está relacionado con la presencia de tus genes. Pero resulta que esto no es cierto. En realidad, está relacionado con el entorno.

¿Cuál es el significado profundo de la investigación? Simple. Si los genes controlan tu vida – y hasta donde sabemos no escogimos los genes con los que vinimos, y si no nos gustan los rasgos que tenemos, no podemos cambiarlos -estás atrapado con tus genes y ellos controlan tu vida. Eres víctima de tu herencia. Si hay antecedentes de cáncer, o Alzheimer, o diabetes en tu familia y heredas los genes, puedes anticipar que tú también tendrás los mismos resultados. Entonces, vamos a ser víctimas cuando decimos que los genes controlan nuestras vidas. ¿Qué descubrí al estudiar las células madre? Descubrí que cambiando el entorno cambio la expresión de las células. Yo soy el que puede cambiar el entorno, yo soy el maestro de mi genética. No soy víctima de mis genes. Soy el que puede cambiar el entorno, y lo más importante, mi percepción del entorno. Y eso es lo que controla el destino de las células.


La naturaleza de la biología es sencilla. Los organismos biológicos adaptan su biología para encajar en un ambiente. Una célula lee un entorno y luego ajusta su genética y su actividad al medio ambiente. Ahora bien, tenemos un problema y es este. Digamos que estamos observando la actividad de las células hepáticas en el cuerpo, las que deberían estar ajustándose a lo que está sucediendo en el entorno, pero ¿Cómo saben lo que está sucediendo en el entorno si no están en contacto directo con él? Las células hepáticas no están tocando el entorno, depende del sistema nervioso enviar la información dentro del cuerpo para que las células ajusten su biología y coincidan con lo que está sucediendo en el mundo.

Bueno, solo hay un problema. La conciencia es una interpretación, así que mi mente está interpretando el entorno y no envía la información real del entorno, sino mi interpretación. Tiene relevancia porque yo podría vivir en un entorno perfecto, saludable y feliz que me va a sostener, pero si percibo que es un entorno negativo, entonces las células de mi cuerpo no saben que es un entorno saludable. Ellas solo ven la percepción que les envío y por eso la percepción se convierte en algo tan importante. Si cambio mi percepción, si cambio mi mente, cambio las señales que entran, ajustando la función de la célula. Esto es muy, pero muy significativo: No soy víctima de mis genes porque yo –gracias a mi habilidad de cambiar mi entorno y mi percepción del mismo- puedo controlar mi actividad genética. No soy una víctima de mi herencia. Soy el maestro de mi actividad genética.

¿Cómo podemos cambiar nuestra percepción del entorno?

Entendiendo cómo lidiamos con el entorno y la percepción. El hecho más importante que tenemos que mencionar en este punto es que hay una mente entre el entorno y mis células. Y cuando digo “mente”, todos piensan en una única entidad: la mente. Y esto no es enteramente cierto por esta razón: La mente está compuesta por dos elementos independientes que funcionan juntos y tienen funciones diferentes y aprenden de formas distintas. Es nuestra inconsciencia de ello la que crea el problema, porque cuando hablamos de la mente pensamos que hay una sola y hay dos mentes con diferentes percepciones y diferentes actitudes ante la vida. Existen la mente consciente y la mente subconsciente. La diferencia es profunda. La mente consciente –la última evolución del cerebro- es la mente creativa. ¿Qué quieres para tu vida? Creatividad. La creatividad es la respuesta de la mente consciente, es la que puede ver el futuro, es lo que hace que los seres humanos sean mucho más poderosos que los organismos inferiores, porque la mente creativa consciente nos permite no solo tener una respuesta de estímulo como animales inferiores sino que entre los estímulos y la respuesta tengo creatividad, puedo cambiar la forma en que respondo a la vida, soy el maestro de eso. La mente creativa es la que nos ayudó a crear el mundo que tenemos hoy en día.

La otra es la mente subconsciente que reproduce discos; básicamente es una mente de hábitos. Aprendo un comportamiento y una vez que está allí presiono el botón y cada vez que lo presiono, se reproduce el comportamiento. Es irrelevante que sea un buen o mal comportamiento, siempre reproducirá el mismo. Entonces, cuando veo al mundo, puedo mirarlo a través de mi mente consciente, deseos y propósitos, para decir: Esto es lo que quiero para mi vida. O, como la mayoría de nosotros hacemos sin saberlo, vemos el mundo operando a través de la mente subconsciente de los programas de cómo interpretar la vida y cómo responder a ella. Es relevante, porque los programas en la mente subconsciente básicamente descargan comportamientos de otras personas: tu madre, tu padre, tus hermanos, tu comunidad. En los primeros siete años de vida estuviste descargando comportamientos al observar a otras personas, y por lo tanto, las respuestas conductuales fundamentales en tu mente subconsciente no son tus deseos y propósitos, en realidad son copias del comportamiento de otras personas. El problema es que si estoy operando desde mi mente consciente, estoy controlando mi vida de la manera que quiero. Pero cuando estoy operando desde la mente subconsciente, estoy en un comportamiento automático, reproduciendo programas que he adquirido de otra personas y que no necesariamente me benefician.

El último aspecto importante es este. Podrías decir: Entonces ¿por qué debería ejecutar mi mente subconsciente? Podría usar mi mente consciente. Y esa es una muy buena idea, excepto por este problema: Cuando pensamos, la mente consciente se compromete. Yo digo: ¿Qué harás el lunes a las dos? Si en realidad contemplas eso, simplemente piensas en ello. ¿Dónde está la respuesta? No está ahí afuera, está aquí adentro. Entonces, en el momento en que me pregunto qué voy a hacer el lunes a las dos, mi consciencia se dirige al interior, a la pequeña agenda. ¿Qué está pasando? En el momento en que estoy pensando, significa que no estoy prestando atención. Y eso es cierto. ¿Significa que dejo de hacer algo hasta que mi pensamiento termina? Camino por la calle, tengo un pensamiento, me paro, oh, el pensamiento finalizó, ¿ahora puedo caminar de nuevo? No. Esta es la parte crítica. Cuando la mente consciente está comprometida en el pensamiento, el subconsciente es el programa predeterminado, el piloto automático. Mi mente consciente podrá estar ocupada, pero mi mente subconsciente llevará a cabo cualquier tarea que esté haciendo: caminar, manejar el auto, comunicarme con otra persona. No necesito mi mente consciente para eso, ya tengo programas sobre cómo hacer esas cosas.

