sábado

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS










Lyon 3 octubre 1804 – París 31 marzo 1869




EMANCIPACIÓN DEL ALMA 

CAPÍTULO VIII



I.- El sueño y los sueños


El Espíritu encarnado ¿permanece de buena gana en su envoltura corporal?


- Es como si preguntaras si al preso le agrada estar en la cárcel. El Espíritu encarnado aspira sin tregua a liberarse, y cuanto más grosera es la envoltura, tanto más desea deshacerse de ella.


Durante el sueño ¿descansa el alma tanto como el cuerpo?


- No. El Espíritu nunca está inactivo. En el transcurso del sueño, los vínculos que le unen al cuerpo se relajan, y no teniendo el cuerpo ya necesidad de él, el Espíritu recorre el espacio y entra en relación más directa con los otros Espíritus.


¿Cómo podemos evaluar la libertad del Espíritu durante el sueño?

- Por los sueños. Convéncete de que cuando el cuerpo reposa el Espíritu posee más facultades que durante la vigilia. Tiene la memoria del pasado y, en ocasiones, la previsión del porvenir. Adquiere más poder y puede entrar en comunicación con los otros Espíritus, ya sea en este mundo o bien en otro. Con frecuencia dices: “He tenido un sueño extravagante y horroroso, pero que no poseía ninguna verosimilitud”. Y te engañas, porque muchas veces es un sueño en el que aparecen los lugares y cosas que has visto o verás en otra vida o en otro momento. Hallándose adormecido el cuerpo, el Espíritu trata de quebrar su cadena para indagar en el pasado o en el porvenir.


¡Pobres hombres, que tan poco conocéis los fenómenos más ordinarios de la vida! Creéis ser muy sabios y las cosas más vulgares os confunden. Ante las preguntas que todos los niños formulan: “¿Qué hacemos cuando dormimos? ¿Qué son los sueños?”, permanecéis perplejos.


El sueño libera, en parte, al alma del cuerpo. Al dormir nos hallamos momentáneamente en el estado en que uno se encuentra en forma permanente después de la muerte. Los Espíritus que al desencarnar se desprenden pronto de la materia han tenido en vida sueños lúcidos. Cuando dormían, se sumaban a la sociedad de los otros seres, superiores a ellos. Viajaban, conversaban y se instruían con ellos. Incluso trabajaban en tareas que al morir encontraron concluidas. Esto debe enseñaros una vez más a no temer la muerte, puesto que morís un poco todos los días, según la expresión de un santo.


Esto se refiere a los Espíritus elevados, porque el común de los hombres, que a su muerte deben permanecer largas horas en la turbación, en esa incertidumbre de que os han hablado, se marchan a mundos inferiores a la Tierra, adonde antiguos afectos los reclaman, o bien van a buscar placeres quizá todavía más bajos que los que aquí tenían, aprendiendo doctrinas incluso más viles, innobles y perjudiciales que las que profesaban en medio de vosotros. Y lo que engendra la simpatía en la Tierra no es otra cosa que el hecho de sentirnos, al despertar, unidos por el corazón a aquellos con quienes acabamos de pasar ocho o nueve horas de felicidad o de placer. Lo que explica asimismo esas antipatías invencibles que a veces experimentamos, es que sabemos en el fondo de nuestro corazón que determinadas personas tienen una conciencia diferente a la nuestra, porque ya las conocemos sin haberlas visto jamás con nuestros propios ojos. Y esto es lo que inclusive explica nuestra indiferencia, puesto que no tratamos de hacer nuevos amigos cuando sabemos que tenemos otros que nos aman y reconfortan. En pocas palabras: el sueño influye en vuestra vida más de lo que pensáis.


Por efecto del sueño los Espíritus encarnados están siempre en relación con el Mundo de los Espíritus, y es esto lo que hace que los Espíritus superiores consientan, sin demasiada repulsa, en encarnar entre vosotros. Dios ha querido que durante su contacto con el vicio puedan ir a revigorizarse a la fuente del bien, para no flaquear ellos mismos, que venían para instruir a los demás. El sueño es la puerta que Dios les ha abierto hacia sus amigos del cielo. Constituye la recreación después del trabajo, mientras esperan la gran liberación, la liberación postrera que debe devolverlos a su verdadero medio.


El sueño es el recuerdo de lo que vuestro Espíritu vio mientras dormíais. Pero notad que no en todos lo casos soñáis, porque no os acordáis siempre de lo que habéis visto, o de todo lo que visteis. El recuerdo no os muestra al alma en todo su desarrollo. A menudo sólo recordáis la turbación que acompaña a vuestra partida o reingreso, a lo que se agrega la memoria de lo que habéis hecho o de lo que os preocupa en estado de vigilia. A no ser por esto, ¿Cómo explicaríais esos sueños absurdos, que tanto los más sabios como los más simples suelen tener? Los malos Espíritus se sirven también de los sueños para atormentar a las almas débiles y pusilánimes.


Por lo demás, veréis dentro de poco surgir otra clase de sueños. Es tan antigua como la de que vosotros conocéis, pero lo ignoráis. El sueño de Juana, el de Jacob, el de los profetas judíos y de algunos adivinos hindúes: ese sueño es el recuerdo del alma desprendida por completo del cuerpo, el recuerdo de esa segunda vida de que os hablaba yo hace poco.


Poned mucha atención para distinguir esas dos especies de sueños entre aquellos que recordáis. De no hacerlo, incurriríais en contradicciones y errores que resultarían funestos para vuestra fe.


Los sueños son el producto de la emancipación del alma, que se torna más independiente debido a la suspensión de la vida activa y de relación. De ahí una especie de clarividencia indefinida que se extiende hasta los lugares más distantes o que nunca se vieron, y a veces inclusive a otros mundos. De ahí también el recuerdo que vuelve a traer a la memoria los acontecimientos verificados en la vida actual o en las anteriores. Lo extraño de las imágenes de lo que acontece o aconteció en mundos desconocidos, entremezcladas con cosas del mundo presente, integran esos conjuntos extravagantes y confusos que parecieran no tener sentido ni relación.


La incoherencia de los sueños se explica aun por las lagunas que produce el recuerdo incompleto de aquello que se nos apareció en el transcurso del sueño. Tal como un relato al que se hubiera quitado al azar frases o trozos de ellas: al reunir los fragmentos restantes perderían todo razonable significado.


¿Por qué no recordamos siempre los sueños?


- En lo que tú llamas el dormir hay sólo el descanso del cuerpo, por cuanto el Espíritu está siempre en movimiento. En el transcurso del sueño recobra parte de su libertad y alterna con aquellos a quienes ama, ya sea en este mundo o bien en otros. Pero, como el cuerpo es una materia pesada y grosera, conserva con dificultad las impresiones que ha recibido del Espíritu, porque el Espíritu no las percibió por intermedio de los órganos corporales.

¿Qué pensar del significado que a los sueños se atribuye?


- Los sueños no son en modo alguno verdaderos, como lo entienden los decidores de la buenaventura, porque es absurdo creer que soñar con tal cosa anuncia que ocurrirá tal otra. Son verdaderos, en el sentido de que presentan imágenes reales para el Espíritu, pero que a menudo no tienen relación con lo que sucede en la vida corporal. Con frecuencia también, conforme hemos dicho ya, el sueño es un recuerdo. Y por último, puede ser en ocasiones un presentimiento del porvenir, si Dios lo permite, o la visión de lo que está aconteciendo en ese instante en otro lugar, adonde el alma se traslada. ¿No tenéis numerosos ejemplos de personas que se aparecen en sueños y advierten a sus parientes o amigos de lo que les sucede? ¿Qué son esas apariciones, sino el alma o Espíritu de tales personas que acuden a comunicarse con el vuestro? Cuando adquirís la certidumbre de que lo que habéis visto ha tenido lugar en la realidad, ¿no es ésta una prueba de que la imaginación no ha intervenido en nada en el fenómeno, sobre todo si eso no estaba en modo alguno en vuestra mente durante el estado de vigilia?


Muchas veces vemos en sueños cosas que parecen presentimientos y que después no se cumplen. ¿A qué se debe esto?


- Pueden cumplirse para el Espíritu, si no es para el cuerpo, vale decir que el Espíritu ve la cosa que desea porque va en su búsqueda. No hay que olvidar que durante el sueño el alma se halla siempre más o menos bajo la influencia de la materia y que, en consecuencia, no se libera nunca por entero de las ideas terrenales. De lo que resulta que las preocupaciones de la vigilia pueden otorgar a aquello que se ve la apariencia de lo que se desea o de lo que se teme: es ese, en verdad, lo que se puede denominar un efecto de la imaginación. Cuando nos hallamos muy preocupados por una idea, relacionamos con ella todo lo que estamos viendo.


Si vemos en sueños a personas vivientes, a la que conocemos muy bien, realizando actos en los que no piensan ellas en manera alguna, ¿Es ese un efecto de pura imaginación?


- “En los que no piensan ellas en manera alguna”: ¿Qué sabes tú? Sus Espíritus pueden venir a visitar al tuyo, como el tuyo puede visitar al de ellas, y tú no conoces siempre en qué están pensando. Además, frecuentemente también aplicáis a personas que conocéis, y esto según vuestros propios deseos, lo que ha sucedido o sucede en otras existencias.


El sueño completo ¿es necesario para la emancipación del Espíritu?


- No. El Espíritu recupera su libertad cuando los sentidos se adormecen. Aprovecha, para emanciparse, todos los instantes de respiro que el cuerpo le concede. Tan pronto como hay postración de las energías vitales, el Espíritu se desprende, y cuanto más débil es el cuerpo, tanto más libre se halla el Espíritu.


Así pues, la somnolencia, o un simple aletargamiento de los sentidos, presenta en muchos casos las mismas imágenes que el sueño.


En ocasiones nos parece escuchar en nuestro fuero interno palabras pronunciadas con claridad y que no tienen relación alguna con lo que nos preocupa. ¿A qué se debe esto?


- En efecto, y hasta frases enteras, sobre todo cuando los sentidos comienzan a aletargarse. A veces es un eco débil procedente de un Espíritu que quiere comunicarse contigo.


