domingo

EL CEREBRO ABDOMINAL








 

El sistema digestivo se compone de órganos primarios que forman un tracto o canal, y de órganos accesorios. Cumple la función de proveer al organismo un suministro continuo de agua, electrolitos y elementos nutritivos: conduce la comida a lo largo del tubo digestivo mediante movimientos ondulatorios (onda peristáltica), segrega jugos digestivos, digiere los alimentos, absorbe los productos digeridos, los transporta hasta el sistema circulatorio y finalmente, expulsa los desechos.

Los órganos primarios que componen este sistema son: esófago, estómago, intestino delgado, e intestino grueso. El hígado, la vesícula biliar y el páncreas son los órganos accesorios. Desde el punto de vista de Body-Mind Centering®, las vísceras que forman el tracto digestivo son una columna blanda, anterior a la columna vertebral, que va desde la boca hasta el orificio anal, que da un soporte orgánico importante al eje vertical del cuerpo en sus movimientos en los distintos planos espaciales, y al movimiento en los patrones pre-espinal, oral y espinal(1). A su vez, cada uno de los órganos, individualmente o en conjunto, puede ser utilizado para la alineación y la reorganización de la postura.

El sistema digestivo en general está asociado a la transformación de pensamientos y de ideas, al hecho de tomar aquello que nos nutre y de expulsar lo que es tóxico, al procesamiento y asimilación de información y sentimientos, a la toma de decisiones, a la acción, y a la conexión con lo substancial y con la tierra.

Cada uno de los órganos que lo componen tiene una función diferenciada, e individualmente nos brindan diferentes experiencias de integración psicofísica:

La boca es la primera porción del tubo digestivo. Realiza la masticación, la insalivación, interviene en la emisión de la voz y contiene la lengua, donde se encuentran las células sensoriales del gusto. Este es un órgano de comunicación con el exterior, con lo que nos permitimos aceptar o rechazar.

El esófago conecta la faringe con el estómago y es un elemento clave para la reorganización del cuello y la relación cráneo / cervicales. Es un espacio de transición entre el mundo externo y el mundo interior del estómago, un lugar para reconsiderar las decisiones antes de comprometerse totalmente.




El estómago es una porción dilatada del tubo digestivo. Almacena transitoriamente los alimentos ingeridos, para transportarlos posteriormente en cantidades más pequeñas al intestino para su digestión. Esto permite cubrir nuestras necesidades alimenticias con un reducido número de comidas principales (si no tuviéramos estómago, el aporte de alimentos debería distribuirse en muchas tomas en pequeñas cantidades). El estómago no solamente funciona como reservorio de alimentos: también los desinfecta a través del ácido clorhídrico que segrega, que neutraliza las bacterias existentes en lo que comemos. Desde el punto de vista de la integración psicofísica, nos conecta con el deseo, la necesidad de aceptación, la capacidad de transformar grandes unidades en pequeñas partículas para su mejor asimilación.

El intestino delgado disocia los nutrientes que llegan a él transformándolos en moléculas reabsorbibles con la ayuda de enzimas generadas por la pared intestinal, el páncreas y el hígado. También reabsorbe y transporta sustancias: los lípidos, por vía linfática hacia el conducto toráxico, todas las demás, por vía sanguínea hacia el hígado. Este es un órgano de absorción, manifiesta la capacidad para asimilar lo que hemos absorbido, para recibir lo que necesitamos y separar lo que es importante de lo que no lo es.

El intestino grueso y el recto son la última porción del tubo digestivo. El intestino delgado digiere y reabsorbe los alimentos ingeridos tan a fondo que deja poco trabajo para el intestino grueso. La función de éste último es básicamente la absorción de agua y sales, y la eliminación por el ano, en forma de heces, del producto restante. Manifiesta la capacidad para tomar una resolución, para eliminar lo que no necesitamos, para abrirnos o cerrarnos al mundo.




El hígado es el laboratorio central del cuerpo. Es la glándula más grande, y en general también el órgano de mayor tamaño. Cumple la función de almacenar y liberar proteínas, carbohidratos, lípidos, hierro y algunas vitaminas, de procesar y detoxificar muchas sustancias peligrosas para el organismo Produce urea y bilis. A nivel psicofísico nos conecta con el poder, la estabilidad, la capacidad de desintoxicar, de procesar emociones.

La vesícula biliar es una bolsa que sirve de reservorio para la bilis formada en el hígado. La bilis contiene ácidos biliares que emulsionan los lípidos en el intestino, colaborando en la digestión. Manifiesta la energía de reserva disponible para las pequeñas acciones cotidianas.




El páncreas combina dos órganos con funciones muy diferentes: una glándula digestiva (porción exocrina) y una glándula de secreción interna (porción endocrina). Es el órgano que modula la dulzura, el deseo, las aspiraciones.

Como el resto de los órganos del cuerpo, el aparato digestivo está bajo el control del Sistema Nervioso Autónomo (SNA). Pero a diferencia de otras vísceras, éste posee un sistema propio de regulación. Las últimas investigaciones en neurogastroenterología nos dicen que este mecanismo hace algo más que regular y supervisar los complejos procesos digestivos. Los plexos nerviosos del Sistema Nervioso Entérico (SNE), como el cerebro, producen sustancias que influyen en nuestro estado de ánimo.

Esto no debería sorprendernos, ya que si hacemos referencia a la sabiduría popular, en las culturas antiguas y modernas se ha tenido la conciencia de que nuestro aparato gastrointestinal es capaz de experimentar emociones. “Se me hace un nudo en el estómago”, “no lo trago”, “como una patada al hígado”, son sólo alguna de las referencias “digestivas” que utilizamos habitualmente. Un cosquilleo en la panza ante una buena noticia o la sensación de “mariposas en el estómago” ante la vista de la persona amada son la otra cara de la moneda.

El segundo cerebro

El Sistema Nervioso Entérico es la red nerviosa local del sistema digestivo, alojada en las capas de tejido que forman el esófago, el estómago, el intestino y el colon. Es una red primitiva, pero a la vez compleja. Si tenemos en cuenta que solamente en el intestino delgado existen más de 100 millones de células nerviosas, que es aproximadamente el mismo número de células que forman la médula espinal, el número total de células del SNE supera ampliamente a las contenidas en la médula.