Cuando estamos pensando, no estamos usando la mente consciente para controlar nuestras vidas. Es el potencial control personal. Cuando pensamos, predeterminamos programas subconscientes. Y ahí es donde surge el problema. A) Los programas del subconsciente que están reproduciéndose vinieron de otras personas; B) La mayoría de los programas, el 70% de ellos, son negativos, desempoderantes y autosaboteadores, C) Cuando reproduzco estos programas, la razón por la que lo estoy haciendo es porque mi mente consciente está ocupada en el pensamiento un 95% del día.

¿Cuál es su relevancia? Si la mente consciente se dedica al pensamiento y estoy reproduciendo un programa del subconsciente, entonces el que no observo mi propio comportamiento soy yo, porque mi observación está dentro de mi cabeza, pensando. Entonces, no estoy observando el comportamiento automático que se está reproduciendo. Eso significa que el 95% del día no estamos operando desde los deseos y propósitos de la mente consciente o desde lo que queremos porque el pensamiento está funcionando por defecto desde el subconsciente.

¿Es relevante? Bueno, la mayoría de esos programas son negativos y desempoderantes o autosaboteadores y son invisibles. Cada día me levanto y digo: Hoy voy a salir por mis deseos y mis propósitos, voy a encontrar amor y el mejor trabajo que pueda, voy a encontrar salud; esa es mi intención, mi deseo y mi propósito. Y salimos a la mañana a todo vapor y volvemos a casa a la noche con el rabo entre las piernas. No sucedió hoy. Luego miramos alrededor y decimos: Bueno, no soy yo, porque yo salí con la visión para el éxito, entonces soy una víctima, mi vida no está bajo mi control y no tengo éxito porque el Universo no me está ayudando. Esa es la percepción. Y resulta que esto está completamente errado. El 95% del día estuviste disparándote a ti mismo en el pie con programas subconscientes malos y al final del día miras tu pie ensangrentado y te preguntas quién lo hizo. Y te lo hiciste tú mismo.

Entonces, ¿Cuál es la nueva biología? La nueva biología dice que estamos ejecutando programas el 95% del tiempo. La mayoría de los programas son negativos, desempoderantes, autosaboteadores. Cuando efectivamente operamos desde la consciencia, cuando nos ponemos al volante y manejamos el vehículo con deseos y propósitos, ¿Qué piensas que manifestamos? La respuesta es hermosa porque la ciencia descubrió que la única vez que las personas hacen esto sin siquiera saber lo que están haciendo, es cuando se enamoran, porque cuando se enamoran se mantienen conscientes. La razón es simple. Lo que has estado buscando durante toda tu vida se aparece frente a tu rostro. ¿Vas a permitir que tu mente se vaya a divagar? Esto es lo que quiero, por esto estoy así. Y es interesante, porque cuando te enamoras, ese primer período, el excitante período que llamo luna de miel, piénsalo, la vida era hermosa sin importar cuán alocada fuera tu vida hasta que conociste a esa persona y te enamoraste. Al día siguiente, sientes que la Tierra es el Cielo, todo es hermoso, la vida es grandiosa, maravillosa, ¡estás tan enamorado! Y luego, durante ese período de amor, si te pregunto cómo es tu vida, respondes: ¡Amo mi vida, es genial, maravillosa! Ya sabes, el día antes de conocer a esa persona no parecía ser así y luego la conoces y la vida cambia. ¿Qué sucedió? La respuesta es simple. La ciencia ha reconocido que en el instante en que nos enamoramos así, nos mantenemos atentos, conscientes, porque es relevante. Mantenemos nuestras manos en el volante con la mente consciente, operando para los deseos y propósitos. La luna de miel es la manifestación de los deseos y propósitos. Porque para esto estoy operando. Y digo: Sí, pero desafortunadamente la luna de miel no dura, luego vuelve la vida normal. Y sí, hay un entendimiento simple y es este: ¿Cómo creaste la luna de miel? Te mantuviste atento, dejaste de pensar. Cuando pensabas, operabas sobre los programas malos. Cuando te mantuviste atento, operaste desde los deseos y propósitos. Es grandioso, pero adivina qué. Incluso si estás enamorado, la vida continúa. Hay un punto donde tienes que manejar las cosas. Tienes un trabajo, tienes deberes, tienes cosas de qué ocuparte, tienes que arreglar el auto. Entonces ¿Qué pasa cuando esto sucede durante la luna de miel? Comienzo a pensar: Oh, tengo que hacer esto para el trabajo, me tengo que ocupar de esta tarea. Como consecuencia de pensar, dejo ir el control y luego vuelvo al subconsciente predeterminado con los comportamientos negativos. ¿Y cuál es la consecuencia de eso? Dejo de crear vida desde los deseos y propósitos y vuelvo a los programas que tenía antes de enamorarme.

Esto es relevante para la luna de miel porque tu pareja nunca ha visto ninguno de esos comportamientos negativos desde que te enamoraste, porque nunca usaste los programas subconscientes que adquiriste de otras personas. Esto se llama la luna de miel. Los dos están creando deseos y propósitos.