A menudo, en un estado que no llega a ser aún el de somnolencia, cuando permanecemos con los ojos cerrados vemos imágenes netas, figuras cuyos más pequeños detalles captamos. ¿Es efecto de una visión, o simplemente producto de la imaginación?


- Una vez aletargado el cuerpo, el Espíritu intenta romper su cadena. Se traslada y ve. Si se estuviera dormido por completo, sería entonces un sueño.


En ocasiones tenemos, durante el sueño o el adormecimiento, ideas que parecen muy buenas, y que a pesar de los esfuerzos que hacemos para recordarlas, se borran de nuestra memoria. ¿De dónde provienen tales ideas?


- Son el resultado de la libertad del Espíritu, que se emancipa y disfruta de más facultades en ese momento. Suelen ser casi siempre consejos que dan otros Espíritus.


¿De qué sirven esas ideas y consejos, puesto que perdemos su recuerdo y no podemos, por tanto, aprovecharlos?


- Tales ideas pertenecen a veces más al Mundo de los Espíritus que al corporal. Pero casi siempre, si el cuerpo olvida el Espíritu recuerda, y la idea vuelve en el instante preciso como una inspiración momentánea.


El Espíritu encarnado, en los instantes en que se halla desprendido de la materia y obra como Espíritu, ¿sabe cuándo morirá?


- Muchas veces lo presiente. En ocasiones tiene de ello muy clara conciencia, y es esto lo que en estado de vigilia la da la intuición del hecho. De ahí procede que ciertas personas prevean a veces su muerte con gran exactitud.


La actividad del Espíritu durante el descanso o el sueño del cuerpo ¿Puede ocasionar fatiga a éste?


- Sí, por cuanto el Espíritu se encuentra ligado al cuerpo, como el globo cautivo lo está al poste. Ahora bien, así como las sacudidas del globo aflojan el poste, la actividad del Espíritu reacciona sobre el cuerpo y puede producirle cansancio.


Visitas espíritas entre personas vivientes


Del principio de la emancipación del alma en el transcurso del sueño parece resultar que llevamos una doble existencia simultánea: la del cuerpo, que nos provee la vida de relación exterior, y la del alma, que nos proporciona la vida de relación oculta. ¿Es esto exacto?


- En el estado de emancipación la vida consciente del cuerpo cede a la del alma. Pero no se trata, propiamente dicho, de dos existencias, sino más bien de dos fases de una misma vida, porque el hombre no vive doblemente.


Dos personas que se conozcan ¿Pueden visitarse durante el sueño?


- Sí, y otras muchas que creen no conocerse se reúnen y se hablan. Tú puedes tener, sin sospecharlo, amigos en otro país. El hecho de ir a ver, en el transcurso del sueño, a los amigos, parientes, conocidos y personas que pueden seros útiles, es tan frecuente que lo hacéis vosotros mismos casi todas las noches.

¿Cuál puede ser la utilidad de esas visitas nocturnas, puesto que no las recordamos?


- Por lo general, queda de ellas una intuición al despertar, y suelen ser el origen de ciertas ideas que surgen de manera espontánea, sin que uno se las explique, y que no son sino las que se han recibido en esos contactos.

¿Puede el hombre provocar voluntariamente las visitas espíritas? ¿Le es posible, por ejemplo, decir, cuando está a punto de dormirse: “Esta noche quiero encontrarme, en Espíritu, con tal persona, hablarle y comunicarle tal otra cosa”?


- He aquí lo que sucede: el hombre se adormila, su Espíritu se aleja, y lo que el hombre había resuelto el Espíritu con frecuencia está muy lejos de hacerlo, porque la vida del hombre interesa poco al Espíritu cuando éste se halla desprendido de la materia. Esto se refiere a los hombres suficientemente elevados, pues los otros pasan de un modo muy distinto su existencia espiritual: se dedican a sus pasiones o permanecen en la inactividad. Puede acontecer, pues, que según cuál sea el motivo que lo mueva, el Espíritu vaya a visitar a las personas que desea ver, pero aunque tenga voluntad de hacer algo cuando se encuentra despierto, no hay razón para que después lo haga.


 Cierto número de Espíritus encarnados ¿Pueden reunirse, pues, en asamblea?


- A no dudarlo. Los lazos de amistad, antiguos o recientes, suelen congregar de esta manera a diversos Espíritus, dichosos de hallarse juntos.


La palabra antiguos ha de entenderse como refiriéndose a los vínculos de amistad contraídos en existencias anteriores. Al despertar, tenemos una intuición de las ideas que hemos obtenido en esos coloquios ocultos, pero cuyo origen ignoramos.


Una persona que creyera muerto a uno de sus amigos, cuando en realidad éste se hallara con vida, ¿podría encontrarse con él en Espíritu y comprobar así que estaba vivo? Y en tal caso, ¿puede tener esa persona la intuición del hecho, al despertar?


- Como Espíritu podrá, por cierto, verle y conocer su suerte. Si el creer muerto a su amigo no le es impuesto como prueba, dicha persona tendrá un presentimiento de que el amigo está vivo, así como puede tener el presentimiento de su muerte.


Transmisión oculta del pensamiento



¿A qué se debe que una misma idea –la de un descubrimiento, por ejemplo- se produzca en varios puntos a la vez?


- Ya hemos dicho que en el transcurso del sueño los Espíritus se comunican mutuamente. Pues bien, cuando el cuerpo despierta, el Espíritu se acuerda de lo que ha aprendido, y el hombre cree haberlo inventado. De esta manera, muchos pueden descubrir lo mismo a la vez. Cuando manifestáis que una idea “está en el aire” es una figura más exacta de lo que creéis. Cada cual contribuye a difundirla, sin sospecharlo.


De este modo nuestro Espíritu revela muchas veces a otros Espíritus, y sin que nosotros lo sepamos, lo que era objeto de nuestras preocupaciones durante la vigilia.


¿Pueden los Espíritus comunicarse si el cuerpo está del todo despierto?


- El Espíritu no se halla encerrado en el cuerpo como en una caja. Irradia a su alrededor. De ahí que le sea posible comunicarse con otros Espíritus incluso en estado de vigilia, aun cuando haga esto más difícilmente.


¿A qué se debe que con frecuencia dos personas completamente despiertas tengan al mismo tiempo la misma idea?


- Se trata de dos Espíritus simpáticos que se comunican y ven recíprocamente su pensamiento, aun cuando el cuerpo no duerma.


Hay entre los Espíritus que se encuentran, una comunicación de pensamientos que hace que dos personas se vean y se comprendan sin necesidad de los signos exteriores del lenguaje. Se pudiera afirmar que hablan el lenguaje de los Espíritus.


Letargia, catalepsia, muerte aparente.


Los letárgicos y catalépticos por lo general ven y escuchan lo que sucede alrededor de ellos pero no pueden manifestarlo. ¿Tienen esas percepciones por los órganos corporales, o sea, los ojos y los oídos?


- No, sino por el Espíritu. Éste se halla consciente de sí, más no puede comunicarse.


¿Por qué no le es posible comunicarse?


- A ello se opone el estado del cuerpo. Ese estado particular de los órganos os proporciona la prueba de que hay en el hombre algo más que el cuerpo. Puesto que éste no funciona ya, pero sí actúa el Espíritu.


Durante la letargia ¿puede el Espíritu desprenderse por completo del cuerpo, de manera de dar a éste todas las apariencias de la muerte, y regresar a él después?


- En la letargia no está muerto el cuerpo, ya que existen funciones que se siguen cumpliendo. La vitalidad se halla en él en estado latente, igual que en la crisálida, pero no aniquilada. Ahora bien, el Espíritu está unido al cuerpo en tanto éste vive. Una vez rotos los vínculos por la muerte real y la disgregación de los órganos, la separación entre ambos es completa y el Espíritu no vuelve más. Cuando un hombre que tenía las apariencias de muerte retorna a la vida es porque su muerte no era total.


¿Es posible, por medio de cuidados que se dispensen a tiempo, reanudar los lazos prontos a romperse y devolver la vida a un ser que, si no se le hubiese socorrido, habría muerto definitivamente?


- Sí, ¿Qué duda cabe?, y a diario tenéis pruebas de ello. El magnetismo es a menudo, en casos así, un recurso poderoso, porque devuelve al cuerpo el fluido vital de que carece y que resultaba insuficiente para mantener en funcionamiento los órganos.


Letargia y catalepsia tienen el mismo principio, consistente en la pérdida momentánea de la sensibilidad y del movimiento por una causa fisiológica todavía no explicada. Difieren en que, en la letargia, la suspensión de las energías vitales es de carácter general y da al cuerpo todas las apariencias de la muerte. En la catalepsia, en cambio, está localizada y puede afectar una parte más o menos amplia del organismo, de modo que deja a la inteligencia en libertad para manifestarse, lo que no permite confundirla con la muerte. La letargia es en todos los casos natural. La catalepsia suele ser a veces espontánea, pero puede también provocarse y suprimirse artificialmente por acción magnética.


Sonambulismo


El sonambulismo natural ¿tiene relación con los sueños? ¿Cómo se puede explicarlo?


- Es un estado de independencia del alma más completa que durante el sueño, y en el que sus facultades se encuentran más desarrolladas. El alma posee percepciones que no tiene en el transcurso del sueño, el cual constituye un estado de sonambulismo imperfecto.

65 Ver, en la “Introducción al Estudio de la Doctrina Espírita”, XVI, la aclaración que hemos hecho acerca de esta palabra. [N. de la E.]


Durante el sonambulismo, el Espíritu se halla en total posesión de sí mismo. Por encontrarse los órganos materiales, en cierta manera, en estado cataléptico, no reciben ya las impresiones exteriores. Dicho estado se manifiesta en modo especial durante el sueño: es el momento en que el Espíritu puede dejar provisionariamente el cuerpo, por hallarse éste entregado al reposo indispensable a la materia. Cuando los fenómenos sonambúlicos se producen es porque el Espíritu, preocupado por una u otra cosa, se entrega a determinada acción que requiere el uso de su cuerpo, del cual se sirve entonces en una forma análoga al empleo que se hace de una mesa o de cualquier otro objeto material en la producción de fenómenos o manifestaciones físicas, y aun de vuestra mano en comunicaciones escritas. En los sueños de que se tiene conciencia, los órganos –comprendidos los de la memoria- comienzan a despertar. Éstos reciben de manera imperfecta las impresiones producidas por los objetos o las causas exteriores y las comunican al Espíritu que, en reposo él mismo entonces, sólo percibe sensaciones confusas y a menudo deshilvanadas, sin ninguna razón de ser aparente, mezcladas con vagos recuerdos, ya sea de la actual existencia o de vidas anteriores. Es así fácil comprender por qué los sonámbulos no tienen ningún recuerdo de lo acontecido y por qué aquellos sueños cuya memoria conservamos las más de las veces no poseen sentido alguno. Digo “las más de las veces”, porque también sucede que ellos sean la consecuencia de un recuerdo preciso de acontecimientos realizados en una vida anterior, y hasta, en ocasiones, una especie de intuición del futuro.