En la evolución filogenética, el tubo digestivo (con su habilidad para ingerir, masticar, digerir, asimilar y excretar sustancias) y un sistema nervioso rudimentario aparecen en primitivos animales tubulares que vivían adheridos a las rocas, desde donde esperaban que la comida pasara cerca de ellos para alimentarse. Con la evolución, los animales necesitaron de un cerebro más complejo para asegurarse la comida y la reproducción, y desarrollaron un sistema nervioso central. Sin embargo, el sistema nervioso visceral siguió siendo necesario para que las crías pudieran alimentarse desde el momento del nacimiento, y la naturaleza decidió que era más práctico dejarlo dentro del tracto digestivo que trasladarlo a la cabeza. En animales superiores, el SNE es un circuito independiente conectado al SNC, pero que puede funcionar independientemente, sin seguir las instrucciones del “cerebro superior”. En el cuerpo humano, esta conexión entre ambos sistemas se realiza a través del nervio vago (Xpar craneal), el nervio más largo del Sistema Nervioso Parasimpático.

Embriológicamente, tanto el SNC como el SNE se desarrollan de una porción de tejido denominada cresta neural. Esto ocurre muy temprano en el desarrollo del embrión, y sólo tiempo más tarde ambos sistemas son conectados a través del nervio vago. Aunque embriológicamente podemos decir que ambos sistemas se desarrollan al mismo tiempo, filogenéticamente hablando, como vimos, el cerebro visceral aparece mucho antes, y está más relacionado con nuestro cerebro reptil y con el sentido básico de supervivencia que con la corteza cerebral que dirige y controla todos nuestros actos como seres civilizados.




El cerebro entérico recibe en todo momento información desde la cabeza, pero nadie le dicta cómo debe trabajar. Es más, el flujo de mensajes desde el vientre a la cabeza supera con creces las órdenes que llegan del cerebro al tubo digestivo. Estudios recientes indican que el 90% de las fibras del nervio vago son aferentes, es decir que trasmiten señales en dirección a la cabeza. Esto hace que el mismo funcione básicamente como una vía de información desde el tracto digestivo al cerebro, donde esa información se integra con la proveniente de otras áreas del cuerpo. Las fibras que van del cerebro al vientre a su vez informan de la relación con el resto de las funciones corporales, lo que hace del sistema nervioso entérico un lugar independiente de integración y procesamiento, un segundo cerebro. “El sistema nervioso entérico jamás compondrá silogismo, escribirá poesía o abordará el diálogo Socrático, pero a pesar de ello es un cerebro”, dice el Dr. Michael Gershon jefe del Departamento de Anatomía y Biología Celular de la Universidad de Columbia, Nueva York en su libro The Second Brain.

A medida que descendemos por el tubo digestivo, el SNC cede control a su contra parte abdominal. Desde la boca hasta la mitad del esófago, predomina el control del cerebro. La primera manifestación de la mente entérica se hace notar en los movimientos peristálticos de la parte inferior del esófago. El cerebro vuelve a tomar el control en el cardias (el esfínter que permite el paso de los alimentos hacia el estómago), donde tiene una influencia importante, ya que el vago se encarga de mantenerlo informado de lo que pasa en el abdomen, aunque el entérico puede retomar las riendas en cualquier momento. El auténtico reinado del segundo cerebro comienza en el píloro (el esfínter de salida del estómago), y se extiende a lo largo del intestino delgado, la región dedicada a la absorción de los nutrientes. En el tramo final del aparato digestivo, el SNC vuelve a mostrar su dominio, ya que el control del colon y el ano es voluntario.

Las células nerviosas del SNE se encuentran dispersas en tres plexos llamados mientérico, submucoso y mucoso. El plexo mientérico o de Auerbach inerva las dos capas musculares del sistema digestivo, y se encarga del control de los movimientos del mismo. La capa externa está formada por músculos longitudinales que impulsan la comida desde la boca al ano. Músculos circulares forman la capa interna, que presiona la comida a medida que transita por el tracto. Para que el ritmo sea suave y armónico, debe haber coordinación entre las dos capas, comenzando por la contracción de la musculatura circular que presiona el bolo alimenticio, seguida por la contracción de la capa longitudinal, que ayuda a transportarla. Si ocurre lo contrario, se produce una interrupción en el ritmo: una respuesta si – no – si, que interfiere en el tránsito del alimento.

El plexo submucoso o de Meissner se localiza en la submucosa, e inerva la musculatura de la mucosa, donde se encuentra el plexo mucoso. Ambos controlan la secreción de las glándulas digestivas, la lubricación del tracto, el flujo sanguíneo y los reflejos del epitelio (la “piel” del tubo digestivo) que entra en contacto con las substancias ingeridas.

Los plexos del SNE contienen las mismas células que encontramos en el sistema nervioso, y sensores que monitorean el progreso de la digestión. Un rico circuito intrínseco de neuronas sensitivas, motoras e interneuronas conecta los diferentes niveles del intestino y coordina la actividad a lo largo de su recorrido. Se han identificado más de treinta sustancias liberadas por las terminaciones nerviosas de los distintos tipos de neuronas gastrointestinales, entre ellas neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, diferentes opiáceos que modulan el dolor, y benzodiazepinas, compuestos químicos con el mismo efecto tranquilizante que ciertos medicamentos. ”El Sistema Nervioso Entérico es un vasto almacén químico en el que están representadas todas y cada una de las clases de neurotransmisores que operan en nuestro cerebro”, dice el profesor Gershon, Y agrega: “La multiplicidad de neurotransmisores en los intestinos sugiere que el lenguaje hablado por las células del sistema nervioso abdominal es tan rico y complejo como el del cerebro”.

Hay también similitudes entre ambos sistemas relacionadas con el efecto del sueño sobre el tracto digestivo. Durante la noche, al cesar los procesos digestivos, el SNE produce ondas lentas de contracciones musculares suaves en ciclos similares a los que el cerebro produce durante el sueño. Se ha comprobado que pacientes con problemas digestivos tienen también anomalías en el movimiento rápido de los ojos, coincidente con el período donde se producen los sueños. Esto apoya la creencia popular que dice que la indigestión trae pesadillas.

El hecho de que el sistema entérico trabaje por cuenta propia hace que los científicos estén considerando la posibilidad de que también pueda memorizar ciertas emociones, sufrir de estrés y tener neurosis propias. El New York Times publicó en 1998 un artículo mencionando la existencia de un “cerebro oculto en el abdomen capaz de producir calambres, mariposas y valium”. Para los que estudiamos y trabajamos con la intricada relación cuerpo-mente, esto no es una sorpresa.

El estudio de los vínculos entre ambos sistemas permite comprender el origen de ciertas patologías gástricas y psíquicas, y el por qué los medicamentos destinados a tratar trastornos mentales afectan a los intestinos, y viceversa. Por ejemplo, algunos antidepresivos pueden provocar trastornos digestivos, ya que actúan aumentando la concentración de serotonina, lo que puede desajustar el reflejo peristáltico, desencadenando problemas de estreñimiento o de diarrea.