Luego comienzo a pensar en qué pasa cuando pienso eso y automáticamente vuelvo al piloto automático, al control subconsciente. Me digo que esos comportamientos no son míos. De repente comienzo a vomitar esos comportamientos negativos. Si mi pareja me ve y me dice: ¿Quién eres tú? ¿De dónde salió eso?, aquí hay un problema. Yo soy el que ni siquiera se dio cuenta de lo que acabé de decir porque estaba pensando por defecto en el programa automático. Mi mente consciente en el pensamiento de negación ni siquiera vio el comportamiento que acabo de ejecutar, que básicamente es negativo. Mi pareja lo ve y me acusa, me pregunta quién soy. Y yo solo atino a pensar: ¿De qué habla? ¿Por qué? Porque yo ni siquiera noté lo que acabo de decir y por consiguiente me pongo muy a la defensiva. ¿De qué está hablando? ¿Quién? ¡Yo no soy ese!

Entonces ¿Cuál es la consecuencia? Te enamoras, te vuelves atento, creas desde los deseos y propósitos, manifiestas el Cielo en la Tierra. Luego la vida se entromete y cuando eso pasa, comienzas a pensar. En cuanto piensas, comienzas a descargar programas -piloto automático, subconsciente- y esos programas surgen sin que veas siquiera lo que acabas de decir y aparentemente, porque son negativos, ofendes a las personas de tu entorno, a tu pareja. Y la luna de miel se convierte en compromisos. Aparecen nuevos comportamientos que no eran parte de la luna de miel y no son muy buenos. ¿Qué va a hacer tu pareja en respuesta a que de pronto comienzas a interpretar a tu madre o tu padre y no lo ves, y ella sí? ¿Qué va a pasar? Tu pareja es quien tiene que decir: Acepto este comportamiento en mi relación. Entonces, ya sabes, la mayoría del tiempo tenemos esta luna de miel, esto es genial. Luego sale esa cosa fea y piensas: Está bien, él es así, de modo que me comprometeré. Sí, pero este es solo un comportamiento. A medida que surgen más comportamientos subconscientes, hay más compromisos. Y mientras más compromisos, más alejado estás de la luna de miel. Y de repente la vida es como solía ser antes.

Grandioso. ¿Cómo se puede relacionar con sanar?

La observación más interesante de la historia de la clonación de células de cultivo es que la composición química del medio de cultivo determina el destino de las células. Y digo bien. Pero esas son solo células madre en una placa plástica de Petri en un medio sintético, ¿Qué tiene que ver eso con la vida real? La respuesta es simple. Cuando te miras a ti mismo en el espejo y te ves como una sola entidad, esa es una percepción errónea. La simple verdad es que tú estás hecho de cincuenta billones de células. Las células son la entidad viviente. Tú, por definición absoluta, eres una comunidad. Entonces, cuando digo “Bruce”, no estoy hablando de una sola entidad, estoy hablando de una sola comunidad de cincuenta billones de ciudadanos.

Un humano es una placa de Petri recubierta de piel y el medio de cultivo interior es la sangre. No hace diferencia para el destino de una célula que esté en una placa plástica o en una placa de piel, el destino de la célula será determinado por el medio de cultivo y su composición química. Puedes pensar: Bueno, en mi cuerpo el medio de cultivo original es la sangre. ¿Y quién controla la química de la sangre? Bueno, el cerebro es el químico. ¿Cuáles sustancias químicas debería liberar el cerebro? Ahí es donde entra la mente. La mente lee el entorno, hace una interpretación del mismo y el cerebro traduce esa interpretación en la química de la sangre. Tu interpretación de la vida determina la composición química de tu medio de cultivo: tu sangre. Y eso es lo que determina tu genética. Al cambiar tus pensamientos, cambias la química.

Doy un ejemplo simple: Me siento aquí con los ojos cerrados, los abro, veo a alguien que amo. La química del amor, la interpretación del amor, es traducida en una química muy interesante. La dopamina es el resultado del amor que es placer, la oxitocina surge del amor y se une a la fuente de placer. La vasopresina, cuando estás enamorado, es la sustancia química que se libera en la sangre y te hace más atractivo a tu pareja. Y lo más importante, la hormona del crecimiento. Cuando estás enamorado, el cerebro libera hormonas de crecimiento. Esto es relevante porque la persona enamorada brilla, se la ve saludable, y el hecho es que no es un accidente o una coincidencia, está directamente vinculado a la química de la sangre. Al estar enamorado, estoy realzando la salud y el crecimiento de mis células.

Solo para comparar la diferencia. Estoy sentado aquí y cuando abro los ojos, esta vez veo algo que me asusta. Mi cerebro traduce la imagen o interpretación de esa amenaza en una química totalmente diferente. Cuando veo algo que me asusta, libero hormonas de estrés y agentes inflamatorios. Las sustancias químicas que libero son la percepción del estrés, detienen el crecimiento de las células y realmente inhiben el sistema inmunológico. Puedes preguntarte por qué le haría eso a mi cuerpo, por qué detendría el crecimiento y atacaría al sistema inmunológico. La respuesta es simple: Cuando percibes una amenaza - en los viejos días en la escuela nos referíamos a eso como activar el sistema suprarrenal: defensa o huida- si te persigue un tigre dientes de sable, ¿Cuánta energía vas a poner a disposición para escapar?

Te doy un ejemplo. Tengo una infección bacteriana y mi sistema inmunológico está demandando energía para combatir la infección. Demanda mucha energía y si piensas al respecto, cuando estás enfermo, ¿Cuánto te cansas? La respuesta es que el sistema inmunológico está usando tanta energía que incluso te agota. Imagina esta historia. Tienes una infección bacteriana y el tigre dientes de sable te persigue. Estás a cargo de distribuir la energía. Entonces ¿Cuánta de la energía quieres que luche contra la bacteria y cuánta para escapar del tigre? Espero que tengas la respuesta. La respuesta es que quiero el 100% de la energía para escapar del tigre porque si no puedo escapar del tigre, la infección bacteriana ni siquiera va a ser un problema para mí a esta altura.

La idea es esta. Cuando tienes miedo, tomas toda la energía disponible de tu cuerpo y la usas para defenderte o huir. Detienes el crecimiento e inhibes tu sistema inmunológico. Luego la química de la sangre reorienta la genética de la actividad del crecimiento a la protección. Se excluyen mutuamente. No puedes estar en ambas al mismo tiempo.