El sonambulismo denominado magnético ¿Tiene relación con el sonambulismo natural?


- Se trata de una misma cosa, con la diferencia de que aquél es provocado. 


¿De qué naturaleza es el agente llamado “fluido magnético”? 


- Fluido vital, electricidad “animalizada”, que son modificaciones del fluido universal.


El sonambulismo magnético, obedece al término que empleó por primera vez el Marqués de Puységur (1751-1825) como “sonambulismo artificial”, al inducir a uno de sus pacientes mediante los pases magnéticos propios del mesmerismo, a este estado de trance que se considera el inicio moderno de las teorías del Hipnotismo.[N. del copista.]



¿A qué se debe la clarividencia sonambúlica?


- Ya lo dijimos: es el alma que ve.


¿Cómo puede ver el sonámbulo a través de los cuerpos opacos?


- No existen cuerpos opacos sino para vuestros órganos groseros. ¿No hemos dicho ya que para el Espíritu la materia no es en manera alguna un obstáculo, puesto que libremente la atraviesa? Con frecuencia el sonámbulo os manifiesta que ve por la frente, la rodilla, etcétera, porque vosotros, sumergidos por completo en la materia, no comprendéis que puede ver sin ayuda de los órganos. Y él mismo, debido al deseo que vosotros tenéis, cree necesitar de dichos órganos, pero si le dejarais libre comprendería que está viendo con todas las partes de su cuerpo, o, dicho mejor, ve fuera de su cuerpo.


Puesto que la clarividencia del sonámbulo es la de su alma o Espíritu, ¿por qué no ve todo? Y también ¿por qué razón se engaña muchas veces?


- En primer lugar, no es dado a los Espíritus imperfectos verlo y conocerlo todo. Bien es sabido que ellos participan todavía de vuestros errores y prejuicios. Y además, cuando se encuentran atados a la materia no gozan de la totalidad de las facultades propias de los Espíritus. Dios ha concedido al hombre esa facultad con un fin útil y serio, y no para enseñarle lo que no debe saber. He ahí por qué motivo los sonámbulos no pueden decirlo todo…


¿Cuál es la fuente de las ideas innatas del sonámbulo y cómo puede hablar con exactitud de cosas que ignora en estado de vigilia, y que están incluso por encima de su propia capacidad intelectual?


- Ocurre que el sonámbulo posee más conocimientos de los que tú le conoces. Sólo que éstos se encuentran aletargados, por cuanto su envoltura es demasiado imperfecta para que pueda acordarse de ellos. Pero, al fin de cuentas, ¿Qué es él? Es, igual que vosotros, un Espíritu encarnado en la materia con el objeto de llevar a cabo su misión, y el estado en que entra lo despierta de ese letargo. Con harta frecuencia te hemos repetido que nosotros volvemos a vivir muchas veces. Y ese cambio es el que le hace perder materialmente lo que ha podido aprender en una vida anterior. Al ingresar en el estado que tú denominas crisis, él se acuerda, pero no siempre de manera completa. Sabe, pero no podría explicar de dónde los ha sacado ni cómo posee tales conocimientos. Una vez pasada la crisis, todos los recuerdos se esfuman y vuelve a entrar en la oscuridad.


La experiencia muestra que los sonámbulos reciben asimismo comunicaciones de otros Espíritus que les transmiten lo que deben decir y suplen su insuficiencia. Esto se advierte en especial en las prescripciones médicas: el Espíritu del sonámbulo ve el mal y otro le indica el remedio. Esta doble acción se torna a veces evidente y se revela, además, por esas expresiones que con tanta frecuencia les escuchamos: “Se me dice que diga”, o “se me prohíbe decir” tal cosa. En este último caso, hay siempre peligro en insistir para obtener una revelación negada, porque entonces se da oportunidad a los Espíritus frívolos, que hablan de todo sin escrúpulos y sin preocuparse de la verdad.


¿Cómo explicar la visión a distancia que en ciertos sonámbulos se observa?


- ¿Acaso no se traslada el alma durante el sueño? Lo propio ocurre en el sonambulismo.


El mayor o menor desarrollo de la clarividencia sonambúlica ¿depende de la organización física, o de la naturaleza del Espíritu encarnado?


- De una y de otra. Hay disposiciones físicas que posibilitan al Espíritu desprenderse de la materia con mayor o menor facilidad.


Las facultades de que goza el sonámbulo ¿son las mismas que posee el Espíritu después de la muerte?


- Hasta cierto punto, porque hay que tomar en cuenta la influencia de la materia, a la cual sigue unido.


¿Puede el sonámbulo ver a los otros Espíritus?


- La mayoría de ellos los ven muy bien. Depende del grado y de la índole de su lucidez. Pero, en ocasiones no se dan cuenta de ello en el primer momento, y los confunden con seres corporales. Esto ocurre, sobre todo, a aquellos sonámbulos que no tienen conocimiento alguno del Espiritismo. No comprenden aún la esencia de los Espíritus. Ello los asombra, de ahí que crean estar viendo seres vivientes.


El mismo efecto se produce en el instante de la muerte en aquellas personas que se creen todavía vivas. Nada en torno de ellas les parece haber cambiado, se les ocurre que los Espíritus poseen cuerpos similares a los nuestros, y toman por un cuerpo real la apariencia de cuerpo de los Espíritus.


El sonámbulo que posee la visión a distancia ¿ve desde el punto en que está su cuerpo, o desde aquel en que se encuentra su alma?


- ¿A qué esta pregunta, si es el alma la que ve, y no el cuerpo?


Puesto que la que se traslada es el alma, ¿Cómo puede el sonámbulo experimentar en su cuerpo las sensaciones de calor o frío correspondientes al lugar en que se halla su alma, la cual está a veces muy lejos de su cuerpo?


- El alma no ha dejado por completo al cuerpo. Sigue ligada a él por el lazo que los une. Y ese vínculo es el que conduce las sensaciones. Cuando dos personas se comunican de una ciudad a otra mediante la electricidad, ésta constituye el lazo que une sus pensamientos. De ahí que conversen como si estuvieran una frente a otra.


El empleo que hace un sonámbulo de su facultad ¿influye sobre el estado de su Espíritu después de la muerte?


- Mucho, como el buen o mal uso de todas las facultades que Dios ha otorgado al hombre.

Éxtasis


¿Qué diferencia hay entre el éxtasis y el sonambulismo?


- El éxtasis es un sonambulismo más depurado. El alma del extático es todavía más independiente.


¿Penetra de veras el Espíritu del extático en los mundos superiores?


- Sí, los ve y comprende la felicidad de quienes los habitan. De ahí que querría permanecer en ellos. Pero hay mundos que son inaccesibles para los Espíritus que no están lo bastante purificados.


Cuando el extático manifiesta el deseo de dejar la Tierra ¿habla con sinceridad? Y ¿no es retenido aquí por su instinto de conservación?


- Ello depende del grado de pureza del Espíritu. Si ve su posición futura mejor que su vida actual, se esfuerza por quebrar los vínculos que lo ligan a la Tierra.


Si se abandona al extático a sí mismo ¿podría su alma dejar en forma definitiva el cuerpo?


- En efecto, puede morir. Por eso hay que atraerlo con todo lo que pueda retenerlo aquí, y en especial haciéndole comprender que, si rompiera la cadena que lo sujeta al mundo, ese sería el medio más seguro para no poder quedarse allá, donde comprende que sería dichoso.


Hay cosas que el extático pretende ver y que, evidentemente, son el producto de una imaginación excitada por las creencias y preconceptos terrenales. Todo lo que ve ¿no es entonces real?


- Lo que está viendo es real para él. Pero, como su Espíritu sigue bajo el influjo de las ideas terrenas, puede que lo vea a su modo o, mejor dicho, tal vez lo exprese en un lenguaje conforme a sus preconceptos y a las ideas con que lo educaron, o a las vuestras, para darse a entender mejor. Sobre todo en este sentido puede incurrir en error.


¿Qué grado de confianza es posible conceder a las revelaciones de los extáticos?


- El extático podrá engañarse con mucha frecuencia, sobre todo cuando quiere penetrar en aquello que debe seguir siendo un misterio para el hombre, porque en tal caso se abandona a sus propias ideas, o bien se convierte en juguete de Espíritus embusteros que aprovechan su entusiasmo para fascinarlo.


¿Qué consecuencias es posible extraer de los fenómenos del sonambulismo y del éxtasis? ¿No constituirían, quizá, una especie de iniciación para la vida futura?


- O, para decirlo mejor, lo que el hombre entrevé es la vida pasada y la vida futura. Estudie él estos fenómenos y encontrará en ellos la solución de más de un enigma que su razón trata inútilmente de develar.


Los fenómenos del sonambulismo y del éxtasis ¿podrían estar de acuerdo con el materialismo?


- El que los estudie de buena fe y sin prevención no podrá ser ni materialista ni ateo.


 Doble vista


El fenómeno designado con el nombre de doble vista


- Todo esto es una misma cosa. Lo que denominas doble vista es el Espíritu en estado de mayor libertad, aunque el cuerpo no esté dormido. La doble vista es la vista del alma. ¿tiene relación con el sueño y el sonambulismo?


¿Es permanente la doble vista?


