martes

TRES ALMAS, UN HOMBRE





Tres almas forman un alma; primero, a saber,

El alma de cada una y de todas las partes corporales

Ubicadas allí dentro trabajan – es el Hacedor;

Tiene la tierra para su uso; allí abajo termina el hombre,

Pero, dirigiéndose hacia arriba para ser guiado,

Crece en lo interno y nuevamente crece dentro de él

La otra alma, que ubicada en el cerebro

Utiliza a la primera, con sus experiencias,

Y siente, piensa y quiere – es el Conocedor;

Quien también a su vez dirigiéndose hacia arriba

Crece internamente; de nuevo se desarrolla en él

La última alma, quien utiliza a las dos primeras,

Subsistiendo aunque ellas la ayuden o no,

Y constituye el yo del hombre – es el Ser;

Y se apoya sobre aquél, lo utiliza

Como lo utilizó al primero, y dirigiéndose arriba

Se sostiene y es sostenido por Dios; el hombre

Se eleva en el temible punto de intercambio,

Y no necesita un lugar porque retorna a Él.

El Hacedor, el Conocedor, el Ser; tres almas, un hombre.



(Traducción libre del poema “Una Muerte en
el Desierto”, de Robert Browning).
















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