¿Qué determina la diferencia? Primero tu percepción, después cómo tu percepción traduce la química que produce el cerebro. La química va al medio de crecimiento que llamamos sangre, que nutre y dirige la actividad de cincuenta billones de células en tu placa cubierta de piel. Esta es la razón por la que un pensamiento cambia la genética de tu actividad, porque el cerebro convierte tus pensamientos en sustancias químicas.

Grandioso. Dices que el 90% de las enfermedades y visitas al médico son a causa del estrés. Obviamente, ya no hay tigres corriendo alrededor. Las personas perciben la vida de forma estresante y eso provoca que se sientan enfermas.

Si pudiéramos engendrar el concepto de miedo en alguien -tu trabajo no es seguro, pueden aparecer enemigos, tu comida no es saludable, la contaminación te amenaza- la percepción del miedo libera sustancias químicas que detendrán el crecimiento y deprimirán el sistema inmunológico. Si piensas detener el crecimiento porque eres adulto y no necesitas crecer, recuerda que cada día tienes que reemplazar cientos de miles de millones de células que mueren a diario, así que no importa qué edad tengas, tienes que crecer todos los días. Entonces dices: Sí, pero si el miedo detiene el crecimiento, interfiere con mi vida. Y sí, pero cuando evolucionábamos como seres humanos, la respuesta al miedo era intermitente y esporádica. Si el tigre aparece, voy a tener miedo y voy a correr. Defensa o huída. Pero una vez que me alejo del tigre, vuelvo a la salud normal y al crecimiento. En los viejos tiempos, el miedo duraba un período de tiempo muy corto. Entonces, si vas a detener el crecimiento y el sistema inmunológico por poco tiempo, no tiene demasiada importancia. Actualmente, sentimos estrés las veinticuatro horas de los siete días de la semana, los trescientos sesenta y cinco días del año. Nunca se acaba. Y eso significa que cada día estás comprometiendo tu crecimiento y la acción del sistema inmunológico por el estrés de las hormonas. El resultado es el malestar y la enfermedad. Esa es la única consecuencia de la química del miedo. Aun así, observa al mundo actual. Lo único que nos mueve es el miedo todo el día, cada día.

Por ejemplo, si recibes un diagnóstico de cáncer, inmediatamente sientes miedo a la muerte, a perder a tus seres amados, ya sabes, es el peor lugar al que puedes ir.

Para entender la manera en que la mente controla la biología, vamos a hablar de algo con lo que todo el mundo está familiarizado: el efecto placebo. Tengo una enfermedad y el médico me dice que tiene una nueva droga, la mejor para mi enfermedad, Incluso es de color morado, así que es mucho más poderosa y me va a sanar. Me convence de que la percepción de la droga va a sanarme. Tomo la droga, mejoro y luego me doy cuenta de que esa droga era una pastilla de azúcar, un placebo. ¿Me curó la pastilla de azúcar? No, la pastilla de azúcar no hizo nada, fue la creencia en la pastilla de azúcar la que me sanó, no la pastilla. Fue mi creencia. El efecto placebo es el equivalente de lo que podrías llamar un pensamiento positivo. Un placebo es un pensamiento positivo: Esto me va a sanar. Y lo hace. Grandioso.

Aquí está el mayor problema. Todos están conscientes del efecto placebo, del resultado del pensamiento positivo. Y la pregunta importante es esta: ¿Cuál es la consecuencia del pensamiento negativo? Adivina qué. Es igualmente poderoso para influenciar tu vida, en la misma medida que el pensamiento positivo, pero trabaja en la dirección opuesta. Mientras que el placebo, el pensamiento positivo, puede sanarte de lo que sea, el nocebo o creencia negativa puede de hecho generar cualquier enfermedad y causar la muerte solo porque lo creíste. Y esto es importante, porque si dejas de lado el rol de las creencias negativas has omitido al personaje más influyente de nuestras vidas. Un psicólogo te dirá que la mayoría de nuestras creencias son negativas y desempoderantes y, por consiguiente, cada día nuestro pensamiento negativo nos está quitando la salud porque libera hormonas de estrés que detienen el crecimiento y el sistema inmunológico, abriendo paso a la enfermedad. Entonces, creencias positivas o negativas son igual de poderosas a la hora de moldear tu vida, solo que trabajan en direcciones opuestas.

Entonces, el peligro de un diagnóstico...

La desafortunada situación que tratamos día a día es que la mayor parte de nuestra vida –un 95%- vivimos a través de programas. El aspecto significativo de la salud es que la mayoría de las personas que crecen adquieren un comportamiento asociado al hecho de que cuando alguien está enfermo, tiene que ir al médico. ¿Qué se programa con esto en un niño con menos de siete años? La respuesta es esta: No soy responsable de mi salud, de mi cuidado, el responsable es el médico. Y después compramos la opinión del médico como la verdad y como la función de la mente es tomar nuestras creencias, nuestra verdad como la vemos y convertirla en biología, entonces una verdad negativa puede convertirse en una biología negativa. La mayoría de los diagnósticos son muy negativos, en el sentido que son el equivalente al efecto nocebo, una creencia negativa que ocupa nuestra mente. El doctor le dice a un paciente que le quedan unos tres meses de vida. Entonces el paciente tiene realmente tres meses de vida o la sentencia de muerte prescrita por el doctor se cumple en tres meses y podríamos decir que el médico lo sabía no es así. El médico le prescribió la muerte en tres meses porque la mente estaba programada con un nocebo, una creencia negativa: Solo me quedan tres meses. Ese es un reloj que ahora va en cuenta regresiva y dice que el tiempo se despliega. El destino va a traducir la creencia, una enfermedad terminal en una realidad.