Como la piel, las mucosas del sistema digestivo limitan al organismo frente al mundo, ya que los contenidos del tracto son, de alguna manera, parte del mundo externo. En función de ello, estas mucosas cumplen funciones de protección, de absorción, de secreción, de transporte de sustancias y de defensa. Dicho de otra manera, nos protegen, nos permiten asimilar, entregar, acompañar y defendernos, de acuerdo a las circunstancias. A lo largo del recorrido del tracto encontramos válvulas o esfínteres que se abren o se cierran para el paso de aquello que nos nutre o nos perjudica. Aunque la boca no es considerada tradicionalmente un esfínter, es la abertura superior del tubo, y podemos considerarla como un órgano primario para la toma de decisiones: negar – cerrar – parar, o bien: aceptar – abrir – avanzar.

Michael Gershon dice: “Cuando nuestros predecesores emergieron del cieno y adquirieron una espina dorsal, desarrollaron un cerebro en la cabeza y un estómago con una mente propia. El cerebro principal delegó las funciones digestivas a un segundo cerebro, para así dedicarse en cuerpo y alma a otros menesteres, como la caza, la huida ante posibles enemigos y la búsqueda de pareja”,

Hemos recorrido un camino bastante extenso y sembrado de desafíos y dificultades desde la época de esos predecesores. Actualmente podríamos decir que las exigencias de la cotidianeidad nos obligan a controlar rigurosamente nuestros actos desde este control central situado en el interior de la cabeza, al que hemos convertido en dueño total de nuestro cuerpo: a través de él tomamos decisiones y nos enfrentamos a la rutina diaria. Excediéndose en las funciones para la cual fue creado, el cerebro nos dicta no sólo cuándo y como debemos actuar, sino cuándo y cómo debemos comer o no comer, dormir o mantenernos despiertos, detenernos o no para atender a nuestras necesidades básicas, etc.

El cerebro abdominal nos conecta con nuestra intuición, con el sentido elemental de confort / incomodidad, seguridad / vulnerabilidad, tranquilidad / agitación que tenemos, nos informa sobre nuestro estado básico, y nos alerta del peligro. Prestarle atención y coordinar las sensaciones que nos llegan de él con los pensamientos que elaboramos en el cerebro nos permite lograr un equilibrio entre la razón y la intuición.
Silvia Mamana


Notas:
1. El patrón pre-espinal es el movimiento iniciado desde las dos columnas blandas del cuerpo, que se desarrollan paralelas al eje axial de la columna ósea. Estas dos columnas son el tracto digestivo y el Sistema Nervioso Central (cerebro y médula). El patrón oral es el movimiento iniciado desde la boca, considerada como extremidad con la capacidad de proyectarse y alcanzar. El patrón espinal es el movimiento iniciado desde la columna vertebral. Cada uno de estos patrones o tipos de movimiento tiene el sustento de aquellos que se desarrollaron ontogenéticamente con anterioridad.


💗


https://yogaymedicinaoriental.blogspot.com/2010/03/el-cerebro-abdominal.html





sábado

LA LEY DE CORRESPONDENCIA





“Como es arriba, es abajo. Como es abajo, es arriba”.
“Como es adentro, es afuera”.


Esta ley de correspondencia es una de las más importantes.

Establece que lo de afuera es una proyección de lo de dentro. Tu mundo exterior es un fiel reflejo de tu mundo interior.


Lo que es arriba es una proyección de lo que es abajo y viceversa. Esta ley declara que puedes saber lo que está pasando dentro de ti con solo fijarte en lo que está pasando a tu alrededor. Y puedes conocer cómo es el universo y otras dimensiones, tan solo observando tu interior.

“Conócete a ti mismo y conocerás el universo”.

La Ley de la Correspondencia tiene aplicaciones sin fin. Por ejemplo: considerando en un hombre el cuerpo físico como el “abajo” y su mente como el “arriba” decimos:

“como es el pensamiento de un hombre así es su cuerpo”.

Puede ser: “mente sana en cuerpo sano”, o cuerpo enfermo como manifestación de pensamientos distorsionados.

Afortunadamente en las enseñanzas de Hermes “el tres veces sabio” la enfermedad viene de la mano con el remedio: “Cambia el pensamiento y sanarás tu cuerpo”.


En el cuerpo humano todo es mente. Cada célula es inteligente y guarda la información que precisa. Además tiene la habilidad de comunicarse instantáneamente con las demás células. Estas capacidades son reales, pero no podemos verlas ni tocarlas. Por ejemplo: nos hacemos daño en el dedo gordo del pie e inmediatamente el sistema nervioso y el cerebro lo saben. Como resultado el dedo golpeado recibe la dosis adecuada de aquello que necesita para cicatrizar la herida y combatir una posible infección.

De la misma manera, en el universo también Todo es Mente. Cada célula del macrocosmos, llámese hombre, planeta, sistema solar o galaxia, posee proporcionalmente el grado de inteligencia que necesita. La interconexión entre ellas y la Mente que las gobierna también es perfecta: el Todo afecta las partes y las partes influyen a su vez en el Todo.

Puede ser que un hombre sea más pequeño que la más microscópica brizna de polvo en la galaxia, pero si un ser humano cambia, invariablemente estará alterando la esencia misma de todo el universo.

“Todo lo que hay en el universo es un fractal. Todo lo que se divide es una réplica exacta de lo que se dividió. Siempre se va dividiendo en partes iguales. Es como la mitosis celular. Nosotros somos una correspondencia del universo. Nuestro cuerpo físico es exactamente igual a como es el universo. Como es arriba, es abajo.

Lo que uno genere hacia fuera, siempre es una réplica de lo que está dentro. Si uno genera algo positivo, pero siempre le vuelve negativo, es porque tan positivo no era. Por eso no hace falta ir al universo para entender el universo. Simplemente con vivir aquí, ya estamos viviendo una correspondencia de lo que es la totalidad.

Si logramos disfrutar y vivenciar nuestra vida con la máxima felicidad y máxima libertad aquí en la materia (3ª dimensión), estamos haciendo el mismo trabajo en todas las otras dimensiones, porque todo está unificado, todo es un fractal, todo es lo mismo”.


Todo el universo funciona de forma analógica, parecida. Hay una analogía, una correspondencia entre los astros y los planetas y las cualidades y características de cada persona al nacer Cada persona, cuando nace, está influenciada por los astros y los planetas. Hay una correspondencia entre la psicología, el carácter de una persona y su horóscopo natal.

Todo lo que vemos es un reflejo de lo que hay en dimensiones superiores, todo es un fractal. El universo es como un espejo que refleja lo que hay en otros planos de consciencia, y éstos están todos entrelazados. Vamos emulándonos unos a otros hasta que alcanzamos el máximo de consciencia, el máximo de perfección. Todo son espejos paralelos, dimensiones paralelas, y una dimensión es un estado de consciencia.

