LIBROS -

viernes, 15 de julio de 2011

El poder de la disciplina

Aprender a tener un método sin sentirlo como un castigo nos ayudará a conseguir los objetivos que nos marquemos. Utilizarlo será la mejor herramienta para una vida plena.

En las vacaciones desconectamos de la disciplina que nos imponen las fechas de entrega, las reuniones y la lista de lo que tenemos que hacer. Intentamos no ser esclavos del reloj. La disciplina a veces nos impone renunciar a lo que nos gustaría, la asociamos a los deberes y los límites y por ello nos pone en tensión. Entonces sentimos que la disciplina es más una carga que una liberación. Pero es posible conseguir una vida plena si logramos incorporar prácticas y normas que empiezan siendo una disciplina y acaban saliendo de manera natural como desayunar cada mañana.

“Podemos sustituir el hábito de quejarnos por el de agradecer. Entenderemos el dolor y sabremos recuperar el bienestar”

La experiencia nos demuestra que necesitamos disciplina para lograr lo que queremos y llegar adonde anhelamos. Un atleta la necesita para mantenerse en forma y alcanzar unas metas. Cuando uno ama su propósito y sus metas, disfruta de la práctica y vive la disciplina como una aliada. Primero necesitamos tener una visión clara de lo que queremos y que nos motive. La motivación por satisfacer unos objetivos nos ayudará a ser disciplinados.

En otras ocasiones es la necesidad vital y de autoestima la que nos ayuda: el cuidado del ser. A nivel personal, a todos nos beneficia el dormir y el comer con regularidad en horarios más o menos fijos, y el hacer ejercicio con constancia nos lleva a tener un cuerpo más sano. ¿Qué es lo que necesitamos para estar bien? Intentemos incorporarlo en nuestro día a día. Por ejemplo, parar unos momentos para distanciarnos durante cinco minutos del ambiente, tal vez caótico, que nos rodea, de modo que podamos relajarnos y actuar con serenidad, sin impulsividad.

Otra práctica que podemos incorporar cada mañana, a modo de disciplina aliada de nuestro bienestar, es la de visualizar la jornada durante unos minutos. ¿En qué nos centraremos? ¿Qué queremos aportar a nuestro entorno? Así saldremos de casa equipados con los valores y las actitudes que nos ayudarán a afrontar las situaciones con valentía, paciencia, tolerancia, amor, determinación, y/o asertividad.

Disciplinar nuestra mente para controlar nuestros pensamientos nos permitirá gobernarlos y adoptar actitudes saludables. Asumiremos la responsabilidad de recrear nuestro destino con voluntad y perseverancia en vez de sentirnos víctimas y quejarnos por estar atrapados en una situación que nos provoca malestar. Podemos sustituir el hábito de quejarnos por el de agradecer. Para cambiar un hábito y/o sustituirlo por otro necesitamos disciplina. Podríamos hacer una lista de todo aquello por lo que podemos dar las gracias. Por estar vivo, por ser quien soy, por aprender y compartir, por todo lo que he vivido. Cuando el agradecimiento se convierte en hábito, agradeceremos la experiencia del dolor. Sabremos comprenderlo y así recuperar el bienestar.

Siempre procura hacer lo máximo y lo mejor que puedas. Bajo cualquier circunstancia, hazlo lo mejor posible y así evitarás culpabilizarte, juzgarte y lamentarte (Miguel Ruiz)

Seguimos unas disciplinas u otras según el código de conducta que interiorizamos en función de nuestras creencias, cultura y relaciones sociales. En este marco siempre existe la posibilidad de incorporar el esfuerzo de hacer lo máximo y lo mejor que uno pueda. Podemos esmerarnos en pensar bien, decir palabras con sentido que den pie a conversaciones enriquecedoras y actuar con elegancia y respeto. Así no nos conformaremos con lo ordinario y nos concentraremos en mejorar. Para ello necesitamos intención y disciplina. De lo contrario, la mente se dispersa. Una estrategia eficaz es formular pensamientos positivos y usarlos como afirmaciones que fortalezcan la concentración. Podemos elaborar una lista de pensamientos que sean como llaves que podamos usar para abrir el caudal de positividad interior. Por ejemplo: Yo puedo”, “no me vencerán”, “soy amor”, “todo fue como tuvo que ser”, “lo acepto y lo suelto. La meditación es una práctica esencial para fomentar la concentración y llegar a ser capaces de pensar solo lo que queremos pensar. Como en todo, la meditación dará buenos resultados si la practicamos disciplinadamente.