- La facultad, sí. Su ejercicio, no. En los mundos menos materiales que el vuestro los Espíritus se desprenden con mayor facilidad y entran en comunicación recíproca por el solo vehículo del pensamiento, sin excluir, empero, el lenguaje articulado. Asimismo, la doble vista es allí, para la mayoría, una facultad permanente. Su estado normal puede compararse al de vuestros sonámbulos lúcidos, y esa es también la razón por la cual se manifiestan a vosotros más fácilmente que aquellos otros que están encarnados en cuerpos más groseros.


¿Se desarrolla la doble vista de una manera espontánea, o por voluntad del que está dotado de ella?


- En la mayoría de los casos es espontánea, pero muchas veces también la voluntad desempeña en ella un rol importante. Así, toma como ejemplo a esas personas a las que se conoce como pronosticadores de la buenaventura, algunas de las cuales poseen esta facultad, y verás que es la voluntad la que las ayuda a desarrollar esa doble vista, así como la que tú llamas visión.


La doble vista ¿es susceptible de desarrollarse mediante el ejercicio?


- Sí, el trabajo trae siempre progreso, y el velo que cubre las cosas se torna menos denso.


Esa facultad ¿depende de la organización física?


- Por cierto que la organización física desempeña un papel. Hay organismos que son refractarios a ella.


 ¿A qué se debe que la doble vista parezca ser hereditaria en determinadas familias?


67 Kardec ha usado las dos expresiones: “segunda vista” y “doble vista”, inclinándose evidentemente por la primera de ellas. Pero, como es más común “doble vista”, se prefiere aquí. [N. de J. H. Pires.]


- Similitud de organización, que se transmite de unos individuos a otros, así como sucede con las demás cualidades físicas. Además, desarrollo de la facultad mediante una especie de educación, que también se transmite de uno a otro.


¿Es cierto que determinadas circunstancias desarrollan la doble vista?

- La enfermedad, la proximidad de un peligro, una gran conmoción, pueden manifestarla. El cuerpo se halla a veces en un estado particular que permite al Espíritu ver lo que no podéis percibir con vuestros ojos.


Las épocas de crisis y calamidades, las grandes emociones; en suma, todas aquellas causas que sobreexcitan lo moral, provocan en ocasiones el desarrollo de la doble vista. Pareciera como si la Providencia, cuando nos encontramos frente al peligro, nos diera el medio para conjurarlo. Todas las sectas y partidos que han sufrido persecución ofrecen de ello numerosos ejemplos.


Las personas dotadas de doble vista ¿tienen en todos los casos conciencia de su facultad?


- No siempre. Es para ellos algo muy natural, y muchos creen que si todo el mundo se observara a sí mismo, cada cual debería descubrirse esa facultad.


¿Se podría atribuir a una especie de doble vista la perspicacia de ciertas personas que, sin tener nada de extraordinario, juzgan las cosas con mayor precisión que otras?


- Siempre es el alma la que irradia con más libertad y que juzga mejor que cuando se halla bajo el velo de la materia.


¿Puede esa facultad, en ciertos casos, dar la presciencia de las cosas?


- En efecto. Da también los presentimientos, porque en dicha facultad existen muchos grados, y un mismo individuo podrá poseer todos los grados de ella, o sólo algunos.


Resumen teórico del sonambulismo, el éxtasis y la doble vista


Los fenómenos del sonambulismo natural se producen en forma espontánea y son independientes de toda causa exterior conocida. Pero en ciertas personas, provistas de una organización especial, pueden ser provocados artificialmente, por la acción del agente magnético.


El estado que se designa con el nombre de sonambulismo magnético sólo difiere del sonambulismo natural en que el uno es provocado, al paso que el otro es espontáneo.


El sonambulismo natural constituye un hecho notorio, que nadie piensa poner en tela de juicio, pese a lo maravilloso de los fenómenos que presenta. ¿Qué tiene, pues, de extraordinario o irracional el sonambulismo magnético, por el hecho de ser producido artificialmente, como tantas otras cosas? Se ha dicho que los charlatanes lo han explotado: razón de más PARA que no lo dejemos en sus manos… Cuando la ciencia lo haya tomado a su cargo, el charlatanismo disfrutará de mucho menos crédito entre las multitudes. Pero en el ínterin, como quiera que el sonambulismo natural o artificial es un hecho, y contra un hecho no hay razonamiento posible, se sigue acreditando, no obstante la mala voluntad de algunos a su respecto, y esto en la ciencia misma, a la que ingresa por una gran cantidad de portezuelas en vez de hacerlo por la puerta grande. Cuando esté acreditado del todo habrá que concederle el derecho de ciudadanía.


Para el Espiritismo, el sonambulismo significa más que un fenómeno fisiológico: es una luz proyectada sobre la psicología. Mediante ella se puede estudiar el alma, porque ésta se muestra allí al descubierto. Ahora bien, uno de los fenómenos que lo caracterizan es la clarividencia independiente de los órganos visuales ordinarios. Los que refutan este hecho se basan en que el sonámbulo no ve en todos los casos, y a voluntad del experimentador, igual que con los ojos. ¿Hay que asombrarse de que, siendo diferentes los medios, los efectos no sean los mismos? ¿Es natural pedir efectos idénticos cuando el instrumento ya no existe? El alma posee sus facultades, como el ojo las suyas. Hay que evaluarlas por sí propias y no por analogía.


La causa de la clarividencia del sonámbulo magnético y del sonámbulo natural es en ambos casos la misma: se trata de un atributo del alma, una facultad inherente a todas las partes del Ser incorpóreo que en nosotros reside, y que sólo tiene los límites asignados al alma misma. El sonámbulo ve en todas partes adonde su alma puede trasladarse, sea cual fuere la distancia implicada.


En la visión a distancia, el sonámbulo no ve las cosas desde el punto en que su cuerpo se halla, y como por un efecto telescópico. Las está viendo presentes, y como si él se encontrara en el lugar en que ellas existen, porque en realidad su alma se halla ahí. Por eso su cuerpo está como aniquilado y pareciera privado de sensaciones, hasta el momento en que el alma vuelve a tomar posesión de él. Esta parcial separación del alma y el cuerpo es un estado anormal que puede tener una duración más o menos prolongada, pero no ilimitada. Constituye la causa de la fatiga que el cuerpo experimenta después de cierto tiempo, sobre todo cuando el alma se entrega a un trabajo activo.


Puesto que la vista del alma o Espíritu no está circunscrita ni tiene sede determinada, esto explica por qué los sonámbulos no pueden asignarle un órgano especial. Ven porque ven, sin saber el porqué ni el cómo, pues la vista no posee un asiento propio para ellos, en cuanto Espíritus que son. Si se refieren a su cuerpo, les parece que esa sede se localiza en los centros en que es mayor la actividad vital, especialmente en el cerebro, en la zona epigástrica o en el órgano que, para ellos, es el punto de unión más íntimo entre el Espíritu y el cuerpo.


El poder de la lucidez sonambúlica no es sin límites. Aun estando el Espíritu del todo libre, se halla limitado en sus facultades y conocimientos, según el grado de perfección que haya alcanzado. Y lo está más cuando se encuentra unido a la materia, cuyo influjo universal es infalible. Podemos contar tanto menos con su infalibilidad cuando la distraemos del objetivo que la Naturaleza se ha propuesto con ella y hacemos de la misma un objeto de curiosidad y de experimentación.


En el estado de desprendimiento en que se encuentra el Espíritu del sonámbulo entra con más facilidad en comunicación con los otros Espíritus, encarnados o no encarnados. Dicha comunicación se establece por el contacto de los fluidos que integran los periespíritus y sirven de transmisión al pensamiento, como el conductor eléctrico. El sonámbulo no necesita, pues, que el pensamiento sea articulado por la palabra: lo siento y lo adivina. Es esto lo que lo torna eminentemente impresionable y accesible a las influencias de la atmósfera moral en que se halla. De ahí que una nutrida asistencia de espectadores, y sobre todo de curiosos más o menos malévolos, dañe esencialmente el desarrollo de sus facultades, que se repliegan, por así decir, sobre sí mismas, y sólo se despliegan con toda libertad en la intimidad y en un medio que le sea simpático. La presencia de personas malévolas o antipáticas produce sobre él el efecto del contacto de la mano sobre la sensitiva.


El sonámbulo ve al mismo tiempo su propio Espíritu y su cuerpo. Son, si así vale decirlo, dos seres que le representan la doble existencia espiritual y corpórea, y sin embargo se confunden debido a los vínculos que los unen. No siempre se da cuenta el sonámbulo de esta situación, y tal dualidad hace que a menudo hable de él mismo como si se refiriera a una persona extraña. Tal es así, que en oportunidades es el ser corpóreo el que interpela al Ser espiritual, y en otras este último es el que se dirige al primero.


El Espíritu adquiere un incremento de conocimientos y experiencia en cada una de sus vidas corporales. Los olvida en parte durante su encarnación en una materia demasiado grosera, pero como Espíritu se acuerda de ellos. Así, ciertos sonámbulos ponen de manifiesto conocimientos superiores a su grado de instrucción e incluso a su capacidad intelectual aparente. La inferioridad intelectiva y científica del sonámbulo en estado de vigilia no permite prejuzgar, pues, nada sobre los conocimientos que pueda revelar en estado de lucidez. Según las circunstancias y la finalidad que se proponga, puede obtener dichos conocimientos de su propia experiencia, de la clarividencia de las cosas presentes o de los consejos que de otros Espíritus recibe. Pero, como su propio Espíritu puede estar más o menos adelantado, le será posible expresar cosas más o menos exactas.


Con los fenómenos del sonambulismo, ya sea natural o magnético, la Providencia nos provee la prueba irrecusable de la existencia e independencia del alma, y nos presenta el sublime espectáculo de su emancipación. Por él nos abre el hilo de nuestro destino. Cuando el sonámbulo describe lo que está sucediendo a distancia es evidente que lo ve, y no con los ojos del cuerpo. Se ve allí a sí mismo, sintiéndose trasladado a ese lugar. Hay ahí, pues, algo de él, y puesto que ese algo no es el cuerpo, no puede ser sino su alma o Espíritu. En tanto el hombre se extravía en las sutilezas de una abstracta e
68 El autor se refiere a la planta llamada sensitiva que reacciona al contacto de la mano. [N. Editora Mensaje Fraternal.]
ininteligible metafísica para correr en busca de las causas de nuestra existencia moral, Dios pone a diario ante sus ojos y al alcance de su mano los medios más simples y patentes para el estudio de la psicología experimental.