Las neuronas que están en nuestro cerebro, nos permiten pensar. Nosotros, los seres humanos, somos las neuronas de la mente consciente (Dios). Este sería un ejemplo de la ley de correspondencia.

Dios es el logo solar, el sistema solar.

Los seres humanos tenemos chakras, puntos energéticos. Los chakras del logo solar son los planetas. Cuando un ser humano tiene los chakras alineados, fluye la energía de amor y es cuando llega a la perfección humana. Lo mismo ocurrirá con el logo solar y los planetas. Como es adentro, es afuera.

Toda la dinámica de la vida es un ir de dentro hacia afuera. Tu mundo externo expresivo se corresponderá con tu mundo interno pensante y emocional.

Cuando no nos gusta lo que hay fuera de nosotros, debemos examinarnos a nosotros mismos. Tu mundo externo de relaciones vendrá determinado por la persona que lleves dentro; o sea, por tu verdadera personalidad interna. Tu salud será la que configuren tus actitudes mentales internas. Tu mundo exterior de logro económico e ingresos irá parejo a tu mundo interno de pensamiento y preparación. La forma en que la gente responda y reaccione ante ti será un reflejo de tu actitud y comportamiento hacia ella.

Tu forma de conducir y cuidar tu coche se corresponderá en todo momento con tu estado mental. Cuando te sientas positivo, confiado y creas que controlas tu vida, tu hogar y tu lugar de trabajo estarán bien organizados y tu coche recibirá la atención adecuada. Si el trabajo te agobia, te sientes frustrado o no eres feliz, entonces tu casa, tu lugar de trabajo e incluso el armario donde guardas tus cosas reflejarán el estado de desorden y confusión que te invade.

En cualquier parte puedes percibir los efectos de esta ley de correspondencia. Todo se manifiesta desde el interior hacia el exterior.

Para lograr cambiar lo de afuera, todo lo que nos rodea, debemos cambiarnos a nosotros mismos. Por eso el camino siempre está en ir a nuestro interior, observarnos a nosotros mismos.

Tienes que convertirte internamente en una persona distinta si quieres conseguir externamente resultados de otra índole.

La mayoría de las personas tratan de mejorar o cambiar algunos aspectos de su vida intentando que sean los demás los que cambien. No les gusta lo que ven reflejado en el espejo de su vida y se aplican en darle brillo al espejo en vez de ir a lo que realmente es la causa del reflejo, ellos mismos. La única forma que tienes de cambiar las cosas externas es cambiar las cosas internas.

La comprensión de la Ley de Correspondencia permite la liberación de toda limitación: miedos, creencias duales de bueno, malo, justicia, injusticia, deseo de venganza, culpa, rencor, resentimiento, baja autoestima, etc.

A cada ser humano le corresponde un cuerpo físico perfecto y correspondiente con una capacidad mental de percepción que determina una personalidad específica. Este comportamiento mental va a asimilar una información de su entorno creando una personalidad en donde se instala el destino (necesidad de aprender lo que falta en el camino evolutivo de conciencia).

Desde la ley de correspondencia, los padres hacen lo mejor que saben o creen a pesar de los errores que puedan cometer, los cuales son matemáticamente correspondientes a la experiencia que necesita el individuo.



Todas y cada una de las decisiones tomadas a lo largo de la vida (desde comprensión o desde creencias) hacen parte de la ley de correspondencia para poder verificar el resultado de la misma. Es por esto que desde la ley de correspondencia no hay error sino experiencias a través de un proceso evolutivo.

En el universo todo responde a un propósito perfecto. Todo es aprovechable, tanto el sabio, como el ignorante, como el inocente tienen una función en el universo.


PRINCIPIOS QUE PERMITEN RECONOCER LA EXISTENCIA DE LA LEY DE CORRESPONDENCIA:

1. Toda situación es un aprendizaje:

El universo y todos sus procesos son pedagógicos. Obtener un resultado que genera satisfacción y poderlo repetir de manera voluntaria cuantas veces te propongas, muestra que “sabes”. Obtener un resultado que genera insatisfacción muestra que “no sabes”.

Solo la ignorancia o el “creer saber” genera ineficiencia en la vida.

Comprender este principio genera eficiencia ya que:

Saber te da las condiciones para enseñar.

No saber te indica que puedes disponerte a aprender.

2. Toda circunstancia es generada por uno mismo:

Comprender este principio libera de la culpa, el rencor, el resentimiento, el deseo de venganza, la baja autoestima, etc. y por lo tanto la somatización de todos y cada una de estas reacciones.

“Todo lo que ha sucedido en tu vida, lo que sucede y lo que sucederá, en tu interior y en tu exterior, es generado por ti mismo”. Cualquier experiencia de insatisfacción no ha sido causada por nadie sino por la interpretación de quien experimenta dicha insatisfacción.

“De la misma manera que tu no le has hecho daño a nadie, nadie te ha hecho daño a ti”. Los errores son aprovechables y generan la perfecta correspondencia para quienes requieren de dicha experiencia.

3. No hay ningún evento que no corresponda con quién lo vive:

Comprender este principio libera de la creencia de la justicia, la injusticia, la buena y la mala suerte.

Cada quien tiene lo necesario y correspondiente con su propia experiencia.

Pedir es un ejercicio inútil pero necesario. Inútil para el propósito del ser humano, y necesario para descubrir que el universo tiene un orden.

Transformar el pedir en actuar trae consigo eficiencia en la experiencia de vida. Actuar permite verificar un resultado de sabiduría o de ignorancia y la observación de este, la disposición a aprender o a enseñar y a fluir con el orden universal.

4. Estamos ubicados en el lugar que exactamente nos corresponde:

Comprender este principio libera de la creencia de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto.

Las diferentes circunstancias políticas, religiosas, locativas no son ni buenas ni malas, ni justas ni injustas. Simplemente necesarias y correspondientes con quien las vive.

Cada espíritu ha sido dirigido por maestros de ley para ubicarse en el lugar matemáticamente exacto de acuerdo a lo que este requiera para completar su proceso de evolución y expansión de conciencia.

5. Venimos a la vida con lo necesario para vivirla:

Comprender este principio libera de la creencia de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto.

Si alguien no tuviera lo necesario para vivir, simplemente no viviría. Algo diferente es querer vivir de otra manera lo cuál es una condición del ego que no se satisface con lo que tiene.

Cada quien tiene lo necesario para:

Aprender a trascender su destino (o situaciones de aprendizaje).
Desarrollar su función (actividad que permite el auto-sustento).

6. Sólo sucede lo que tiene que suceder:

Comprender este principio libera de todos los miedos.