Lo que suele ocurrir cuando nos proponemos incorporar una práctica, transformar un hábito o esforzarnos por un objetivo es que aparece el autoboicoteo. Uno mismo boicotea sus propósitos mediante las dudas y los temores que nos frenan y bloquean. La disciplina nos ayuda a vencer a nuestro saboteador y crítico interior que echa por tierra nuestras buenas intenciones. Basta solo con que tengamos claridad y voluntad para superarlos y así lograr nuestro propósito.

Nunca diré nada que no pueda quedar como lo último que dije, lo prometo” (Benjamín Zander)

Cuando somos conscientes del impacto de nuestros pensamientos, palabras y obras prestamos más atención. Nos disciplinamos. Pensamos antes de hablar. No nos precipitamos. Esto requiere estar alerta y recuperar nuestro poder interior para frenar los pensamientos acelerados, ciertas palabras y acciones de las que luego nos arrepentimos. Necesitamos pasar por el taller para poner a punto el freno mental. Tanto pensamiento provoca estrés, tensión y falta de claridad, y nos perdemos lo mejor de la vida: saborear este instante. Meditar es como entrar en el taller de reparaciones.

Para fortalecernos internamente disciplinemos la mente con ejercicios de positividad y silencio. Cuanto más claros sean nuestros pensamientos, mayor será su impacto. Los pensamientos son la semilla de nuestras palabras y acciones. En el silencio recuperamos fuerzas, aclaramos ideas y aprendemos a confiar en nuestra intuición. Actuamos desde el corazón.

Entre pensamiento y acción hay un espacio de unos segundos. Podemos cambiar el rumbo de nuestros pensamientos y elegir nuestra acción, para que no sea una reacción impulsiva influida por nuestras energías negativas ni las de nuestro entorno. La meditación nos ayuda a responder desde una situación de serenidad.

Una reacción puede cambiar el rumbo de nuestra vida y el de muchas otras personas. Se trata de responder desde la serenidad, con claridad y determinación, con paciencia y humildad, con amor y entrega, y con sentido del humor. Solo cuando hemos logrado la disciplina interior de observar y pensar antes de reaccionar somos capaces de responder así.

La meta es manifestar la divinidad potencial de cada uno controlando la naturaleza exterior e interior. Consíguelo mediante la práctica disciplinada y sé libre
(Swami Vivekananda)

Si queremos vivir lo esencial, lo que realmente nos importa, los valores como la paz, el amor, la felicidad, y queremos experimentar el sentido de nuestro ser y nuestro estar es indispensable aprender a gobernar los impulsos dominados por el ego y todas sus ramificaciones (deseos, avaricia, orgullo, soberbia, apego, lujuria, ira, miedo, pereza y envidia). Esto implica dominar los propios deseos compulsivos, con el objetivo de llegar al yo esencial para poder trascenderlo y relacionarnos con el otro desde la autenticidad. Cuando gobernamos nuestros impulsos podemos centrarnos en expandir y expresar nuestro ser auténtico. Controlamos desde la comprensión, no por la vía de la represión ni de la fuerza. La represión nos lleva a la enfermedad y a la desnaturalización del proceso necesario para alcanzar la verdadera iluminación.