Una persona puede obtener un diagnóstico errado, el médico toma la carpeta equivocada, se sienta, le dice al paciente: Lo siento, tienes tres meses de vida, tienes este cáncer, está por todo el cuerpo, bla, bla, bla. El paciente realmente no tiene cáncer, pero adivina qué. El diagnóstico pondrá en su mente un programa de cáncer y la función de la mente es tomar la imagen y traducirla en una química que después controla las células. La mayoría de los diagnósticos son muy negativos, no son: Te vas a poner bien, estás sanando, maravilloso, la vida es grandiosa. Casi todos tienen un resultado negativo. Placebo. Nocebo. ¿Qué es esto? Consciencia que controla la biología.

Si le das el poder a alguien más y compras su verdad, se convertirá en tu biología. Si quieres simplificarlo en la forma más sencilla, más fundamental posible, es que la mayoría de nosotros, cuando éramos jóvenes, jugábamos con algo llamado Colorear por números. Tienes una imagen dividida en pequeñas piezas con números en cada una de ellas. El número refleja un color en el set de pintura. Luego tomas el color del número y lo rellenas en ese lugar. Luego lo observas y te convertiste en Picasso, creaste esta pintura gigante. Aquí hay una conclusión simple. La función de la consciencia cerebral en la salud es colorear por números en reversa. Significa que comienza con una imagen en tu mente y el cerebro descompondrá la imagen en números, pero los números no reflejan pigmentos, color, reflejan neurohormonas, neurosecreciones. La mente toma una foto, el cerebro convierte la imagen en química que luego ajusta al cuerpo para hacer una imagen tridimensional de la foto. Comenzamos con una foto en nuestra mente y creamos un cuerpo que haga juego con la foto. Si comienzas con un diagnóstico negativo, la mente usará esa imagen y el cerebro la traducirá en la química que manifestará el diagnóstico. Los médicos dicen que vas a morir en tres meses, morirás aproximadamente en tres meses, no porque era necesario sino porque la imagen, el nocebo, la creencia negativa se convertirá en biología.



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Extraído https://www.manantialcaduceo.com.ar/bruce_lipton/bruce.html







lunes, 20 de septiembre de 2021

LA LEY DEL EQUILIBRIO de de DAN MILLMAN

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LA LEY DEL EQUILIBRIO

ENCONTRANDO EL CAMINO INTERMEDIO



Si la gravedad es la cola que cimienta el Universo, el equilibrio es la llave que abre Sus secretos. El equilibrio es aplicable a nuestro cuerpo, mente y emociones, a todos los niveles de nuestro ser. Nos recuerda que todo lo que hacemos, lo podemos rehacer y deshacer, y que, si el péndulo en nuestras vidas o hábitos oscila demasiado hacia un lado, inevitablemente va a oscilar al otro. Sé humilde puesto que estás hecho de tierra sé noble puesto que estás hecho de estrellas

Proverbio Servio



"Vamos a favor del viento, y por eso él todavía no ha percibido nuestra presencia," dijo la santa suavemente, dirigiendo mi mirada hacia el final del lago, donde un pájaro blanco estaba en perfecto equilibrio sobre una pierna. "¿Puedes tú mantener el equilibrio como ese pelícano?" me preguntó.

"¿Qué..., te refieres a sostenerme sobre una pierna?"

"Me refiero a sentir lo que ese pelícano está sintiendo dentro. ¿Puedes permanecer tan calmado a lo largo de tu vida cotidiana?"

"Sí ... Quizá ... No sé. Todavía estoy intentando descubrir cómo hemos llegado hasta aquí."

Ella repitió su pregunta: "Tú no sientes frecuentemente esta serenidad, ¿verdad?"

"Bien, no, supongo que no."

"Una respuesta honesta y un buen punto de partida," dijo la santa mientras se sentaba a la luz en la soleada montaña y contemplaba el lago. "Considera, por un momento, la importancia del equilibrio en el orden natural de la vida humana. Somos criaturas de moderación: No podemos nadar igual que un pez, correr tan rápido como los leopardos, o levantar tanto peso como los gorilas, pero tenemos todas estas habilidades con cierta moderación, en equilibrio."

La santa volvió a señalar al blanquecino pájaro, todavía parado al final del lago. "Cada cuerpo humano suspira en busca de un estado de equilibrio interior, de paz interior”. ¿Puedes sentir tú esto dentro de ti ahora?

En el instante que ella puso su palma de la mano sobre mi pecho, sentí invadir mi cuerpo una gran paz y tranquilizó mi mente. "Lo sientes," susurró.

"Sí." Miré con placer.

"Este sentimiento de serenidad te proporcionará un punto de referencia; aumentará tu consciencia real, y disminuirá tu tolerancia al desequilibrio, a los desequilibrios que normalmente experimentas."

"¿En qué sentido?"

"Bueno, supongo que entenderás que sirve de bien poco aconsejar a las personas tensas que se relajen si no conocen lo que se siente cuando se está relajado. Pero una vez que experimentan un estado de profunda relajación, tienen un punto de referencia; pueden notar la tensión con mayor facilidad y pueden seguir unos pasos para desprenderse de ella. Y ahora que conoces lo que se siente cuando estás en verdadero equilibrio, comenzarás a notar lo que es estar fuera de equilibrio en cualquier faceta de tu vida; funciona como una señal automática para que puedas volver a ese lugar de equilibrio en tu interior. La Ley del equilibrio se puede aplicar a partir de notar tus faltas de equilibrio."

"¿Tan simple como eso?"

Ella rio. " Muy simple, pero no siempre fácil, porque cualquiera que sea el estado físico o emocional al que estés acostumbrado – incluso si es un estado de tensión o desequilibrio extremo – parecerá normal para ti. Lo que mucha gente llama neurosis es de hecho un desequilibrio o exageración de un pensamiento, impulso, o emoción que todos sentimos de vez en cuando. Por ello cambiar a un estado de equilibrio verdadero puede causar una sensación extraña al principio."

"Entonces, ¿Cómo puedo hacer este cambio hacia el verdadero equilibrio?"