El éxtasis es el estado en que la independencia entre el alma y el cuerpo se manifiesta de la manera más perceptible y se torna, en cierto modo, palpable.


Durante el sueño y en el sonambulismo el alma erra por los mundos terrenales. En el éxtasis, penetra ella en un mundo incógnito, el de los Espíritus etéreos con quienes entra en comunicación, sin que pueda, empero, exceder ciertos límites que no le sería posible franquear sin romper del todo los lazos que la unen al cuerpo. Un fulgor resplandeciente, nuevo por completo, la circunda; armonías desconocidas en la Tierra la extasían; un bienestar indefinible la penetra: goza por anticipado de la beatitud celeste y se puede decir que pone un pie en el umbral de la eternidad.


En el estado de éxtasis el aniquilamiento del cuerpo es casi total. Sólo le resta – por así decir- la vida orgánica, y se siente que el alma no está ligada a él más que por un hilo, que un esfuerzo adicional quebraría sin remedio.


En ese estado, todo pensamiento terreno desaparece, para dar lugar al sentimiento depurado que constituye la esencia misma de nuestro Ser inmaterial. Todo él entregado a tan sublime contemplación, el extático sólo considera la vida como una momentánea detención en el camino. Para él, bienes y males, alegrías groseras y miserias de este mundo no son sino fútiles incidentes de un viaje del cual se siente dichoso de alcanzar el fin.


Sucede con los extáticos lo que con los sonámbulos: su lucidez puede ser más o menos perfecta, y su propio Espíritu, según sea su grado de elevación mayor o menor, es asimismo más o menos apto para conocer y comprender las cosas. En ocasiones hay en ellos más exaltación que verdadera lucidez, o, dicho mejor, esa exaltación perjudica a su lucidez. De ahí que sus revelaciones sean a menudo una mezcla de verdades y errores, de sublimidades y absurdos, e incluso ridiculeces. Los Espíritus inferiores suelen sacar partido de tal exaltación, que es siempre causa de debilidad cuando no se sabe refrenarla, para dominar al extático, y con este propósito se revisten a sus ojos de apariencias que lo mantienen dentro de sus ideas o prejuicios de la vigilia. Es este un escollo, pero todos los extáticos no son iguales. Toca a nosotros juzgar con frialdad y pesar sus revelaciones en la balanza de la razón.


La emancipación del alma se manifiesta a veces en estado de vigilia y produce el fenómeno designado con el nombre de doble vista, que otorga, a quienes están dotados de ella, la facultad de ver, escuchar y sentir más allá de los lindes de nuestros sentidos. Perciben las cosas ausentes en todas partes a las que el alma extiende su acción. Podríamos decir que ven por medio de la vista ordinaria y como por una suerte de espejismo.


En el instante en que se opera el fenómeno de la doble vista cambia en forma perceptible el estado físico. Los ojos presentan cierta vaguedad, el sonámbulo mira sin ver, toda su fisonomía refleja una especie de exaltación. Se comprueba que los órganos de la visión son ajenos al fenómeno, por cuanto la visión persiste aunque estén los ojos cerrados.


Esta facultad les parece, a los que de ella gozan, tan natural como la de ver. Para ellos es un atributo de su ser, que no consideran excepcional. El olvido sucede casi siempre a esa lucidez transitoria cuyo recuerdo, cada vez más nebuloso, concluye por desaparecer, como el de un sueño.


El poder de la doble vista varía desde la sensación confusa hasta la clara y nítida percepción de las cosas presentes o ausentes. En estado rudimentario, da a ciertas personas tacto, perspicacia, una especie de seguridad en sus actos, que se puede denominar la exactitud de la penetración moral. Cuando está más evolucionada, suscita presentimientos. Y si todavía se desarrolla más, muestra los acontecimientos sucedidos o en vías de ocurrir.


El sonambulismo natural y artificial, el éxtasis y la doble vista no son sino variedades o modificaciones de una misma causa. Estos fenómenos, así como los sueños, están en la Naturaleza. De ahí que en todo tiempo hayan existido. La historia nos muestra que fueron conocidos –e incluso explotados- desde la más remota antigüedad, y en ellos encontramos explicación para una multitud de hechos que los prejuicios hicieron que se tuvieran por sobrenaturales.



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domingo

ORÁCULO ÁNGELES










Respira profundamente, relájate, silencio interior, conéctate con tu esencia o ser superior,  hazte una pregunta y recibe o elige un número que te traerá un interesante mensaje.






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sábado

¿QUÉ ES CABALÁ?






¿Cuál es la esencia de la Cábala?


Bien, ha habido mucha confusión, leyenda, mito y representación inadecuada alrededor de la verdadera naturaleza de la Cábala, porque ésta ha permanecido envuelta en el misterio durante miles de años, y es llamada la Ciencia Oculta por 3 razones:


1.- En el pasado los cabalistas enseñaron únicamente a unas cuantas personas valiosas y altamente desarrolladas en cada generación, que ya poseían cualidades internas que la humanidad aún no desarrollaba en su conjunto sino hasta hace poco. Esas cualidades les permitieron entenderla y emplearla correctamente. Por eso la sabiduría de la Cábala fue intencionalmente encubierta por los cabalistas.


2.- Todos los libros de Cábala han sido escritos utilizando palabras que parecen referirse a cosas y personas, cuando en realidad ni una sola palabra en cualquier libro de Cábala habla del mundo físico, y si no aprende cómo leer esos libros con un verdadero cabalista en el auténtico linaje, sencillamente no los podrá entender. No importa cuán brillante sea usted, terminará con un producto de su imaginación y nada más.


3.- La Cábala revela el propósito y la naturaleza de este sistema que llamamos vida, y a menos que una persona sienta una necesidad poderosa, real y seria de plantearse esta importante pregunta, no podrá escuchar la respuesta. Incluso si se la gritan. Pero hoy en día la gente alrededor del mundo entero está en busca de la Cábala.


Así que aclaremos los malentendidos. Primero veamos qué cosa no es la Cábala:


No es y no tiene que ver con... religión, magia, misticismo, brujería, adivinación, cultos, curación, meditación, auto-ayuda, filosofía, teoría, parasicología, percepción extra sensorial, telepatía, clarividencia, nueva era, psicoquinesis, superstición, interpretación de los sueños, frenología, cartas del tarot, mantras, yoga, lazos rojos, aguas sagradas, bendiciones, judaísmo, islamismo, cristianismo, budismo, hinduismo, sufismo o animismo, regresiones a vidas pasadas, medicina holística, numerología, curación por la fe, aromaterapia, sociedades secretas, reiki, hipnosis, médium, transmutación, frenología, astrología, viajes astrales o proyecciones, sueños despiertos, espiritualismo, comunicación con los muertos, experiencias de abandonar el cuerpo, magnetismo, vudú, francmasonería, teosofía, reflexología, OVNIS, creacionismo, fanatismo o cualquier otra creencia... aunque muchas de las antes mencionadas han tomado prestados y han mal interpretado los principios de la Cábala a lo largo de los años.


Ahora; ¿Qué es realmente?


El cabalista Yehuda Ashlag define la Cabalá de esta manera:


Esta sabiduría es ni más ni menos que una secuencia de raíces, que cuelgan mediante causa y efecto, mediante reglas fijas, determinadas, tejidas hacia una meta única y exaltada descrita como "la revelación de Su Divinidad a Sus criaturas en este mundo."


Esto significa que existe una fuerza superior, y hay fuerzas que nos gobiernan y descienden desde esta fuerza superior y crean nuestra existencia en este mundo. Estamos familiarizados con las fuerzas físicas, como la gravedad, el electromagnetismo y el poder del pensamiento. Pero existen fuerzas de un nivel aún superior que actúan mientras permanecen ocultas de nosotros. Tal y como conocemos los efectos de la electricidad, pero como no la podemos ver, no sabemos realmente lo que es.


La suprema fuerza integral, El Creador, es la suma de todas las fuerzas de los mundos y el nivel más elevado en la línea de las fuerzas de gobierno superiores.


Esta fuerza superior ha dado nacimiento a cinco mundos superiores y una barrera que los separa de nuestro mundo.


La ciencia de la Cábala no estudia nuestro mundo y las personas dentro de él de la manera en que lo hace la ciencia tradicional. La Cábala investiga todo lo que existe más allá de esa barrera.


No existen nada más que fuerzas descendiendo desde lo alto de acuerdo a leyes precisas. Estas leyes, como escribe Ashlag, son fijas, absolutas y están en todas partes. En última instancia, todas ellas están dirigidas de manera que podamos develar la fuerza que gobierna la naturaleza incluso mientras existimos en este mundo.


Existe un solo destino en la vida y dos caminos que conducen a él. El destino es la completa perfección y plenitud, pero podemos alcanzarlo por una vía lenta de sufrimiento o por una vía placentera y acelerada que es el sendero de la luz y la transformación.


El sendero del dolor en realidad no es un camino del todo, es la acumulación de azarosos eventos que nos ocurren en la vida porque no estamos involucrados conscientemente en nuestro desarrollo. Es la evolución dolorosa, lenta y agobiante evolución que llamamos historia y que comenzó, no lo sé, en algún lugar, y que nos está llevando Dios sabe adónde.


El sendero de la luz y la transformación es el camino mediante el cual descubrimos nuestra propia naturaleza y la naturaleza de las fuerzas que nos gobiernan. Logramos entender lo qué es y hacia donde vamos. Nos atrae e incluso lo perseguimos.


Pero, en el camino del dolor solamente sentimos que se nos empuja por medio de eventos físicos que nos causan suficiente sufrimiento como para hacer inconscientemente cambios internos que nos mueven hacia adelante. Pero como somos tan diferentes de la fuerza del crecimiento, nos resistimos y experimentamos ésta como dolor.


El camino del dolor es en realidad la evolución del egoísmo durante milenios. Mientras continuábamos inventando más y más maneras de extraer placer de la naturaleza, ésta nos parecía infinita, siempre mantenía abierta una promesa para nosotros -en la próxima generación habrá más riqueza, viviremos todos como reyes, seremos capaces de cruzar los mares y descubrir las cosas de ese mundo, iremos al espacio a ver qué cosas hay allá afuera, podremos alcanzar libertad política y personal, podremos construir máquinas que hagan nuestro trabajo para simplemente disfrutar de nosotros mismos- pero esto se ha revertido hasta ser completamente lo contrario. No estamos disfrutando. Hemos llegado a una completa alienación los unos de los otros.