ESTAR BIEN

Si nos sentimos bien podemos afrontar las adversidades y vivir los imprevistos con más energía y soltura. Seremos más creativos sin bloqueos internos. La disciplina emocional nos ayuda a mantenernos bien. No nos engañemos: estar bien no depende de que nuestro alrededor esté en armonía. Depende de que nosotros estemos en armonía. Si estamos centrados seremos como un faro estable ante las olas, los vientos y las tormentas. Enraizados en nuestros valores, aceptando lo que es como es, sin resignación ni frustración, seremos capaces de saborear el instante sin reacciones desmesuradas.




de la Web

jueves, 9 de junio de 2011

Psiconeuroinmunologia





LO QUE EL CORAZON QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA


Esta es una entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Fellow de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.


Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente


Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa)

IMA SANCHÍS - 18/10/ 2004

- Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?

-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.


* ¿Psiconeuroinmunobiología?


*Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.

* ¿De qué se trata?

*Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.

* ¿Qué tipo de cambios?

*Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

* ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?

*Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

* ¿Cambiar la mente a través del cuerpo?

* . Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.

* ¿Dice que no hay que ser razonable?

*Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.

* Exagera.

-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretacion de la realidad.

* Más recursos...

* La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.

* ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?

-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".

* ¿Seguro que no exagera?

* No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.

* ¿Hablamos de filosofía o de ciencia?

* Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.

* ¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?

* Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.

* ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?

* El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente. 
Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.

* Deme alguna pista.

* Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia. Ver lo que hay y aceptarlo. Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.


💗



http://www.pilaresdeluzvioleta.es.tl/Psiconeuroinmunologia.htm









martes, 19 de abril de 2011

VIVE BIEN, AMA CON TODO TU SER Y SÉ INMENSAMENTE FELIZ

Sai Baba en la india enseña las "cuatro leyes de la espiritualidad"


La primera dice:

"La persona que llega es la persona correcta",
es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:


"lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice:


"En cualquier momento que comience es el momento correcto".
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última:


"Cuando algo termina,termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.




miércoles, 13 de abril de 2011

LO EXPLICARÉ POR SI SOLO: LAO TSE








Podría… y agradezco a todos los hermanos de sangre humana que hicieron todo lo posible por explicar. Incalculable, incalculables los libros y escritos para explicar lo que todo el mundo aún está buscando, inexplicablemente buscan lo inexplicable. Sin cesar, sin parar, sin descansar… y lo que no se buscan y no se preguntan tal cosa, viven quizá en la superficialidad del mundo.

Podría empezar por un libro o por muchos más, muchos escritos o libros, algunos… muchos más, de tantos que veo, inexplicablemente, muchos. Los puedo ver escribiendo, pensando, tratando de ver, de descubrir tal cosa, desde épocas inmemoriales del hombre, tantos libros, tantas religiones y tantas filosofías para buscar y explicar lo que es explicable por sí solo. Y hasta algunos sufren con ello, hasta algunos sufren porque no encontraron respuestas y dejaron el plano físico.

Algunos dejaron escrita tal cosa en los astros, algunos lo dejaron escrito en la biología, otros lo dejaron escrito en las religiones, y otros… no se lo preguntan, porque preguntarse podría ser sufrir ya que aún no han encontrado respuestas y tratan de explicar lo que es explicable por sí solo.

Los hombres se afanan por explicar, porque no explicar los lleva a la vacuidad y la vacuidad del hombre sufriente perdura siempre y cuando el hombre no encuentre sus respuestas, Buscan y buscan y, ¿qué encuentran? Siempre lo mismo: misterios. Buscan y buscan y ¿qué encuentran?, siempre lo mismo: no hay respuesta.

Y el hombre perece en su propia vacuidad, porque no hay respuestas que puedan satisfacer al hombre su búsqueda inexplicable de lo que es explicable por sí solo. Te puedes apoyar en muchas filosofías, te puedes apoyar en muchos escritos y te puedes apoyar en tu propia historia, más no trates de explicar lo que es explicable por sí solo. ¿Sabes por qué? Porque tu búsqueda terminará en la vacuidad una y otra vez hasta que seas vacuo de veras. Caes al vacío cuando pretendes explicar lo que es explicable por sí solo y termina siendo inexplicable, no hay explicación alguna para lo que viene. Hay simplemente entrega, o no la hay.