Un pez saltó sobre la superficie del lago, provocando un pequeño oleaje que radiaba alrededor de su superficie cristalina mientras la santa se disponía a responder: "Ve a ese lugar tranquilo, a ese lago dentro de ti. Mira. Escucha. Presta atención a cualquier oleaje dentro de tu cuerpo o de tu vida provocado por hacer demasiado o demasiado poco en las áreas de la alimentación, la bebida, el ejercicio, el trabajo o la comunicación."

Mientras lo consideraba, otro pensamiento surgió. "Con todo lo que está ocurriendo en el mundo hoy, emplear toda esta energía en mirar en el interior y encontrar equilibrio y serenidad parece bastante egocéntrico."

Sonriendo, la santa me invitó a que caminara con ella alrededor del lago. "Mucha gente confunde egocentrista con egoísta. Pero una vez tú encuentras tu propio equilibrio, también encuentras paz interior y poder interior para realmente marcar una diferencia en el mundo."

Se agachó y cogió una rama fina y delgada, de algunos pies de longitud, y se preparó para ponerla en equilibrio sobre un dedo. La rama se mantuvo perfectamente recta al principio; entonces comenzó a balancearse para delante y para detrás. "Los deseos y las ataduras te empujan hacia delante. El miedo, la resistencia y el esquivo te detienen. En muchas ocasiones los extremos de cualquier tipo, incluso tomar una postura rígida en cualquier cosa, te puede conducir fuera de ese punto de equilibrio que valora todas las partes. ¿Lo entiendes?"

"Eso creo, pero no estoy seguro," respondí.

"¡Estupendo! Eso quiere decir que estás preparado para aprender."

Mientras continuábamos a través del camino, me di cuenta que la santa pisaba con tanta suavidad las ramas caídas que prácticamente no podía oírla; su propio estado de equilibrio era exquisito. "Como todas las Leyes que intento compartir contigo," continuó, "la Ley del Equilibrio no es sólo una filosofía sino una forma de vida, con aplicaciones muy prácticas." Viendo mi mirada confusa, recogió una piedra, me la dio, y señaló un pino a unos diez metros. "¿Ves el tronco del árbol de allá? A ver si lo puedes tocar con la piedra."

Cogí aire, me concentré, y lancé. Fallé por unos centímetros a la izquierda. Ella me pasó otra piedra. Volví a lanzar y me acerqué más, pero todavía a la izquierda del centro. Entonces me dio cuatro piedras más, me miró a los ojos, y habló despacio. "Es importante que toques el tronco con una de estas piedras." No entendí por qué era tan importante, pero sabía que lo decía en serio; noté mi corazón acelerarse.

"¡Aplica la Ley del equilibrio!" me recordó.

"¿Cómo?"

"Ya te he dicho que cuando estás en desequilibrio, parece normal para ti. Por esta razón, sigues inclinándote hacia el lado más familiar. Por tanto, la manera más fácil de encontrar el centro es sobre corregirte – practicar deliberadamente lo opuesto de lo que estás acostumbrado a hacer. Por ejemplo, si hablas demasiado rápido o demasiado flojo, para que la gente te entienda, entonces deberías deliberadamente hablar de una manera que a ti te parezca demasiado lenta o demasiado alta."

"Y ya que he lanzado demasiado hacia la izquierda," dije, "debería intentar lanzar muy a la derecha. ¿Verdad?"

"Correcto," dijo ella.

"El problema es que sólo me quedan cuatro intentos; no quiero errar el centro ni por la izquierda ni por la derecha. Quiero darle."

"Estoy segura de ello. Pero una vez hayas trabajado con los dos lados, es mucho más fácil encontrar el centro, sea el de un árbol o cualquier otra cosa."

"Entiendo," dije.

"Hacer es entender," contestó, señalando el árbol.

Dubitativamente, pero con ganas de probar la Ley, deliberadamente lancé hacia la derecha; para mi sorpresa, volví a errar hacia la izquierda de nuevo.

"Lo ves," dijo la santa. "Acostumbrado a lo que haces normalmente – a lo que sientes como normal – no has corregido lo suficiente. Esta es la razón por la que modificar cualquier hábito es difícil, y es por eso que la gente aprende tan despacio. ¡Esta vez sé audaz! ¡Asegúrate que los dos próximos lanzamientos son a la derecha del árbol!"

Me aseguré del todo: La primera piedra fue dos metros a la derecha; y lo mismo con la segunda. "Mi último intento," dije nervioso.

"La ley del equilibrio te ayudará," dijo ella, "y yo también." Me dirigió hasta el árbol hasta que me encontré a sólo dos metros. "Nadie dijo que tenías que complicarte tanto la vida," añadió con una sonrisa. "Si te fijas, estás demasiado lejos, ¡acércate más!"

Riendo, toqué el árbol de pleno.

Mientras continuábamos el camino alrededor del lago, la santa habló sobre otro aspecto de esta ley: "El equilibrio comienza con la respiración," dijo. "Inspirar y expirar son los ritmos primitivos de la vida misma. Inspirando encuentras inspiración; expirando encuentras desahogo. Inspirar y expirar – nacimiento y muerte con cada respiración.

"Siente tu respiración ahora," dijo ella. "Date cuenta de qué manera los ritmos de tu respiración están desequilibrados, al igual que tus emociones. Cuando sientas furia, acéptala completamente, y lleva tu respiración al punto de equilibrio. Cuando sientas lástima, abrázala con cariño, y lleva tu respiración al punto de equilibrio. Cuando sientas miedo, hónralo, respira profundamente y encuentra tu equilibrio.

"Cuando exhalas, das; cuando inhalas, recibes. Si recibes más de lo que das, sientes ese desequilibrio como una necesidad de reciprocar y completar el círculo de relaciones. Si das más de lo que recibes, sientes cansancio, y eventualmente te quedas sin nada más para dar."

"He leído sobre santos que dieron mucho y recibieron muy poco."