De esta forma, las armas de destrucción masiva que contemplamos son exactamente una indicación física apareciendo en el camino del dolor que el ego ha desarrollado hasta su forma final. No podemos continuar a ningún lado de esta manera. Hemos llegado a un conflicto en todas las áreas de los esfuerzos humanos porque el Egoísmo no nos puede llevar más lejos: estamos comenzando a sentir la necesidad de algo más, de un orden completamente diferente -esta es la primera aparición de la necesidad espiritual en la humanidad como un todo.


La humanidad como un todo ahora debe evolucionar conscientemente usando ese más alto y completamente diferente principio de la naturaleza.


En el camino de la luz, llamado el camino de la Torá, podemos seguir por delante de la ola y a la vez comenzar a vivir nuestro próximo estado por elección en nuestro fuero interno, de manera que no necesitamos impulsos físicos negativos.


Volvamos adonde esto comenzó.


¿Puedo hacerle una pregunta seria? ¿Dónde está usted? ¿Delante de la pantalla de una computadora? ¿En un cuerpo? ¿En una ciudad? ¿En un planeta? ¿Enamorado? ¿Adolorido? ¿Qué es todo esto que usted ve y siente? ¿Para qué es todo esto? ¿Por qué está teniendo las experiencias que está teniendo? ¿Dónde está usted? ¿Y por qué está usted allí?


Si usted realmente piensa acerca de esto está bien claro que la respuesta a todas esas cuestiones contiene la respuesta a toda otra posible pregunta, y que la única cosa que impide conseguir la respuesta es la forma en que percibimos la realidad. Porque si pudiéramos verla como realmente es sabríamos qué somos, adónde vamos y la razón por la que ocurren todas las cosas en nuestras vidas. Entonces, ¿Qué es todo esto acerca de la forma en que percibimos que nos aparta del conocimiento? ¿Qué es lo que nos sigue manteniendo en la oscuridad?


Comencemos aquí. Esto (hace un gesto, apuntando al espacio completo en un largo círculo) es la totalidad de la realidad, y aquí afuera está lo que pensamos que son otras dimensiones, las potencialidades no materiales, nuestro futuro y todo lo que está oculto a nosotros, lo que queremos sentir pero no podemos, lo que queremos saber pero no sabemos todavía. Por alguna razón no tenemos sentido de esto, de manera que para nosotros es como pensar que esto no existe en absoluto. ¿Y qué es todo esto? -placer sin límites, existencia ilimitada, completa percepción y conexión con la fuerza que crea y dirige el universo material (se mantiene la caja) donde nosotros estamos. Estos somos nosotros, una caja cerrada con 5 pequeñas aberturas hacia lo que nos rodea. Pero aunque tenemos estos cinco sentidos para determinar qué es la realidad y cómo guiarnos en ella, ninguno de ellos funciona de forma que puedan percibir algo que esté fuera de lo que la realidad es.


El problema es... esto es donde nosotros actualmente vivimos... y por ahora nosotros solamente percibimos lo que encontramos allí (señala hacia la caja) y lo que encontramos aquí es una percepción limitada, soledad, placeres fugaces y toda clase de problemas que nos causan sufrimiento.


Así, ¿Por qué no experimentamos lo que está fuera de aquí en lugar de lo que hay dentro de aquí?


(Zoom hacia la caja)


Cuando algo del total de la realidad viene y nos llama la atención, pensamos que sabemos qué es, pero en realidad nunca percibimos esa cosa en sí misma. Esto no entra actualmente en la caja porque los sentidos no están verdaderamente abiertos. Lo que está afuera choca con toda clase de resistencias, una pantalla, una barrera, como un tímpano, una retina, una papila gustativa, o un nervio que interpreta qué hay afuera y entonces le da una identidad y un significado de acuerdo a los efectos que esa cosa desconocida pueda tener sobre la caja. Pero la interpretación que el sensor nos da está totalmente limitada por la forma en que éste ha sido programado. El programa no nos dice que es la realidad exterior y objetiva -él la reduce, la siente sólo de acuerdo a la naturaleza de su programación interna- y todos nuestros sentidos operan de acuerdo con el mismo programa, sea que usemos nuestros ojos, un microscopio electrónico o el telescopio espacial Hubble: lo que veremos en última instancia será siempre una imagen subjetiva controlada y determinada por el programa.


Entonces ¿Qué es exactamente este programa? Este llamado Egoísmo, esta preocupación sólo por mí mismo, ¿Cómo me afecta? ¿Cómo hago para salir de esto que los cabalistas llaman "El Deseo de Recibir"?


La caja es una máquina. La entrada es algo informe y desconocido (es decir, que no tiene forma hasta que no le damos una) que es procesado mediante un programa interno, y la salida de la caja es nuestra realidad.


Pero esa NO es la realidad real, es sólo la forma en que esta se le aparece al Deseo de Recibir. Como fuera de aquí todo funciona de acuerdo con otro programa que nos abarca a todos, que todo el tiempo no sólo crea, sino que mantiene y dirige, entonces éste no tiene preocupación por sí mismo porque no tiene limitaciones. Se trata del altruismo incondicional, o como lo llaman los cabalistas: "El Deseo de Otorgar", la ley general del universo, la fuerza única benevolente, que está detrás de toda la existencia. Es lo que nos da todo en la vida.


Es el polo completamente opuesto a la caja. ¡Es como comparar el big-bang con un agujero negro! Es tan diferente la razón que está detrás de todas las cosas que sentimos, deseamos y hacemos, que mientras sigamos calculando nuestra vida a través de nuestros cinco sentidos y el Deseo de Recibir, nunca conoceremos nuestra verdadera naturaleza, la naturaleza de la realidad o el propósito de nuestras vidas.


FIN


¿No pensará que este es el fin para usted? Porque ello significaría que la vida fue diseñada para ser cruel y sin sentido, y aunque a veces la sentimos de esa manera -como ahora, por ejemplo- existe algo dentro de esos sentimientos que puede ser el camino para salir de esta estrecha existencia.


¡Y lo hay! Pero todo depende de lo que usted desee. Cuando la necesidad de salir de la caja finalmente se hace suficientemente fuerte, un tipo diferente de deseos aparece como un pequeño punto en su conciencia y lo único que él desea es estar conectado directamente con el programa fuera de la caja. Una vez que se ha despertado, si usted aprende a desarrollar ese deseo, el punto puede crecer para convertirse en la base de una percepción completamente diferente de las sensaciones físicas, y le va a permitir a usted percibir la realidad más grande, y sentir la naturaleza de la fuerza detrás de ella.


¿Cómo puede ocurrir esto? La Cábala nos dice que existe una ley llamada Equivalencia de Forma.


En el mundo físico usted pude tomar dos cosas que son muy diferentes una de otra en forma y en cualidad, ponerlas una al lado de la otra en el espacio y entonces decimos que están cerca.


Pero afuera no existen el tiempo ni el espacio, ni hay objetos separados como en el mundo físico. Allí existen sólo fuerzas, campos de influencia que son diversos grados de otorgamiento semejando la actitud de la ley general del universo. En el mundo no físico, si estos campos tienen diferentes cualidades se encuentran distantes unos de otros, y si tienen cualidades similares están cerca, PERO si ellos tienen exactamente la misma cualidad, propósito y sentimiento, ¡De hecho son la misma cosa! ¡Inseparables, ligados!


Así, la cualidad egoísta opuesta de nuestros cinco sentidos bloquea nuestra percepción, y nos trae la experiencia de la separación, la soledad, de una carencia constante.


Pero ese punto embrionario en su corazón, la razón por la cual usted se está haciendo estas preguntas, así tan pequeño como es, es inconscientemente similar en cualidad y sentimiento al mundo no visible, está íntimamente conectado, entrelazado con éste, y al final le llevará a conocerlo y a entrar en él, y le revelará que cada acontecimiento en su vida, toda experiencia, todo deseo, dicha o tristeza es simplemente la ley general del universo guiando la realidad para desarrollarlo y despertarlo a usted para que elija conscientemente estar en balance con él, recibiendo lo que él más quiere darle -la habilidad de llegar a ser exactamente como él- de manera que usted sienta lo que él siente, sepa lo que él sabe, y lo que él pueda hacer usted pueda hacerlo.


El método de desarrollo de esta percepción adicional es llamado la Cábala.


La Cábala no es una religión; no es magia o misticismo. Es el manual del usuario de la realidad, un mapa de nuestros sentidos y nuestros sentimientos. Explica no sólo la manera en que nuestro mundo interno y nuestro mundo externo están construidos, sino además por qué. Es una ciencia tan fundamental que puede verdaderamente ser llamada una sabiduría. La Cábala ha sido transmitida a lo largo de una cadena ininterrumpida de maestros y alumnos por miles de años, y ha sido mantenida oculta hasta el momento en que la humanidad finalmente alcanzara la necesidad, el estado de nuestro desarrollo en que podamos comprenderla y usarla apropiadamente. Ese momento es ahora.


Bnei Baruch es una organización sin fines de lucro que hace asequible la auténtica Cábala sin costo alguno a todo aquel que la necesite, independientemente de su religión, nacionalidad, edad o género. Si ese punto en su corazón quiere conocer más, aquí están los links


FIN -bueno, realmente no es un final.