No obstante agradezco a mis hermanos de sangre humana, el haber buscado tantas explicaciones para algo que por sí solo se explica.

Pero el hombre no se contenta por sentir, el hombre se preocupa más por explicar.

El hombre no se contenta con amar, busca explicar su amor.

El hombre no se contenta con morir, busca explicar la muerte,

El hombre no se contenta con agradecer, busca explicar qué es lo que agradece.

Y hasta el hombre no se contenta con vivir, busca explicar el misterio (¡oíd!) el misterio de la vida. ¿De qué misterio habláis? Si aún no he explicado lo que es explicable por sí solo.

Si, te paras en frente de la vida y ¿Qué haces? Buscas explicarla porque piensas que cuando expliques por qué eres feliz serás más feliz, y porque piensas que cuando expliques tu tristeza vas a ser menos triste. Y comprobado está que algunos hombres son más tristes porque buscan una explicación para su tristeza. Y es tan grande tu afán de explicar y es tan grande tu mente, una mente grande como los mares, como los universos que hasta buscan explicar lo inexplicable, o lo que es aún peor: lo que es explicable por sí solo. Algunos dicen: no lo comprendo, otros dicen: no creo en ello. Y algunos dicen: no me meto con misterios, los misterios no llenan mi vida. Sostenible, sostenible, los misterios no llenan la vida, sin embargo tu vida está llena de misterios y uno de los más grandes es: el que voy a explicar.

En este momento, ¿sabes?, en este momento están muriendo muchas personas y te diré que muchos de ellos mueren sin explicación de lo que voy a explicar. Y tú cómo crees que mueren ante esta falta de explicación: mueren vacuos, entristecidos y han perdido el poder de dioses en potencia… descubriste tu Dios y lo quieres explicar. Vanas explicaciones. Todos son pensamientos y te diré que hoy sufro por ello. Sufro porque buscas la vacuidad muchas veces no lo haces consciente pero buscas la vacuidad cuando te sumerges en el pensamiento de que todo es explicable, con tus palabras, con tus idiomas y tus religiones. Mares y mares han trascendido. Miles de épocas de los seres humanos y el mar no busca explicación alguna para seguir fluyendo en sus aguas. Puedo oír las montañas, puedo oír la tierra y su mantra y no lo explico. Simplemente puedo oírlo. ¿Lo entiendes? O ¿lo quieres explicar?




Una palabra que digas, o una palabra que te falte quizá y se enciende la magia de lo que para muchos es inexplicable o de lo que es en realidad lo que es explicable por sí solo.

Hoy le podemos llamar “conductas mentales”. Y escucha bien: el hombre podrá explicar lo que es el agua, pero no podrá con su mente percibir su esencia. Y tú dirás, ¿con qué percibe el hombre la esencia de todo lo que le rodea? Y te diré que el hombre percibe con lo que es explicable por sí solo. Tantos libros, tantas filosofías, tantas personas desesperadas para no entrar en la vacuidad. Y, ¿Cómo crees que estás sus almas? Están vacuas.

Tú mismo no puedes vivir. Cuando buscas explicar y encuentras una respuesta satisfactoria, ¿Qué haces? Tranquilizas tu cuerpo, tranquilizas tu mente pero tu alma todavía no lo ha entendido. Mas cuando captas la esencia de tu propia vida tu alma la percibe, y ¿Qué hace tu mente? Descansa en paz. Y explicará aquello que sea explicable desde la mente. Y aquello que es explicable por sí solo vivirá en ti.


Querrás escuchar quizás el nombre de lo explicable por sí solo, y querrás escuchar el nombre quizás de quien te habla. Y dime cuándo has explicado tu propia persona, cuándo has explicado lo que tu propia persona es. “Las conductas mentales”.

Recordaba las palabras de una muy antigua filosofía: el hombre busca saber lo que no sabe, busca vivir lo imposible, mas no vive lo posible.