"Eso es lo que puede parecer, pero tales seres viven en un estado de abundante felicidad, y gratitud," contestó. "La ley del Equilibrio nos asegura que aquellos que dan libremente, en nombre de Dios y con generosidad, reciben en abundancia."

Mientras escalábamos camino a la cima a través de un sendero repleto de ciervos, me acordé de algo que me había dicho cuando nos conocimos. "Anteriormente me has dicho que necesitabas mi ayuda," dije, "para algún tipo de misión."

"Esto es tu preparación," me recordó. "Primero aprende la lección del pelícano. Encuentra equilibrio en tu vida y en todas las cosas. Honra la Ley y sigue los pasos a la sabiduría. Explora el abanico de la experiencia humana, pero, ya que los extremos habituales crean estrés, siempre vuelve a la base, al camino del medio. Deja que tus acciones y palabras salgan con suavidad, como el cambio de las estaciones. A partir del estado de equilibrio en tu interior, encontrarás la claridad y la paz en el mundo exterior."

Mientras las palabras de la santa se convertían en silencio, y continuábamos hacia los picos, me giré por última vez hacia el pelícano. Todavía yacía tranquilamente en el borde del lago.



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jueves, 21 de enero de 2021

LA PODEROSA EFICACIA DE LA MENTE EN LA RECONSTRUCCIÓN DEL CUERPO de TRINE RALPH WALDO









El cuerpo parece viejo o joven, según piense la mente. Todo organismo físico continuamente muere y continuamente se renueva mediante la fuerza vital. En el cuerpo humano se efectúa este proceso por medio de las células que son el elemento histológico de los tejidos constituyentes de los órganos vitales.

Son los instrumentos de que se vale la naturaleza para su obra. Formada la célula ha de trabajar, y cumplida su finalidad muere y otras nuevas la substituyen. Este proceso de formación de las nuevas células se efectúa mucho más rápidamente y con mayor uniformidad de lo que cabe imaginar. La forma del cuerpo permanece aparentemente la misma, mas sus elementos constitutivos están en constante mudanza.

La fuerza vital que obra bajo la dirección y guía de la mente subconsciente es el motor de la incesante renovación de células. Sin embargo, la mente subconsciente está sujeta a la influencia de la consciente, y esto es lo que a todos nos interesa conocer. Es innegable que podemos determinar las condiciones del cuerpo y por lo tanto también podemos determinar las condiciones de la vejez, si no tardamos demasiado en determinarlas.

Si fuera posible establecer divisiones arbitrarias de las épocas de la vida, las enumeraría del modo siguiente:

Juventud, desde la infancia a los cincuenta y cinco años; edad madura hasta los sesenta; edad proyecta hasta los setenta y cinco; ancianidad hasta los noventa y cien.

La mayoría envejecen mucho antes de tiempo y muchos ya no sirven para nada a los cincuenta y cinco o sesenta años, precisamente cuando podrían ser más útiles a su familia y a la humanidad. Esto es contrario a la naturaleza y una deplorable condición de nuestra época. No cabe duda de que un mayor conocimiento, algo de previsión y cuidado a tiempo, evitaría la prematura vejez en el noventa por ciento de los casos.

La natural ley del cuerpo es abundancia de salud y vigor. La fuerza vital que actúa siempre bajo la dirección de la mente subconsciente, siempre construye saludable y normalmente. La estructura celular está construyéndose de continuo en el cuerpo mediante la porción asimilada del alimento tomado para la nutrición del cuerpo; pero la afecta en bien o en mal, la favorece o perturba la índole de pensamientos conscientes.

De gran valor sugestivo son los siguientes párrafos de un notable autor :

"Dios ha gobernado y perpetuamente lo gobierna todo, de suerte que nuestra naturaleza propenda hacia la salud y contra el anormal estado que llamamos enfermedad. Cuando nuestra carne recibe una herida, comienza un singular proceso salutífero para reparar el daño. Así, en toda enfermedad se establece este misterioso poder curativo para triunfar de la condición morbosa... ¿No puede acelerarse este proceso curativo por una acción voluntaria y consciente de la mente, auxiliada, si es necesario, por la de otra persona?"

Mis observaciones y experiencias me obligan a responder afirmativamente. Por un esfuerzo volitivo y mental del pensamiento, la fuerza salutífera de que Dios ha dotado a nuestro organismo fisiológico, puede intensificar su acción sobre el cuerpo. Tal es el misterio de las curaciones efectuadas por Jesucristo. La ley de la acción de la mente sobre el cuerpo es análoga a la ley de la gravedad. Es posible comprender y valerse de la ley de la curación de las enfermedades lo mismo que de las otras leyes de la naturaleza.

Si mediante este proceso es posible alterar las condiciones físicas del cuerpo, aun después de establecidas, ¿no será posible y aún más fácil determinar desde luego la clase de estructura celular del organismo? Opinan los más preclaros pensadores que si pudiéramos evitar el endurecimiento o acartonamiento de las células retardaríamos la vejez y prolongaríamos la juventud.

La causa de la osificación es en parte mental y en parte física, y con relación a ambas deben tenerse en cuenta las condiciones hereditarias.

Fijemos nuestra atención en ello. El alimento ingerido, o mejor dicho, el asimilado, es el material constructivo; pero la mente es siempre el constructor.

Hay mente consciente y subconsciente, es decir, que la mente tiene dos medios de expresión: la conciencia y la subconciencia. La conciencia es la mente pensadora y la subconciencia es la mente activa. La conciencia es la mente sensoria que percibe por medio de los cinco sentidos. La subconciencia es la mente interna, que preside las funciones orgánicas aun durante el sueño. La conciencia sugestiona y dirige; la subconciencia pone en obra las sugestiones recibidas.

Los pensamientos, las ideas, y aun las creencias y las emociones de la mente consciente son las semillas que recibe la subconciencia donde germinarán y producirán fruto de su misma índole. La actividad química de la formación celular del cuerpo está completamente bajo la influencia y dominio de la subconciencia que todo lo penetra.