A nivel global e individual todos los sucesos que afectan la vida corresponden matemáticamente con la persona que los vive.

Preocuparse por lo que puede pasar o no en el futuro o por lo que pasó en el pasado le quita eficiencia al presente.

7. Sólo se da o se tiene lo necesario:

Es imposible conseguir aquello que no necesites e imposible perder aquello que necesitas.

Sólo se tiene y se experimenta aquello matemáticamente correspondiente con las creencias, pensamientos y actitudes que se tienen.

Sólo se mantiene aquello que se necesita en la experiencia.

Quien agrede y se queja de lo que tiene esta en riesgo de perder lo que necesita. Todo aquello que no se valora se va perdiendo.

Comprender esta Ley Universal te libera del Miedo. Pues pones tu atención y observación en tus acciones, pensamientos y sentimientos y eres consciente de que tu vida es creada a partir de lo que tú generes.

Así como trates a los demás, serás tú tratado. De la misma manera, lo que tú pienses de los demás, los demás pensarán de ti. Y lo que tú sientas acerca de una determinada persona, ella te lo reflejará, pues es lo que tú sientes en tu interior.

RECONOCIMIENTO DEL EFECTO DE FLUIR CON LA LEY DE CORRESPONDENCIA:

Aprovechamiento de experiencias difíciles en lugar de evitarlas, luchar o pretender que no existen.

Cambios a correspondencias superiores:

Situaciones que antes eran difíciles e insatisfactorias van desapareciendo y se abre el paso a correspondencias con nuevas experiencias, lugares y personas que generan cada vez mayores niveles de satisfacción.

Mayor acceso a la abundancia, la satisfacción personal y la paz interior.

Mayor capacidad y posibilidades de servicio.

RECONOCIMIENTO Y EFECTO DE SALIR DE LA LEY DE CORRESPONDENCIA:

Cambios a correspondencias cada vez más insatisfactorias.

Lucha y desgaste ante lo que corresponde vivir: lugar, trabajo, personas, situaciones presentes.

Falta de compromiso y limitación en el servicio.

Sensación de fracaso.

Bloqueos.

Insatisfacción.

Dificultad para tener éxito.

Miedos.

Angustias.

Frustraciones.

Sufrimiento.

Baja autoestima.

etc.

💗




Extraído http://caminoaldespertarr.blogspot.com.es/2014/01/la-ley-de-correspondencia.html




lunes

DANZAS DE GURDJIEFF









George Ivanovitch Gurdjieff (1866-1949) dejó un legado de diversidad única y la expresión de una forma de pensamiento orgánica y coherente. Aparte de sus tres libros, que presentan una original visión de Dios, el universo y el ser humano, compuso también unas 200 piezas musicales y creó un intrigante conjunto de danzas y ejercicios físicos llamados “Movimientos”. Sin duda, éstos son la materia principal de su sistema de enseñanza, queriendo él mismo ser conocido simplemente como “maestro de danza”. Sus desafiantes ideas tales como “el ser humano está dormido” y “recuérdate a ti mismo siempre y en todas partes” han influenciado generaciones de hombres y mujeres de todo el mundo desde su primera aparición en Moscú en 1913. Nacido en Alexandropol, lo que es actualmente la región fronteriza entre Rusia y Turquía, desde muy joven desarrolló un profundo anhelo por una forma especial de conocimiento que él creía estaba enraizado en las tradiciones antiguas y oculto en algún lugar de la tierra. Formado en religión y medicina, a la edad de veinte años se embarcó en un viaje que le condujo a los lugares más inaccesibles de Oriente. Indudablemente, es durante estos viajes que Gurdjieff entra en contacto con monasterios, grupos étnicos y escuelas de sabiduría perenne recopilando el vasto repertorio de coreografías, gimnasias, danzas sagradas y música. En estos viajes descubrió que gran parte del conocimiento antiguo era transmitido en los templos a través de la música y la danza. Los movimientos de estas danzas formaban un alfabeto que podía ser descifrado por aquellos que estaban preparados para ello. Así, al atardecer, cuando los sacerdotes y sacerdotisas danzaban en el hall del templo, los iniciados podían leer e interpretar la verdad implantada hace miles de años en los gestos y en las posturas y que brotó de fuentes conscientes, siendo transmitida de esta manera de generación en generación. Cuando Gurdjieff vio estas danzas por primera vez, se quedó atónito y conmovido por la precisión y la pureza de las posiciones sin todavía comprender su significado. Con el tiempo descubrió que las mismas leyes que gobiernan el cosmos y la existencia entera pueden ser encontradas en la psique humana y en su estructura celular y que a través de ciertos movimientos y patrones estrictamente definidos por los bailarines, esas leyes se hacen visibles e inteligibles para aquellos que las conocen. Fue después de estos largos viajes que Gurdjieff vuelve a Rusia, poseyendo un profundo conocimiento del movimiento, la música y el ser. Así, comienza a reunirse con personas interesadas en el crecimiento espiritual y a transmitir su conocimiento, instalándose en Francia donde crea el Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre.

Gurdjieff hizo un esfuerzo supremo para desarrollar ejercicios que ayudaran a fortalecer la consciencia, la voluntad y el poder de atención, habiendo dos períodos marcadamente diferentes en la creación de sus Movimientos. El primer período sería desde 1918 hasta 1924, año en el que tuvo un accidente de automóvil, y en el que los Movimientos consistían en ejercicios obligatorios, danzas derviches, danzas-trabajo, danzas de mujeres y elaboradas ceremonias y rituales-oración. Los Movimientos de este período contienen marcados componentes étnicos y religiosos. El segundo período va desde 1939 hasta su muerte en 1949, en el que Gurdjieff organizaba clases de Movimientos casi a diario para diferentes grupos, transmitiendo nuevos Movimientos y ejercicios. En este período creó lo que se conoce por la Serie de los 39 Movimientos, en los que prevalecen los gestos y las posturas abstractas presentados en desplazamientos matemáticos y geométricos.