El hombre no ha aprendido a vivir lo posible quizás, por eso escucho sufrimiento en su muerte. El hombre muere en muchos casos con muchas explicaciones mentales y palabras pero no en la simpleza de lo que es explicable por sí solo.

Hoy podemos decir que el hombre encuentra las más grandes de las vacuidades en los más profundos designios de la creación.


El hombre se pregunta quién es esa persona.

El hombre se pregunta qué pasará mañana



y el hombre se pregunta cómo está compuesta el agua.

Y muy pocos son los que se preguntan: quiénes son ellos mismos.

Porque tal pregunta trae vacuidad, porque intentan responderlo

Con su mente… ¿Y qué hará su mente? Lo hará sentir vacuo.

Porque quizás no tiene la respuesta que él busca.

Porque las respuestas que él busca no existen.

Existen solamente las respuestas que son sin explicaciones, sin dudas y… Con mucha entrega.

Entrégate a tu propio diálogo, con tu propia esencia y ¿sabes lo qué descubrirás? Descubrirás que no necesitas ni colores ni formas. Ni las formas ni los colores de tus hermanos. Aquellos que tanto te fastidian cuando tú eres vacuo. Porque decían los sabios de esta cultura: que los hombres encuentran su vacuidad cuando no pueden explicar su propio temor y su propio desprecio. Entonces ¿qué haces? Justificas tu propio temor y tu propio desprecio. Trampas de la mente.

Porque tu alma no te teje trampas, está vacía o plena. Tu alma lleva el más sincero de los mensajes, que tú a veces puedes explicar y a veces no. Y cuando explicas sigues vacuo y cuando lo explicas sufres demasiado. Mientras tanto tu alma ¿Qué hace? Sigue existiendo, y mientras tanto tu mente ¿Qué hace? Sigue explicando. Y tu cuerpo ¿Qué hace? Sigue sufriendo. Y tus Maestros, ¿Qué hacen? Siguen llegando para que tú no seas vacuo y para tu alma seas tú y tú tu alma.

Decían los pueblos antiguos que los hombres más grandes son los hombres que encuentran su grandeza y no que la explican o la buscan.

Es simple: tu grandeza está y tú la explicas, tu esencia está y tú la explicas. Tu alma está y tú la ocultas, ¿con qué? Con explicaciones. Una y otra vez y ¿qué te sorprende? Un día de tu existencia, ¿qué te sorprende? Te sorprende tu muerte. Algo que quedó pendiente, por cierto. Explicar tu muerte. Nada más impropio en el ser humano que explicar la muerte.

Y mientras buscas miles de explicaciones a la muerte muchos más están muriendo.

Y mientras buscas miles de explicaciones a la vida muchos más de miles están naciendo.

No entiendo qué buscas explicar.

“Un solo atisbo de tu alma a buscar y a encontrar tu esencia es suficiente para todo el resto de tus encarnaciones”.

Y cuando tu mente incide, ¿Qué sucede? Vuelves a ser ser humano, y ¿Qué sucede? Te desconectas de tu alma. Tu alma pide a gritos que tú la escuches. Y tú ¿Qué haces? Escuchas los ruidos de afuera y escuchas los ruidos de tu mente, qué hace ¿qué? Buscar explicaciones de lo que pasó, de lo que pasa o de lo que pasará. Mientras tanto todo ello está pasando.

Pasa tu presente y tú tratas de buscar explicaciones de tu pasado.

Pasa tu presente y tú tratas de buscar explicaciones de lo que quizás podría llegar a ser tu futuro y tu alma sufre. Y tú no te percatas y tu alma está plena y tú no te percatas porque ¿qué haces? Estás explicando lo más nimio que te pueda estar sucediendo del mundo.

Mentes pensantes, creativas por cierto. Pero cuando estas mentes no pueden crear lo que ya está creado ¿Qué sucede? Vacuidad. Momentos vacuos, vacíos, inexplicables, por cierto.