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martes

CÓMO AYUDAR A LA PERSONA QUE NO SABE CUÁL ES SU FINALIDAD EN LA VIDA - de A. Jodorowky






Alejandro Jodorowsky: “las metas que buscamos es lo que la familia no nos dio. Cuando a una persona le preguntas, ¿Cuál es tu meta? La persona te va a decir: mi meta es lograr la felicidad, o mi meta es ser libre. Inmediatamente tú sabes que en su familia no le dieron la felicidad o que en su familia no había libertad”




Es vanidad querer sanar al otro. Es santidad civil enseñar al otro a sanarse y a ayudarse a sí mismo. Si Dios no quiere, el hombre no puede. Pero si el hombre no quiere, ni Dios puede. Es loable dar, pero es repudiable obligar a recibir. Si una persona no sabe cuál es su finalidad en la vida, puede atravesar el tiempo y llegar a su muerte sin saberlo, (es lo que la mayoría de los seres humanos hace). En ese caso es inútil tratar de hacerle comprender su árbol genealógico. Si por el contrario, pide como un agonizante, que se le ayude, todos los esfuerzos terapéuticos deben concentrarse en darle los medios para que descubra su finalidad… Lo mejor de todo es presentarle no finalidades individuales, sino hacerlo consciente de que pertenece a la humanidad y revelarle cuál es el destino de la raza humana. La persona desvalorizada comprenderá que el ideal humano, antes que nada, es conocer todo el universo, incluyendo en esto la revelación del misterio de la vida. Luego, aplicando tales conocimientos, prolongar la vida para que cada humano viva tantos años como vive el universo. Y más aún, mutar y transformarse, hasta ser espíritu puro, libre de la materia, para convertirse en la conciencia del universo. Desarrollando una creatividad continua, mejoraremos el cosmos donde por el momento vivimos… Comprendido esto, el consultante tratará de conocer a todos los integrantes de su familia, de bisabuelos a hermanos, pasando por padre y madre, tíos y tías, analizando como han obtenido el dinero que los ha hecho vivir. Luego, analizar a qué edad murieron estos personajes y cuál hubiera debido ser la edad máxima a la que hubieran podido llegar, si circunstancias favorables les hubieran ayudado. Después, analizar el nivel de Conciencia de cada familiar y compararlo con personajes históricos de gran nivel, Cristo, Buda, Gandi, Amma, etc. Y por fin invitar al consultante a visualizarse realizado, sabio, con un sublime nivel de conciencia, conduciendo a su familia y amigos hacia un Edén.



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sábado

EN ARMONÍA CON EL INFINITO de RODOLFO WALDO TRINE




Libro : En Armonía con el Infinito






(un poquito del capítulo III)




Dios es el Espíritu de infinita vida. Si de ella nos hacemos partícipes y nos abrimos por completo a su divino flujo, se reflejará en la vida orgánica más de lo que a primera vista parece. Es evidente que la vida de Dios está exenta de todo mal por su propia naturaleza. Por lo tanto, no puede padecer mal alguno el cuerpo dónde esta vida entre libremente y del cual libremente fluya.


Hemos de reconocer, por lo que a la vida física se refiere, el principio de que toda vida surge de dentro a fuera. Principio expresado por la inmutable ley que dice: “Tal causa, tal efecto. Así lo interior, así lo exterior.” En otros términos: las fuerzas del pensamiento, los estados de la mente, las emociones, todo influye en el cuerpo humano.


Alguien dirá: “Oigo muchas cuestiones referentes a los efectos de la mente en el organismo, pero no puedo creer en ellas.


¿Cómo no? Cuando os dan repentinamente una mala noticia, palidecéis, tembláis y tal vez os sobreviene un síncope. Sin embargo, por el conducto de la mente os ha llegado la noticia.


Un amigo, en las expansiones de la mesa, os molesta con alguna inconveniencia que lastima vuestro amor propio. Desde aquel momento perdéis el apetito, aunque hasta entonces hayáis estado alegres y dicharacheros. Las mortificantes palabras del imprudente amigo os han afectado por conducto de la mente.


En cambio, ved a ese joven que arrastra los pies y tropieza con los más leves obstáculos del camino. ¿Cómo así? Sencillamente porque su mente es flaca, porque es idiota. En otros términos: la debilidad de la mente es causa de la del cuerpo. Quien tiene la cabeza firme, tiene también firmes los pies. Y quien no tiene seguras las ideas tampoco podrá asegurar los pasos.


De nuevo os veis en inopinado aprieto. Estáis temblando y vaciláis de miedo.


¿Por qué no tenéis fuerzas para moveros? ¿Por qué tembláis? ¡Y todavía creéis que la mente no influye en el organismo!


Os domina un arrebato de cólera. Pocas horas después os quejáis de fuerte dolor de cabeza. ¡Y todavía os parecerá imposible que las ideas y las emociones influyan en el organismo!


Hablaba yo del tedio con un amigo, quien me dijo: “Mi padre es muy propenso al tedio.” Yo le respondí: “Vuestro padre no está sano ni es fuerte, vigoroso, robusto y activo.” Y entonces pasé a describirle más por completo el temperamento de su padre y las conturbaciones que le asaltaban.
Miróme él con aire de sorpresa y dijo:


¿Conoce usted a mi padre?


No ,le respondí.


Pues entonces, ¿Cómo puede usted describir tan minuciosamente el mal que le aflige?


Usted acaba de revelarme que su padre es muy propenso al tedio y con ello me indicaba la causa. Yo me contraje a relacionar con esta causa sus peculiares efectos al describir el temperamento del enfermo.


El miedo y el tedio obstruyen de tal modo las vías del cuerpo, que las fuerzas vitales fluyen por ellas tardía y perezosamente. La esperanza y el sosiego desembarazan las vías del cuerpo de tal manera, que las fuerzas vitales recorren un camino donde rara vez el mal puede sentar la planta.





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miércoles

De qué depende la longevidad - Tu cerebro más joven





Longevidad depende de un: CEREBRO JOVEN

Demasiadas veces se relaciona la vejez con la pérdida de facultades mentales.

Pero especialistas en el funcionamiento del cerebro como Tony Buzan aseguran que no tiene por qué ser.


“Una mente perezosa es el taller del diablo” (Proverbios)


Pone como ejemplo de longevidad intelectual una comunidad de monjas de un recóndito lugar de Minnesota (EE UU) llamado Mankato.

Desde hace tiempo interesa a los investigadores del envejecimiento cerebral, ya que muchas de estas mujeres superan los 90 años y hay una cuantas centenarias, la mayor parte de ellas con una asombrosa agilidad mental.

Una monja de esta comunidad, Marcella Zachman:

Fue portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97 años.

Otra hermana, Mary Esther Boor, no se jubiló de su trabajo hasta los 99 años.

Las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana.

Compiten en concursos, resuelven pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases.

Según Snowdon, el estímulo diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos.

Estudiosos del cerebro humano han demostrado que la red neuronal del cerebro nunca es la misma, ya que, dependiendo de nuestra actividad, fortalecemos unas conexiones a la vez que debilitamos otras.

Cada experiencia enciende su propio patrón de neuronas, por lo que el mapa cerebral cambia sin cesar.

Ésa es la buena noticia: Puesto que el buen estado de los circuitos del cerebro depende de lo que hacemos con él, podemos evitar la pérdida de facultades mentales tonificando nuestra materia gris con retos y estímulos de calidad.

Las 7 claves de un cerebro joven:

“Envejecer es un mal vicio que no se pueden permitir los que andan muy ocupados” (André Maurois) 

Según el divulgador William Speed, hay siete cosas que todo el mundo debería hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su rendimiento:

1. Ejercicio:

Según los especialistas en terapias anti-edad, el mejor tonificador del cerebro son las zapatillas de deporte, ya que mejoran el ritmo cardiaco y, por tanto, la circulación de la sangre.

Un cerebro bien irrigado mantiene en buen estado las conexiones entre las neuronas, que son esenciales para el pensamiento.

Por tanto, el ejercicio suave suministra más sangre y oxígeno a nuestro tejido cerebral, evitando que se deteriore.

2. Buena alimentación:

El consumo de alimentos ricos en antioxidantes: Frutas y verduras, legumbres, frutos secos, té verde, no sólo ayuda a prevenir el cáncer, sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro.

Una dieta demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta, diabetes, obesidad o colesterol, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el cerebro.

3. Aprender siempre:

Aunque nuestra materia gris empieza a envejecer a los 30 años, un aprendizaje constante permite mantener la agilidad.

4. Mantener la calma:

Jeansok Kim, un investigador de la Universidad de Washington, asegura: “El estrés puede dañar los procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria”. 

En especial, el estrés crónico debilita la región del cerebro denominada hipocampo, donde se forma y consolida la memoria.


5. Dormir suficiente:

Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados el día antes.
Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad.

La expresión: “Voy a consultarlo con la almohada” tiene, por tanto, mucho sentido.

6. Reír:

El humor estimula la generación de dopamina, una hormona y neurotransmisor que nos hace “sentir bien”.

La risa nos ayuda a relativizar nuestras preocupaciones, con lo que evitamos que nuestra mente se ancle.

7. Aprovechar la experiencia:

Lo bueno de hacerse mayor es que atesoramos un archivo con millones de situaciones que nos proporcionan criterio. Esta información podemos aprovecharla para afrontar problemas nuestros o de otras personas, para los que una persona joven no está preparada.

Juegos para el cerebro:

“Los seres humanos no dejan de jugar porque envejecen. Envejecen porque dejan de jugar” (Oliver Wendell Holmes).

En las farmacias se venden sofisticados complementos vitamínicos para nutrir nuestro músculo pensante. Y las tiendas de productos naturales recomiendan ginseng para la vitalidad y ginko biloba para reforzar la memoria. Sin embargo, la mayoría de especialistas coinciden en que el juego es el protector número uno de las facultades mentales.

La terapeuta Amber Hensley aconseja incorporar a nuestra rutina diaria alguna de estas actividades para mantener bien lubricada nuestra red neuronal:

• Juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el dominó o las cartas, incluyendo los solitarios.

• Rompe cabezas, mecanos y otros juegos de construcción.

• Crucigramas, sudokus o cualquier pasatiempo.

Para los que se aburren con esta clase de pasatiempos, aprender un idioma es una excelente manera de engrasar todos nuestros circuitos cerebrales, ya que implica ejercitar la memoria, entender nuevas estructuras y sintetizar reglas gramaticales.

Por supuesto, dos actividades como leer y escribir también resultan una gimnasia mental de primer orden, al igual que aprender a tocar algún instrumento musical.

Una actitud optimista será el complemento imprescindible para que nuestro cerebro sea un generador de creatividad en lugar de un pozo de lamentos.

Alimentar la curiosidad y celebrar cada día que pasamos en el mundo es todo lo que hace falta para no retirarnos nunca del lado soleado de la vida..