Gurdjieff llama a su método de enseñanza "trabajo" porque requiere de nosotros un esfuerzo real que podemos hacer de forma invisible e interna. Estamos hablando de un trabajo psicológico interno, un trabajo que requiere, no sólo de conocer las ideas sino también de aplicarlas y experimentarlas en nosotros mismos. Esta aplicación práctica nos lleva a un cambio personal que nos abre a un nuevo nivel de conocimiento que algunos han llamado "conocimiento a través del ser". Las ideas presentadas en este trabajo tienen el poder de una transformación psicológica y espiritual genuina en medio de la vida diaria. Está hecho a medida para aquellas personas que, sin escapar de sus obligaciones cotidianas, las necesitan para llevar un significado y un propósito a sus vidas. Esta enseñanza trata así sobre la posible transformación de uno mismo y la materia a explorar somos nosotros mismos. El trabajo de Gurdjieff ofrece percepciones magníficas en la idea de "conócete a ti mismo", conectándola con nuestros asuntos personales y haciéndonos comprender lo que esta idea implica realmente. La enseñanza comienza con el fundamento de que antes de poder cambiar algo en nosotros, debemos ser más conscientes de quiénes somos ahora. Gran parte de este trabajo estriba en echar por tierra las ideas e imaginaciones de lo que creemos que somos, para descubrir quiénes somos realmente. Todas las enseñanzas espirituales dicen que existe un extraordinario potencial en el ser humano, pero muy pocas personas tienen el coraje de actualizarlo.

El Trabajo provee herramientas psicológicas que pueden elevarnos más allá de la confusión y el caos pero, si deseamos tener una vida de una cualidad diferente, debemos comenzar por darnos cuenta qué tipo de vida tenemos ahora. El ser humano es un ser capaz de auto-desarrollo, es una semilla, pero esta semilla puede malgastar su potencial de crecimiento. Una persona puede sufrir una transformación definitiva, una evolución real si sabe lo que debe hacer. Nuestro propósito es transformar nuestro estado psicológico actual, el cuál está hecho de actitudes e imitaciones que hemos ido recogiendo a lo largo de años de desarrollo y como resultado de conductas inconscientes. El Trabajo nos muestra el camino a través de todas estas conductas inconscientes, de nuestras actitudes, de todas las cosas que no reconocemos y que, consecuentemente, nos dañan en nuestra vida diaria. Algo fundamental aquí es la sinceridad con uno mismo. Y esto no es fácil. De alguna manera lo sabemos, pero en esta enseñanza la sinceridad se hace aún más difícil debido a que podemos comenzar a vislumbrar cosas en nuestra forma de ser y hacer que no coinciden con la idea-imagen que tenemos de nosotros mismos. Debemos salir de la oscuridad del no conocer quiénes somos realmente, cómo nos comportamos y por qué lo hacemos de esa forma. El uso de la atención y la energía es muy importante en este proceso. Todo lo que el trabajo ofrece está basado en la práctica, en ideas verificables. No debe ser un acto de fe o una creencia, sino que debe haber un esfuerzo, un trabajo de transformación psicológica real. Ninguna de las ideas expuestas en la enseñanza de Gurdjieff se comprenderá sino nos las aplicamos a nosotros mismos. El Trabajo requiere esfuerzo psicológico a través de una auto-observación conscientemente mantenida. Estas ideas no pueden cambiar nuestra vida externa de forma directa. Lo que sí harán será cambiar nuestra vida interna y elevar nuestro nivel de consciencia, transformando así nuestra relación con la vida y, consecuentemente, transformándolo todo a nuestro alrededor.

La danza sagrada ha estado considerada como una materia principal de estudio en todas las escuelas esotéricas del Este, tanto en tiempos remotos como actualmente, preservando su profundo significado religioso y científico en su sentido real. Los movimientos que las componen tienen un doble propósito; expresan y contienen cierto conocimiento, una dimensión desconocida que revela lo que está oculto para el hombre ordinario y, a la vez, sirven de método para obtener un estado armónico del ser. Las combinaciones de estos movimientos expresan diferentes sensaciones, producen varios grados de concentración de pensamiento, crean esfuerzos necesarios en diferentes funciones y muestran las posibilidades de la fuerza individual.

Según la enseñanza de Gurdjieff, en el ser humano existen dos polos. Un polo corresponde a su potencial, a sus posibilidades reales. El otro corresponde a la forma en que vive, en estado de hipnotismo. Se contenta con una vida tolerable, al mínimo, haciendo lo posible por olvidar el drama de su mortalidad y de su no saber. Su vida gira entorno de un conjunto de intereses insignificantes y superficiales. Está esclavo del automatismo que gobierna sus pensamientos y sentimientos, estando esto estrechamente ligado con los movimientos y posturas que adopta. Es necesario, dice, que el individuo comprenda su condición actual. Intentar despertar de este sueño debería ser la dirección de su vida a cada momento. Si fuéramos capaces de pasar de nuestro nivel ordinario a uno superior, significaría que algo en nosotros ha cambiado. Los cambios están gobernados por leyes cósmicas definidas y el conocimiento de estas leyes existe y puede ser descubierto.

Los Movimientos y Danzas Sagradas que Gurdjieff nos legó proveen condiciones especiales para el trabajo de transformación y es un método de estudio que ayuda a los bailarines a despertar este potencial, el Yo permanente y unificado. Según él, introducen una serie de nuevas posturas procedentes de una humanidad consciente, proveniente de un conocimiento real, que puede abrirnos a un orden diferente dentro de nosotros, ayudándonos a salir del estrecho círculo de automatismo y hábitos.

El lenguaje de estas Danzas es matemático, de acuerdo a una medida exacta. Cada movimiento tiene su lugar específico, su duración y su peso. Las combinaciones y secuencias son matemáticamente calculadas. Las posturas y las actitudes están definidas para producir emociones predeterminadas. En este tipo de movimiento, aquel que observa puede también participar, puede leerlas como si de un libro se tratara, en el cuál una mente y una emoción de grado superior toma lugar. En la creación de estos movimientos, cada detalle tiene su significado. El más pequeño elemento es tomado en cuenta y nada se deja al azar o a la imaginación. Existe sólo un gesto, una postura y un ritmo posible con el que representar una situación humana o cósmica determinada. Otro gesto, postura o movimiento no sería verdadero. Si se produce la más mínima falta de cálculo en la composición de un movimiento, la danza sería profanada y la fantasía tomaría el lugar del conocimiento.

Durante toda su vida, Gurdjieff se dedicó a estudiar estas danzas sagradas, dominando sus principios, lo que constituye una rama del arte objetivo. Comprendiendo los principios, Gurdjieff fue capaz de transmitir verdades a través de estos movimientos. Vistos como ejercicios o como danzas, los Movimientos tienen como meta el re-equilibrio del cuerpo-mente-emociones y un nuevo orden de sus funciones. Revelan la existencia de una ciencia sagrada, una ciencia exacta capaz de abrirnos a la experiencia de otra dimensión, de otra fuente de vida, adquiriendo su significado real sólo cuando la aparición de una energía más alta nos revela otro nivel del ser. Para acercarse a esta fuente vital, es necesario atravesar un proceso, ver el estado de dependencia mental que nos divide, que limita nuestro campo de consciencia y nos hace dudar e incluso olvidar nuestro propio poder de liberarnos. Es sólo después de haber sufrido, después de reconocer la limitación, que puede aparecer una profunda aceptación y apertura. El ser interno se vuelve permeable a una acción de un orden totalmente diferente. En la práctica de los Movimientos nuestra apertura a esta acción es puesta a prueba constantemente y éste, es el ejercicio esencial.