En su obra Las leyes de los Fenómenos Psíquicos dice el Dr. Tomás J. Hudson:

"La mente subjetiva es siempre susceptible de sugestión." Cuando entendemos y apreciamos esta verdad, es fácil advertir cómo el cuerpo construye, o mejor, se construye para la salud y el vigor o para la enfermedad y la flaqueza; para la juventud y la energía o para la prematura osificación. Por lo tanto, en nuestro poder está el determinar unas u otras condiciones.

Un notable pensador ha dicho: "Cuanto establece la mente, los pensamientos habituales, las ideas fijas, acabará por concretarse en el mundo visible y tangible."

Tenemos en resumen que el cuerpo cambia por efecto de la asimilación y desasimilación, presididas por la mente subconsciente.

La subconciencia está a su vez regida por la conciencia o mente pensante, y por lo tanto, como dice Lubbock, debemos ir con mucho cuidado con lo que damos entrada en nuestra mente.

Si estando sanos nos creemos sujetos a la debilidad, al decaimiento y a la enfermedad, la mente subconsciente quedará sugestionada por esta creencia y construirá según la plantilla que reciba. Por esta razón, quienes de continuo piensan y hablan de sus dolencias o las presumen aprensivamente y las temen, nunca están sanos.

Mirarse a sí mismo, creerse, y por lo tanto representarse en la mente robusto, sano y activo, equivale a sugestionar la subconciencia, de modo que construya el tejido celular sano y activo, con abundante salud y vigor. Del mismo modo, cuando llega la edad en que de ordinario empieza la vejez, si nosotros creemos o los demás nos dicen que somos viejos y nos portamos de acuerdo con el pensamiento de vejez, proporcionamos a la subconciencia el patrón que inevitablemente producirá corporalmente las condiciones de vejez y quedaremos sujetos a su influencia, debilitando nuestra fuerza vital.

Permanecer joven de mente, ánimo y sentimientos equivale a permanecer joven de cuerpo. Envejecer a la edad en que muchos envejecen es cuestión de hábito mental. Pensar en la salud y en el vigor, vernos de continuo en esta condición, equivale a actualizar la sutilísima fuerza dinámica que se exterioriza en el cuerpo. Si la condición corporal, mediante siniestros hábitos mentales y emocionales, llega a ser anormal y enfermiza, bastará persistir en la opuesta actitud de la mente para actualizar la energía vital que restaure las saludables y normales condiciones.

Si las anormales y morbosas condiciones provienen de erróneos hábitos físicos, de la violación de las leyes de la salud, debe cesar esta violación, prestando al cuerpo la atención requerida mediante la sencilla alimentación y limpieza, aire puro, ejercicio moderado, y veréis cómo se opera lo que antiguamente se hubiera tenido por milagro.

De este modo, la mente es una sutil transformadora y curativa energía de gran intensidad según cada día está demostrando la experiencia. Por sumisión a la divina Ley hay ya muchos que se curan a sí mismos de varias enfermedades e invierten la debilidad e impotencia en fortaleza y vigor, luchando victoriosamente con la vejez. El pensamiento es una sutil y potente fuerza que inevitablemente produce efectos de su propia índole. En la edad madura debemos tener mucho cuidado en no anticipar la decrepitud, y para ello nada más a propósito que la moderación, la sobriedad, el júbilo y el sosiego, de suerte que la edad madura sea una prolongación de la prudente juventud, dando por resultado una fuerza y vigor que dilataría indefinidamente la virilidad.

Bueno es que hagamos aquí una observación a las madres respecto de la edad en que sus hijos crecidos, quieren parecer hombres. Sin duda, las madres no cometerían la locura de hacer a los diez y seis años lo que habrían de hacer a los treinta y cinco de modo que acortaran su dorada juventud.

El fértil campo de la literatura está a disposición de la mujer. Para los estudios y actividades que tanto anhelaba tiene ya una mente más cultivada, más copiosa experiencia que en otro tiempo. Se interesa 
también en los problemas sociales y cívicos con mayor sentido de su responsabilidad, hasta equipararse al hombre en derechos y deberes. De esta suerte es la mujer más valiosa para sí y para sus hijos, a quienes puede inspirar mayor confianza, respeto y admiración que si se retrajera en el pensamiento de su inferioridad. La vida, mientras estamos en el mundo, ha de ser una evolución, un progreso, pues tal es su finalidad; pero los pensamientos de quietismo y flaqueza se oponen a la evolución progresiva y osifican, debilitan, amortiguan física y mentalmente. Quien anhele permanecer joven, no han de ser para él los años venideros de abandono de la esperanza, de la dicha ni de la actividad, sino de relativo vigor, con mayor experiencia, y por lo tanto, con mayor provecho y utilidad de que resulten el placer y la dicha.

Aplauso merecen quienes no permiten que las vicisitudes les amarguen la vida, les arrebaten la fe o menoscaben las energías necesarias para la satisfacción de la vida. Aquellos que jamás permiten que se les deprima el ánimo, sean cuales sean sus individuales problemas, circunstancias y condiciones en que se hallen, sino que todo lo arrostran serenamente, son los verdaderos señores y dueños de la vida; los que alientan y auxilian a los demás. Muchos podrían añadir algunos años de salud y vigor a su vida por medio de la renovación de su mente y de una constructora, positiva y dominante índole de pensamientos.

Tennyson fué profeta cuando cantó: "Acerquémonos al lado luminoso de la duda. Juntémonos a la fe más allá de las formas de la fe, porque la fe no vacila con tempestad de palabras bélicas. Brilla al entrechoque del sí y del no. Vislumbra lo mejor en lo peor. Sabe que el sol lucirá de nuevo pasada la noche. Columbra el verano a través del invierno. Saborea la fruta antes de que la flor caiga. Escucha la alondra en el mudo huevo. Encuentra la fuente en donde, al parecer, no hay más que espejismo."



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