Escucha bien estas palabras: cuando no encuentres explicación simplemente aquiétate y disfruta. Y dite a ti mismo que estás lleno, que ya no estás vacuo y que eres más que un ser humano, que eres una experiencia de alma, que hoy tiene una mente muy digna, pero que no puede explicar todo porque lo que es explicable por sí solo no tiene explicación.

Y lo que es explicable por sí solo tiene un solo nombre:

No tiene explicación, no tiene comprensión y es un misterio

solamente para aquel que busca explicaciones.

Es sabio como el mejor de los dioses,

Es amor perfecto como el mejor de todo el amor de la creación,

Es pureza perfecta porque no tiene explicación humana,

Es trascendencia de tu alma porque no muere,

No explica la muerte porque no la tiene,

Ni explica la vida porque es vida pura,

No sufre porque no busca explicar

No se lastima porque es pureza perfecta

No se entristece porque tampoco conoce alegría,

Es ecuanimidad perfecta.

Nunca tiene sombras, porque es luz pura.

No tiene vacuidad porque tiene todo lo existente.

Y lo que es vacío, para él es plenitud perfecta también.

No tiene libros, no tiene filosofías específicas. No tiene religiones.

No tiene color Porque son todos al mismo tiempo.

No tiene experiencias porque no tiene cuerpo.

No tiene explicaciones porque es explicable por sí solo.

No tiene enemigos porque pertenece a todos

Y no tiene amigos porque pertenece a todos.

No lo busques ni debajo, ni por encima,

Ni al costado ni dentro de tu cuerpo porque no tiene espacio.

No lo busques ni hoy ni mañana ni pasado porque no tiene tiempo.

No lo busques porque está.

No lo interrogues, porque no te contestará.

No dudes de él, porque no lo sentirás.

No te avergüences de él, porque es amor puro,

Y te protege inclusive cuando tú estás demasiado ocupado con las explicaciones.

No te preocupes si está o no está porque siempre está.

No te quejes de la vida porque te desconectas de él, te escindes y te separas de él.

No critiques ni juzgues a tu par porque te separas de tu propia esencia, Y separas a tu par y te escindes de la Creación.

No te apegues al mundo, porque no podrás vivirlo con intensidad.

No creas que está separado de tu cuerpo porque tu cuerpo también tiene la esencia de él.

No lo pongas en una religión porque sufrirás con fanatismo.

Y por último: no le pongas un nombre porque tiene miles de ellos, o quizá ninguno al mismo tiempo.



Lo que es explicable por sí solo es simplemente: TU ESPÍRITU

Que algunos le llaman DIOS y otros le llamamos: TAO.


Tu camino es el camino de todos y tú lo separas por explicarlo.

Los hermanos con sus filosofías y sus libros.

Abro mi corazón y les agradezco por querer explicar lo que es explicable por sí solo. Nunca lo lograrán.

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martes, 5 de abril de 2011

TRES ALMAS, UN HOMBRE

Tres almas forman un alma; primero, a saber,


El alma de cada una y de todas las partes corporales


Ubicadas allí dentro trabajan – es el Hacedor;


Tiene la tierra para su uso; allí abajo termina el hombre,


Pero, dirigiéndose hacia arriba para ser guiado,


Crece en lo interno y nuevamente crece dentro de él


La otra alma, que ubicada en el cerebro


Utiliza a la primera, con sus experiencias,


Y siente, piensa y quiere – es el Conocedor;


Quien también a su vez dirigiéndose hacia arriba


Crece internamente; de nuevo se desarrolla en él


La última alma, quien utiliza a las dos primeras,


Subsistiendo aunque ellas la ayuden o no,


Y constituye el yo del hombre – es el Ser;


Y se apoya sobre aquél, lo utiliza


Como lo utilizó al primero, y dirigiéndose arriba


Se sostiene y es sostenido por Dios; el hombre


Se eleva en el temible punto de intercambio,


Y no necesita un lugar porque retorna a Él.


El Hacedor, el Conocedor, el Ser; tres almas, un hombre.


(Traducción libre del poema “Una Muerte en


el Desierto”, de Robert Browning).