La ejecución de las Danzas de Gurdjieff es un test que no permite el fraude. La posición y el movimiento se convierten en algo consciente. A través de una posición firme y equilibrada la presencia se mantiene sin tensión ni gasto innecesario de energía. Debe haber exactitud en el gesto, obediencia al ritmo, absoluto orden gobernando las filas de los bailarines y unanimidad de movimiento. El menor error puede echar a perder todo el trabajo. El bailarín debe tener una atención profunda, relajada, sostenida y renovada. Debe sentir la posición, tener una impresión viva de ella, la posición debe ser correcta y pura, tratando de ampliar el contacto directo entre la voluntad y el cuerpo mientras ejecuta la transición de las posturas. Esta sensibilidad no se desarrolla sólo por ella misma sino que es necesario que el participante tenga una actitud externa que corresponda con la actitud interna. El objetivo es que se produzca una abstracción de la asociación de ideas que lo absorbe y dividir la atención, a fin de que los centros no tengan libertad para desempeñarse equivocadamente.

Los Movimientos reclaman nuestro ser de diferentes maneras y esto explica su asombrosa diversidad. Algunos movimientos buscan la maestría del cuerpo a través del ritmo y la intensidad que envuelve una atención conscientemente controlada y más “masculina” en su expresión. Otros requieren mayor suavidad y una expresión más “femenina”, que nos alzan más allá de la condición humana a través de la belleza en gestos de profundo significado. La intención no es satisfacer un sentido estético, aunque lo hace, sino despertar energías latentes con la ayuda de posturas apropiadas. La danza practicada con esta intención tiene un significado completamente diferente, nos convertimos en instrumento de la energía universal.

Cuando los pensamientos y la imaginación desaparecen y solo las vibraciones del cuerpo son el centro de nuestra atención, el otro mundo se vuelve accesible. Aquí, todos los motivos de deseo y curiosidad se vuelven completamente irreales y aparece un nuevo tipo de pensamiento, liberado de forma y compuesto de una energía pura y frágil.

Gurdjieff siempre consideró los Movimientos como una parte esencial de su enseñanza. En un primer vistazo, éstos parecen sólo ejercicios de atención, pero más tarde también pueden ser entendidos como un lenguaje en el sentido de que, a través de gestos simbólicos y otros signos, posturas y desplazamientos, se expresan leyes cósmicas difíciles de percibir a través de los sentidos ordinarios, además de estar más allá del alcance de nuestra comprensión actual. Algunos Movimientos parecen ofrecer de forma bastante clara un vehículo transmisor de conocimiento que el pensamiento racional no puede alcanzar, a niveles superiores del ser humano que ordinariamente no puede asir. Se puede sentir que sucede cierto tipo de proceso alquímico que, no solamente nos da destellos del "camino", sino que nos capacita para movernos en esa dirección. Al principio, el único problema que surge trabajando con los Movimientos es el adoptar la postura correcta y la sucesión de gestos y desplazamientos que van con ellos. En esta etapa, la atención debe estar enfocada en las diferentes partes del cuerpo que tienen que representar los múltiples movimientos, simultáneamente o en rápida sucesión. Esto es bastante dificultoso, pero pronto será preciso otro esfuerzo: el momento de la cualidad más refinada posible de atención hacia la sensación de uno mismo como un todo. Durante cierto período de tiempo, nuestro acceso a esta demanda adicional de atención será torpe. No obstante, el doble esfuerzo de atención a veces aparece, trayendo consigo un sabor fugaz de libertad que, a pesar de durar poco, es tan memorable que ansiosamente se busca otra vez. Una vez que este tipo de trabajo comienza a ser posible, los Movimientos ya no son controlados sólo en referencia a una imagen mental, sino que dependen de la aguda sensación de uno mismo que mana de un nivel de atención más activo. Se podría decir entonces que el Movimiento se manifiesta a través de mí, no por mí. Esto lo cambia todo.

A pesar del deseo de hacer el Movimiento solo en referencia a una imagen mental, esto no puede tener éxito debido a que la mente no es lo suficientemente rápida para controlar el instrumento que debe producir la actividad física requerida. El cuerpo se cohíbe en su intento de cumplir una demanda que no es la acostumbrada. Los Movimientos que se realizan de esta forma, no serán ni precisos ni obedientes al tempo, apareciendo la emoción que lo confunde todo. Tal actividad permanece a un nivel ordinario y las contracciones habituales de la vida cotidiana se presentan como barreras a la fluidez correcta de energía, que intenta moverse en todas las direcciones de forma incontrolada y que es la causa principal de la falta habitual de contacto con nuestro propio cuerpo. Cuando la atención se dispersa de esta forma, los Movimientos, o no pueden ser hechos o, en el mejor de los casos, se convierten en una mera gimnasia. La des-identificación con las interferencias de la mente permite una nueva libertad de pensamiento, un mejor dominio del gesto y ayuda a mantener la atención sobre uno mismo. Por lo tanto, el punto inicial de la auto-observación debe ser el conjunto de la sensación corporal. Y es a través de esta sensación, que podemos discernir los diferentes movimientos y energías de nuestras propias funciones internas. Sin la estabilidad de esta sensación, los esfuerzos en el trabajo de la observación de sí se tornarán rápidamente en identificación con cualquier cosa que nos atraviese.

Auto-observación y niveles de sensación

La sensación puede ser experimentada en diferentes niveles, dependiendo del grado de atención y relajación de cada uno. Estos niveles son:

La sensación automática y superficial de los dolores.

La sensación más sutil de la temperatura, el movimiento y el tacto.

 La sensación de hormigueo de la totalidad de la piel.

La sensación compacta del peso y la forma del cuerpo.

La sensación vívida de la estructura interna de la fascia, músculos, órganos, huesos, etc., incluyendo las tensiones.

La sensación vibrante e integradora de los campos energéticos del cuerpo y los circuitos que conectan todas las funciones del ser.

La sensación profunda y acompasada de espacio y silencio que se encuentra en el corazón de nuestro ser somático. Esta es una etapa crucial en el trabajo de auto-observación porque sólo experimentando la sensación como ambos, espacio y silencio, que podemos abarcar la totalidad de nosotros mismos. Es en este "abarcar" que comienza la transformación de uno mismo.

Así, se puede comprender que la llave del auto-conocimiento y de la auto-transformación se encuentra en nuestros sentimientos y emociones. Gurdjieff deja claro que nuestros sentimientos y emociones son los caballos que conducen el carruaje de nuestro cuerpo. Ellos dan forma y reflejan nuestras relaciones y actitudes hacia nosotros mismos y hacia el mundo.