Proverbio irlandés:

“Nunca lamentes que te estás haciendo viejo, a muchos les ha sido negado este privilegio”
Anónimo


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martes

Nuestros Valores son Preciosa Joya





—Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro sin mirarlo le dijo:

— ¡Cuánto lo siento muchacho!, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizá después..., y haciendo una pausa agregó: Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

— E... e... encantado, maestro, titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas.

— Bien, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes.

Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.

Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta a la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado —más de cien personas— y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Entró en la habitación:

— Maestro, dijo, lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

— Qué importante lo que dijiste, joven amigo, contestó sonriente el maestro. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

— Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender YA, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

— ¡¡¡58 MONEDAS!!! Exclamó el joven.

— Sí, replicó el joyero, yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.

— Siéntate, dijo el maestro después de escucharlo. Tú eres como este anillo: Una joya valiosa y única. Y como tal sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.

Todos somos como esta joya, valiosos y únicos, y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore.

Reflexiones del Maestro

En realidad las joyas de cada uno brillan en cada minuto de la vida por razones diversas... y cada uno de nosotros es un ser único y valioso porque somos instrumentos en manos mayores , y juntos representamos cada uno una piedrita del anillo de la melodía de la vida , que la piedritas del grande anillo sean cada día más brillantes por el reflejo de la solidaridad y fraternidad y del amor universal, sin dejar que nada y ninguno vengan a ofuscar nuestro brillo aunque pequeño …. nuestros valores fueron hechos para la vida, para el camino, para nuestra evolución …que se cambiarán un día, se harán lindos diamantes con la misma naturalidad del nacer de una flor en el campo ….. No fueron hechos para que otras personas los admiren o los haga menores o mayores. Somos únicos y creados en "modelo exclusivo" por manos invisibles muy sabias .. exactamente como somos para el sendero de la evolución … y solamente ahí esta vivo el valor de cada uno que el Divino maestro hay juzgado merecedor de beber en la copa de la vida.


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Autor Desconocido




lunes

EL PODER ESTA EN USTED de CLAUDE BRISTOL





Libro: EL PODER ESTA EN USTED de C.B.




Es muy interesante, es un viejo amigo del cual se ha de intentar tener presente en todo momento sus sabias recomendaciones en el desarrollo y transcurso de nuestra existencia, como son por ejemplo: la atención de nuestros pensamientos y el poder de la imaginación, entre otros.


Con cariño, Nuria







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viernes

MEDITACIÓN ROSA MÍSTICA OSHO






"Para aquellos que quieran profundizar más he creado una nueva terapia meditativa. En la primera parte sólo hay risa: durante tres horas únicamente te reirás sin ningún motivo... Profundizando durante tres horas te quedarás sorprendido de la cantidad de capas de polvo que acumulas en tu ser. La risa las cortará como una espada, de un solo golpe. Durante siete días consecutivos, tres horas al día... no puedes imaginar cuánta transformación puede aportar a tu ser.

La segunda parte son las lágrimas. Durante la primera parte se elimina todo aquello que entorpece tu risa. Corta con todas las inhibiciones de la humanidad en el pasado, con todas las represiones. Abre un nuevo espacio dentro de ti.

Pero aún tendrás que dar algunos pasos más para alcanzar el templo de tu ser, puesto que has reprimido tantísima tristeza, tanta desesperación, tanta ansiedad, tantas lágrimas. Todo ello está allí, cubriéndote y destruyendo tu belleza, tu gracia, tu alegría...

Así pues, durante siete días tienes que permitirte sollozar, llorar sin ninguna razón en absoluto, simplemente porque las lágrimas están listas para salir...

Finalmente, la tercera parte es ser testigo: el observador en la colina. Por último, después de la risa y las lágrimas, sólo existe el silencio observador...

Todo lo que este mundo necesita es limpiar profundamente el corazón de todas las inhibiciones del pasado. Y la risa y las lágrimas pueden hacer ambas cosas. Las lágrimas sacarán toda la agonía que hay oculta dentro de ti, y la risa sacará todo lo que te está impidiendo tu éxtasis.

Cuando hayas aprendido este arte te sorprenderás inmensamente: ¿por qué no se ha dicho todo esto hasta ahora? Hay una razón: nadie ha querido que la humanidad tenga la frescura de una rosa, su fragancia y su belleza".


Osho, Meditación. La primera y última libertad


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EJERCICIO PARA TRANSCENDER LA DUALIDAD







Por Ken Wilber






Ser un testigo del ser consciente puede prolongarse durante la vigilia, el sueño onírico y el sueño profundo. El Testigo se halla totalmente accesible en cualquier estado, incluyendo tu propio estado de consciencia de este mismo instante. Así que les voy a guiar hacia ese estado, utilizando lo que en Budismo se llama “instrucciones indicativas”. No voy a intentar conducirles a un estado de consciencia diferente, a un estado de consciencia alterado o a un estado diferente de lo común. Simplemente, voy a destacar algo que ya está ocurriendo en tu estado actual, presente y habitual.


Así que comencemos por tomar consciencia del mundo que nos rodea. Mira al cielo, y simplemente relaja tu mente; deja que tu mente y el cielo se fundan. Observa las nubes que flotan. Toma nota de que esto no requiere de esfuerzo alguno de tu parte. Tu estado de consciencia actual —en el que flotan estas nubes— es algo muy simple, muy fácil, que no requiere de esfuerzo, espontáneo. Simplemente toma nota de que, sin mediar esfuerzo alguno, tomas consciencia de las nubes. Lo mismo ocurre con esos árboles, esas aves y esas rocas. En forma simple y sin esfuerzo, tomas conciencia de todos ellos.


Observa ahora las sensaciones presentes en tu propio cuerpo. Puedes tomar consciencia de cualquier sensación corporal que se halle presente ahora: quizás la presión del mueble, quizás el calor en el abdomen, quizás una tensión en tu cuello. Sin embargo, aún si estas sensaciones fuesen de tensión, puedes tomar consciencia de ellas con facilidad. Estas sensaciones surgen en tu consciencia presente, y esa consciencia es muy simple, fácil, relajada, espontánea. Eres un testigo, sin esfuerzo y sin dificultad.


Observa los pensamientos que surgen en tu mente. Puede que observes diversas imágenes, símbolos, conceptos, deseos, esperanzas y temores, todos los cuales surgen espontáneamente en tu consciencia. Surgen, permanecen unos instantes y luego se van. Estos pensamientos y sensaciones surgen en tu consciencia de este momento, y esa consciencia es muy simple, relajada y espontánea. Sin esfuerzo ni dificultad, eres un testigo de todo ello.


Así que observa: puedes ver flotar las nubes porque no eres esas nubes, eres quien las está mirando. Puedes sentir sensaciones corporales porque no eres esas sensaciones: eres el testigo de esas sensaciones. Puedes ver cómo flotan los pensamientos porque tú no eres esos pensamientos —sino un testigo de su presencia—. En forma natural y espontánea, todas estas cosas surgen, por sí solas, en tu darte cuenta presente, sin que medie esfuerzo de tu parte.


Y entonces, ¿Quién eres tú? No eres los objetos de allá afuera, no eres las sensaciones, no eres los pensamientos —sin esfuerzo, eres un testigo de la presencia de todos éstos, de modo que no eres ellos. ¿Quién o qué eres tú?


Dilo de este modo para ti mismo: tengo sensaciones, pero no soy esas sensaciones. ¿Quién soy? Tengo pensamientos, pero no soy esos pensamientos. ¿Quién soy? Tengo deseos, pero no soy esos deseos. ¿Quién soy?


Así que retrocedes hacia la fuente de tu propia consciencia. Retrocedes hacia el Testigo, y descansas en el Testigo. No soy los objetos, no soy las sensaciones, no soy los deseos, no soy los pensamientos.


Pero entonces, por lo general las personas cometen un gran error. Creen que, si descansan en el Testigo, van a ver algo o sentir algo, algo realmente exquisito y especial. Pero no verás nada. Si ves algo, se tratará simplemente de otro objeto: otra sensación, otro pensamiento, otra sensación, otra imagen. Sin embargo, todos éstos son objetos: no eres ninguno de éstos.


No es así: mientras descansas en la realización del Testigo —no soy los objetos, no soy las sensaciones, no soy los pensamientos— todo lo que observarás es una sensación de libertad, una sensación de liberación, una sensación de alivio… alivio de la tremenda limitación que implica el identificarse con estas pequeñeces, pequeños objetos finitos, tu pequeño cuerpo, pequeña mente y pequeño ego, todos los cuales son objetos que pueden ser vistos y, por lo tanto, no son Aquél que ve, el verdadero Yo, el Testigo puro, aquél que realmente eres.


Así que no verás nada en especial. Lo que surja está bien. Las nubes flotan en el cielo, las sensaciones flotan en el cuerpo, los pensamientos flotan en la mente —y, sin esfuerzo, tú eres testigo de todo esto—. Todo esto surge espontáneamente y sin esfuerzo en tu consciencia presente. Y esta consciencia que es testigo no es, en sí, nada específico que puedas ver. Es, simplemente, una gigantesca sensación de libertad —o de vacío puro— en el trasfondo. Y en ese vacío puro —que es lo que eres— surge el mundo entero de lo manifiesto. Tú eres esa libertad, esa apertura, ese vacío, y no alguna de las cosas que surgen de allí.


Descansando en ese atestiguar vacío, libre, fácil y carente de esfuerzo, observa que las nubes surgen en el amplio espacio de tu consciencia. Las nubes surgen en tu interior —tan así es que puedes saborear las nubes, eres uno con las nubes—. Es como si estuviesen a este lado de tu piel… están tan cerca. El cielo y tu consciencia se han vuelto uno solo, y todas las cosas en el cielo flotan sin esfuerzo a través de tu propia consciencia. Puedes besar al sol, tragarte la montaña… están así de cercanos. El Zen dice, “Tómate el Océano Pacífico de un solo trago”, y eso es lo más fácil de hacer cuando adentro y afuera ya no son dos, cuando sujeto y objeto no son dos, cuando el que mira y lo mirado son Un Solo Sabor Único. ¿Lo ves?


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Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: Ejercicio para trascender la dualidad http://www.mysteryplanet.com.ar/site/?