Cuando el movimiento es correcto, este produce un sonido. Una influencia especial que puede ser recibido por aquellos que escuchan. Es como una reverberación de vibraciones provenientes de un nivel superior de consciencia, que puede ser sentido no sólo por las personas que representan un movimiento dado, sino también por las personas que lo observan. A este respecto, se puede decir que los Movimientos son una ilustración de la práctica de las tres líneas de trabajo características de la enseñanza de Gurdjieff: trabajo con uno mismo, trabajo con los demás y trabajo por el trabajo en sí.

Gurdjieff dijo que después de 20 años de exploración a través de Asia Central y Oriente Medio, trajo consigo tres cosas. Lo primero sería el sistema de conocimiento esotérico. Segundo, un conjunto de danzas sagradas y ejercicios y tercero, piezas musicales, a muchas de las cuáles las consideró arte objetivo. La gente que trabajó cerca de él durante algunos años, ha dicho que Gurdjieff consideraba estas tres partes igual de importantes como vehículos para su enseñanza. No es posible hablar de las Danzas Sagradas sin hacer referencia a la música que las acompaña y al conocimiento que las envuelve.

En lo más profundo de su enseñanza sobre la naturaleza y el propósito de la música, subyace la diferencia entre arte objetivo y arte subjetivo. Él comprendió que la mayor parte de la música que escuchamos es sólo arte subjetivo, un fenómeno enteramente accidental que aparece de un estado subjetivo fluctuante del compositor en el momento de su composición y que afecta al oyente de acuerdo con el estado, también totalmente subjetivo en el que está cuando la escucha. El arte objetivo, por el contrario, no contiene ningún elemento accidental en su creación o en su efecto. Es un lenguaje universal, que actúa de la misma manera en todas las personas, de acuerdo a su nivel de ser.

Gurdjieff creó Movimientos en dos períodos separados de su vida y su enseñanza, pudiendo estos ser divididos en dos grupos históricos principales. El primer período fue de 1917 a 1924, cuando unos 60 Movimientos eran estudiados y presentados en escenarios de París y América. Aquí hay extractos de su ballet "La lucha de los Magos" (ahora perdido) y los Movimientos que fueron creados en los años en que Thomas de Hartmann colaboró con él. La música para los Movimientos de este período fue compuesta por el mismo Gurdjieff para ser presentados por una orquesta de 36 piezas. Más tarde, esta orquestación fue transcrita sólo para piano. Según Gurdjieff, estos son los Movimientos que contienen la música y las posturas que escuchó y observó durante sus viajes. Estos primeros Movimientos son de diferente tipología y con diferentes propósitos. Primero vienen las Obligatorias o ejercicios despertadores, diseñados para traer los tres niveles a un estado de atención y consciencia del momento presente. El segundo grupo son las Ocupacionales o danzas-trabajo, representaciones y mímicas que reflejan la esencia de un particular oficio o actividad. Estos Movimientos son practicados esencialmente con un compañero, sintiendo que se trabaja como un todo unificado. En el siguiente, hay Movimientos que expresan las dos grandes Leyes, la Ley de Tres y la Ley de Siete. Tradicionalmente se decía sobre la combinación de estas dos leyes, que requerían tener experiencia en movimiento para entender con profundidad su interacción. Junto a este tipo de Movimientos están las Oraciones o Movimientos devocionales, que constan de posiciones y gestos simbólicos. Otro grupo de Movimientos es el practicado sólo por hombres o sólo por mujeres. Tomar parte en estos Movimientos da al bailarín la oportunidad de experimentar la esencia de las energías masculina y femenina.

Después de su casi fatal accidente de coche en 1924, Gurdjieff estuvo años sin transmitir nuevas Danzas, trabajando entonces de forma intensiva en la creación de nuevos Movimientos para su grupo de París, basados en la circulación del eneagrama. El segundo período fue de 1939 hasta su muerte en 1949, en el que impartía clases casi a diario y, en realidad, representaban la única enseñanza estructurada que entonces transmitía. Este período incluye la serie de los 39 Movimientos, el último de los cuales, el Nº 39, fue creado 18 días antes de su muerte. Debido a que de Hartmann dejó a Gurdjieff en 1927, la música para estos era improvisada.

El joven Thomas De Hartmann, a la búsqueda de un maestro espiritual, se encontró con Gurdjieff en 1916 y pronto se convirtió en su discípulo. Como Gurdjieff no era un compositor de formación, De Hartmann también se convirtió en el instrumento ideal para la expresión de los pensamientos musicales de Gurdjieff. Comenzó armonizando, desarrollando y comprendiendo la música de Gurdjieff para las Danzas Sagradas o Movimientos. Unos años más tarde, De Hartmann colaboró de una manera similar en otros trabajos musicales de Gurdjieff independientes de los Movimientos. De forma asombrosa, estas piezas posteriores, muy considerables en número, fueron casi todas compuestas entre 1925 y 1927 en Fontainebleau (Francia). En 1927 este trabajo musical finaliza y Gurdjieff nunca compone otra vez. La música de Gurdjieff y De Hartmann se diseñó para asistir a la armonización de la psique humana posibilitando una experiencia emocional de mayor grado, particularmente cuando se utiliza acompañada de los Movimientos. Para Gurdjieff, más que el valor emocional de la música, es importante el que consiste en vibraciones a través de las cuáles ciertas leyes pueden ser estudiadas y aplicadas a toda la creación.

La música objetiva está basada en un conocimiento de las matemáticas preciso y completo determinando las leyes de la vibración y, por lo tanto, producirá un resultado en el oyente específico y predecible. Gurdjieff da como ejemplo a una persona no religiosa que llega a un monasterio. Escuchando la música que es tocada allí, la persona siente el deseo de orar. En este ejemplo, la capacidad de llevar a alguien a un estado interior más elevado es dada como una de las propiedades del arte objetivo. El efecto, dependiendo de la persona, difiere solo en el grado. De acuerdo a Gurdjieff, en la antigüedad todas las artes estaban relacionadas con las leyes de las matemáticas y servían como contenedores de un conocimiento superior acerca del ser humano y del cosmos, codificado en diferentes formas, preservado así de distorsiones posteriores. Incluso si el significado interno fuera olvidado, el "texto" o esencia permanecería intacta esperando ser redescubierta.

El antiguo arte oriental podía ser leído como una escritura. No era para agradar o desagradar sino para comprender, dice Gurdjieff.



💗


Extraído http://sagradasdanzas.blogspot.com.es/p/danzas-de-gurdjieff.html